Se define orgullo como "Exceso de estimación hacia uno mismo y hacia los propios méritos por los cuales la persona se cree superior a los demás.
También, como "Sentimiento de satisfacción hacia algo propio o cercano a uno que se considera meritorio".
Parece ser que, según podemos leer en la prensa con motivo de la celebración de la fiesta de la Hispanidad, para muchos es un motivo de orgullo personal el haber nacido en España. O sea, que hay quienes consideran que es un mérito personal, que les hace sentirse superior a los demás el hecho de haber nacido, por ejemplo, en Chinchón, en vez de haber nacido, es un poner, en Lambayeque, como don Francisco Fausto, el V Conde de CHINCHON, o en Ulm, como Albert Einstein.
Yo, a quien el azar le hizo nacer en Chinchón, no me siento superior a nadie por esa circunstancia, y no lo considero ningún mérito; como tampoco ser de la raza blanca, moreno de tez, y medir ciento setenta centímetros y tener los ojos color marrón verdoso.
Eso no quiere decir que no me guste Chinchón, (aunque no estaría de más que mejorase en algunos aspectos) y no haya dedicado mucho tiempo a conocer su historia y divulgarlo por los medios a mi alcance y a colaborar en las actividades que ayudasen a que fuese un poco mejor.
Otro concepto muy utilizado también en esos días es el de "patriotismo". Y son muchos los que presumen de patriotas, utilizando símbolos, como banderas e insignias, para hacerlo patente, cuando el verdadero patriotismo se demuestra siendo un buen ciudadano y cumpliendo con los deberes que nos reclama la Patria y no sólo utilizando palabras grandilocuentes que, en la práctica, no significan nada.
Es lamentable que entremos en discusiones bizantinas utilizando estos conceptos con el ánimo de molestar a los demás y con la sola pretensión de descalificar al contrario cuando no tenemos más argumentos para apoyar nuestras propias convicciones.