"El amargo sabor de las rosas" es una novela histórica, en la
que vamos a vivir los últimos años del reinado de Alfonso XIII, la República,
la Guerra Civil y la Posguerra, desde el enfrentamiento de dos mujeres,
Consuelo, la criada violentada por el Amo y doña Margara, la señora del Solar,
que tratará de imponer su voluntad a todos los que la rodean; unidas por un
hombre, don Nicomedes, enfermo de maldad y de egoísmo.
Pero “El amargo sabor de las rosas” no es una novela de amor, aunque hay
algunas personas que aman... a su manera.
No es una novela de intriga, pero hay
algunos misterios que te van a sorprender.
No es una novela policiaca, pero hay
crímenes que investigar.
No es una novela política, pero la
política es protagonista.
En “El
amargo sabor de las rosas”, se mezclan muchas pasiones: la lujuria, la
soberbia, la venganza...
“El
amargo sabor de las rosas”, en fin, es la historia de un
tiempo y de un lugar.
Un tiempo que se nos antoja ya lejano,
pero que aún está en nuestra memoria colectiva, en el que las bajas pasiones y
las ambiciones personales aparecían como ideales patrióticos o convicciones
religiosas con las que se intentaban justificar los hechos más reprobables.
Y un lugar: Recondo, un pueblo fácilmente
reconocible, que bien podría ser cualquier lugar de aquella deprimida España.
“El
amargo sabor de las rosas” es una novela coral en la que los
personajes son personas – ni buenas ni malas - con sus vicios y sus virtudes,
con sus miedos y con sus ambiciones, que luchan por sobrevivir en tiempos difíciles
y crueles, donde se van fraguando venganzas y donde la amargura se irá adueñando
de parte de sus vidas y donde, al final, el destino se encargará de ir poniendo
a cada cual en su sitio.
Unos personajes que nos van a acompañar por
acontecimientos importantes de la intrahistoria de la novela: desde la
inauguración de la Gran Vía de Madrid, a la celebración de la noche de San Juan
en Denia, hasta la entrada de las tropas nacionales en Recondo.
“El amargo sabor de las rosas” te podrá emocionar, te podrá sorprender y te podrá entretener pero, también, te va a descubrir una visión diferente de una época de que se ha escrito mucho, pero de la que aún hay mucho que conocer.