Antes era Don José Manuel, sacerdote. Ahora es José Manuel de Lapuerta, poeta. Había nacido en San Sebastián en el año 1929 y murió el pasado mes de agosto en Madrid. Llegó a Chinchón en en el año 1955 para ser el coadjutor de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y en los dos años que estovo por aquí supo ver un Chinchón poético y después, estando en Roma, lo soñó en la distancia y desde allí llenó su plaza de versos y canciones.
Los niños de Chinchón del año 1955 pensamos, mucho después, que sería bueno dar a conocer sus poesía y editamos el libro “Chinchón en mi Recuerdo” que recogía todos esos versos y algunos más que dedicó a su Dios, a su mundo y a sus hermanos.
Yo me encargué de hacer la selección y pude comprobar que tenía muchos versos y poemas que estaban sin clasificar ni organizar. Muchos de ellos no tenían ni título y estaban en hojas de pepel desperdigados entre las hojas de los libros o perdidos en los cajones de su mesa.
Me ofrecí a recopilar todos ellos. Una parte se pueblicaron entonces; otros - muchos- quedaron en la memoria de mi ordenador. Se los imprimí en cuartillas y pedí que los revisase. No fue posible, porque él era así, un tanto desordenado para sus cosas.
Mientras hacía esa recopilación, él se acordaba de sus versos que guardaba en la memoria y que se habían extgraviado entre papeles y legajos que Dios sabe a dónde habrán ido a parar después de su muerte.
Y he pensado que era mi deber mostrar parte de esos versos. Y he decidido hacer una edición digital de los versos que dedicó a su mundo y a sus hermanos. Los versos más humanos, posiblemente más sinceros y más espontáneos. Los versos que dedicó a su Dios están influenciados por una tradición mística que de alguna forma los los hacen menos libres.
Y he titulado este libro “CAMINOS DE SILENCIO”, porque en el silencio es donde encuentra el poeta su inspiración y donde nacen sus versos más sentidos. Su “elegía a la niña muerta”, las “nostalgias de la infancia”, el “geranio triste”, la “canción de la luna y el río”, el” piropo del mozo”, “mi guitarra”, “inocencia”, son algunos de los poemas que se pueden disfrutar en este libro.
Me atrevo a recomendároslo a todos vosotros.
Hoy en día es muy complicado editar un libro en papel. Pero hoy en día disponemos de unos medios informáticos que nos acercan a pequeñas joyas, que de otra forma quedarían desconocidas. Por eso he querido hacer una EDICIÓN DIGITAL DEL LIBRO.
Y he decidido ponerlo a vuestra disposición en mi blog del Eremita. Podéis acceder a él pinchando en la portada del libro que se encuentra en el margen derecho, en el apartado “Mis libros editados”.
Espero que paséis un rato muy agradable leyendo estos versos, llenos de sensibilidad, de ternura y de amor. Estos versos de un poeta, que antes fue cura y se llama José Manuel de Lapuerta.