Tal y como están las cosas en España, encontrar un buen trabajo es mucho más difícil que acertar la primitiva o que te toque la lotería, aunque ahora la tengas que compartir con Hacienda. El que se ve atrapado por un ERE y frisa los cincuenta, puede darse por desahuciados en lo referente a encontrar un empleo. Pero, como en todo, hay excepciones.
Un doctor en Economía, que se licenció en derecho por la Universidad Complutense de Madrid y con un máster en Administración de Empresas en la Universidad de Berkeley, es muy posible que no tenga demasiados problemas para conseguir un buen empleo, a pesar de que está a punto de cumplir sesenta y cuatro años y que la BBW (Bloomberg Business Week) le haya catalogado en la quinta posición de este año en su lista negra en la que recoge los peores directivos del mundo.
La situación se puede aclarar si decimos que este sujeto fue vicepresidente del Gobierno de España que presidió don José María Aznar, que fue director del Fondo Monetario Internacional, donde presentó su dimisión cuando estaba a punto de estallar una crisis de caballo que él no supo o no quiso prever, y fue el Presidente de Bankia hasta que la Entidad fue intervenida por el Estado, llevando a la ruina a muchos de sus clientes y accionistas.
Pues bien, el Sr. Rato y Figaredo, don Rodrigo, es uno de los pocos españoles que a pesar de sus “méritos” ha conseguido nada menos que una gran Empresa como Telefónica, le ofrezca un cargo en su consejo asesor para Europa e Hispanoamérica.
Yo creo que el motivo de que este ejemplar ciudadano haya aceptado el nombramiento, es que quiere sumarse a las indicaciones del gobierno de su partido, que aconseja dilatar la edad de jubilación; porque no creo que haya sido por motivos de precariedad económica.
Yo, por si acaso, ya he dado orden de vender todas mis “matildes”, mientras le deseo a este buen hombre una lejana jubilación.
Nota: De esta forma el señor Rato entra en la élite de la empresa de la que ya formó parte también, entre otros, el señor Urdangarín.