Charo Rolland, como muchos otros, se inició tarde en la pintura. Pero, a diferencia de la mayoría, su evolución ha sido, artísticamente, digna de admiración. Ha ido experimentando diversos estilos y distintas técnicas, hasta llegar a una pintura minuciosa y detallista, en la que ha logrado dotar a sus cuadros de una luz con la que logra dar vida a sus naturalezas muertas. Sus paisajes, pero sobre todo, sus bodegones, adquieren unas texturas y una luminosidad que se hace más patente cuando es el vidrio el tema de sus cuadros.
Cofundadora del Colectivo de Artistas de Chinchón (Colectivo Cach), ha participados en diversas exposiciones colectivas e individuales, todas ellas con gran èxito artístico, También obtuvo el primer premio en el concurso de pintura convocado por la Agrupación de Amigos de Chinchón.