

Mujaid fue el mayor pirata marino de su tiempo, y mientras él vivió, ningún bajel cristiano se atrevió a surcar las aguas del Mediterráneo. Falleció en Dénia en el año 436 de la Hégira (1044 d.C.).

Los tipos de embarcaciones dependían de lo lejos que se alejaban de la costa. Eran muy rápidas y aptas para navegar en el Mediterráneo. Leños o bergantines, fustas, galeotas de unos 15 ó 20 metros de eslora, algunas sin cubierta, aparejados con 10 ó 18 bancos de remos y vela latina o de cangreja. Podían llevar alguna pieza de artillería de bajo calibre y algunas culebrinas para el asalto. Muchas de estas embarcaciones se dedicaban también a la presa de esclavos moros y negros, para luego venderlos en los mercados, principalmente de Alicante, Orihuela y Guardamar. Un negro adulto podía costar 570 sueldos, una negra adulta 500 sueldos, un joven 560 y una joven negra de 300 a 600.
Pero la actividad corsaria siguió aunque legalmente. Por ejemplo, el marqués de Dénia, D. Francisco de Sandoval, privado del rey Felipe III, en el s.XVI fortificó el Castillo, para hacer frente a los piratas, costando 50.000 ducados. Y armó cuatro galeras para liberarse de los corsarios argelinos. Pero al mismo tiempo también practicaban esta actividad llegando a atemorizar las costas de Argel y Túnez, pues capturaron varias embarcaciones con ripo botín y liberaron a muchos cristianos. Prosiguiendo a la fama de grandes marinos que ha tenido Dénia durante su historia.
Extracto del artículo de Vicente Grimalt i Albi, publicado en CANFALI / Marina Alta (Fotos: M-carrasco-M)