Aunque lo dijo el propio Rey de España, no es cierto que todos seamos iguales ante la ley. No creo que sea necesario poner demasiados ejemplos, pues la prensa nos ilustra a diario del diferente trato que se aplica, según quienes son los implicados. Piensen por un momento en Urdangarín, Isabel Pantoja, Julian Muñoz. Díaz Ferran, Ruiz Mateos, Correa, y tantos que después de los “juicios sumarísimos televisivos” terminan tranquilamente en sus casas, sin haber devuelto nada de lo que se llevaron, mientras muchos personajes anónimos van de cabeza a la cárcel por un par de papelinas, aunque se hayan desenganchado de la droga.
Pero no era de esto de lo que yo quería hablar hoy. Yo hoy quería hablar de otra de las excepciones de las que hemos tenido noticia en estos últimos días.
Me estoy refiriendo a Ángel Carromero, ese joven de 27 años que se marchó a Cuba para entrevistarse con los disidentes castristas, y que a pesar de habérsele retirado el carnet de conducir en España por acumulación de faltas de tráfico, iba conduciendo el automóvil que tuvo un accidente con el fatal desenlace de la muerte de dos personas.
No es cuestión de preguntarse ahora qué pintaba ese chico en todo ésto y si no había otro conductor, más respetuoso con las leyes de la circulación, para que ese día condujese el coche.
Tampoco es cuestión de ahora preguntarse qué tenía de especial este condenado a prisión en el extranjero, si lo comparamos con los más de 2.500 españoles que andan presos por esas cárceles del mundo.
En este punto no podemos nada mas que congratularnos de que un paisano nuestro se haya librado de la cárcel, pero nos causa una cierta extrañeza la diligencia de nuestro gobierno en solucionar este problema concreto. (Con el numerito incluido de doña Esperanza)
Lo que ya no es de recibo es que hayan sido tan eficaces a la hora de recolocar a este muchacho en su puesto de asesor de una concejala del PP, con el sueldo de 50.474 euros anuales, con un cometido laboral no definido, y sin ninguna responsabilidad concreta.
Y a esto era a lo que hoy yo quería llegar.
¿Cuantos asesores como este Ángel Carromero hay en las Administraciones Públicas?
Y no es solo en los Ministerios, Comunidades autónomas, Diputaciones y grandes ayuntamientos, no. En los pequeños, también.
Dña. Mª Begoña Larrainzar Zaballa, Concejala Presidenta de la Junta de Distrito de Moratalaz.
La señora concejala a la que asesora el joven líder de las juventudes populares, ¿no tiene a su disposición toda una plantilla de funcionarios en su junta de distrito para desempeñar las funciones necesarias para el servicio público? ¿O es que la señora concejala no tiene ni idea de nada y necesita a alguien que le asesore de lo que tiene que hacer? Y para no personalizar, ¿Cómo se puede entender que en un pueblo pequeño, además de los concejales retribuidos por su dedicación a la cosa pública, sea necesario contratar asesores muy bien retribuidos, para hacer las mismas funciones para las que se les paga al Secretario, al Interventor o a cualquier otro funcionario?
No es que la función pública - sanidad, educación, televisión, servicios, etc. - sea cara, lo que pasa es que los responsables de hacerla eficaz son unos inútiles, y si no son capaces de hacerla funcionar, lo primero que tendrían que hacer es presentar su dimisión y no seguir cobrando sus sobredimensionados sueldos y externalizar los servicios con el pretexto del muy dudoso abaratamiento de los costes.
Ahora que la señora Saenz de Santamaría dice estar decidida a reorganizar la función pública, que empiece con prescindir de todos los enchufados y exigir a los representantes políticos que cumplan con la función para la que han sido elegidos y por la que se les paga, y si no son capaces de hacerlo, que dimitan.
Y podrían empezar por ese chico, que bastante han hecho ya por él, trayéndole de Cuba, donde seguiría cumpliendo con sus responsabilidades penales, de no ser quien es.