El escritor norteamericano Don DeLillo (Nueva York, 1936), su novela “Underworld”, y las pruebas nucleares de 1951 en el desierto de Arizona...
Si mezclamos bien todos estos ingredientes y se los dejamos a Wes Anderson, nos podría ofrecer la posibilidad de examinar la historia subterránea, de un hecho histórico controvertido, centrándose en la segunda mitad del siglo XX , cuando la humanidad, tras haber superado dos conflagraciones mundiales, rozó la posibilidad del apocalipsis en los años de la guerra fría.
Dentro de esta historia podemos colocar a Tom Hanks, Scarlett Johansson, Bill Murray, Bryan Cranston o Margot Robbie encarnando a Nick Shay, ejecutivo de una empresa de residuos nucleares, y Klara Sax, artista plástica famosa por sus macroinstalaciones, y los demás personajes que DeLillo mueve con gran habilidad por el espacio y por el tiempo, al igual que a docenas de personajes secundarios, unos ficticios y otros tomados de la realidad, algunos de ellos inolvidables y todos perfectamente integrados en el engranaje de la narración.
Si lo mezclamos bien, tendremos algo muy parecido a lo que estos días se está rodando en Chinchón.
No tengo información privilegiada, no he teñido confidencias de nadie que haya firmado un contrato de confidencialidad, pero tomando datos de lo que dicen los que trabajan en el rodaje y preguntando al Sr. Google, se puede elaborar una conjetura con visos de realidad.
No intento ser profeta ni adivino, pero dentro de unos meses... a lo mejor he acertado en algo... y eso que ahora no estoy en Chinchón.
Puede que esté en un error, pero no me podréis discutir que esta podría ser una de las miles de posibilidades que encierra el rodaje de la película de Anderson, cuyo contenido está rodeando de tanto secretismo. ¿Y si he acertado? En unos meses lo sabremos. Seremos pacientes.
(Es una investigación de “Carrasco’s Brothers”)