Aunque mañana domingo todos podamos acercarnos al Teatro Lope de Vega de Chinchón, a las 13 horas, para escuchar el Pregón de este año de la Pasión de Chinchón, a cargo de don Javier Hernández Martínez, Viceconsjero de la CAM; hoy he querido recoger el que pronunició el domingo día 28 de Marzo de 1999 el Economista y conferenciante don José Manuel Pérez Gómez. Este es un resumen de lo que dijo, hace ya doce años:
"Es un honor tener la oportunidad de poder dirigirme a Vds. como pregonero de LA PASION DE CHINCHON, precisamente en este entrañable y magnifico marco del Teatro Lope de Vega, en la localidad más pintoresca de la comarca, y una de las más ricas en valores históricos, artísticos, culturales y espirituales,
En 37 años, La Pasión de Chinchón, se ha situado como un acontecimiento de interés nacional, y de repercusiones internacionales, debido al entusiasmo de sus creadores, al de sus directoras, y la participación de todo un pueblo con el apoyo de sus autoridades (Qué mérito aquella primera representación con antorchas hechas con botes de tomate, y qué mérito el seguir superando año a año la calidad de las representaciones). Esta unión de todo un pueblo es la que hace "camino" y estoy seguro que está dando fuerza y contribuyendo al progreso de Chinchón.
Intencionadamente he dicho camino, a sabiendas de que los rápidos desplazamientos y las comunicaciones instantáneas, hacen difícil comprender al hombre moderno, que durante casi 1.900 años, los caminos fueron el principal medio de comunicación de la humanidad. Recorrer largas distancias no es lo mismo que recorrer el camino. Desde muy antiguo, los caminos fueron considerados como lugar de encuentro enriquecedor. Recordemos cómo en la antigüedad sacaban los enfermos a los caminos, por si algún viajero que hubiera sufrido esa enfermedad, pudiera aconsejar su tratamiento.
El camino, es el origen de la mayoría de las villas y ciudades, La Pasión de Chinchón, es camino en donde -como en la antigüedad - el trayecto es más importante que el destino. Las prisas de la vida moderna han invertido esta preferencia, se va a tal destino, y nos perdemos toda la riqueza espiritual y cultural del camino.
La Pasión de Chinchón saca el Evangelio a la calle, recorriendo el camino, desde la primera escena "El Cenáculo" hasta la última "La Resurrección". Nosotros vamos a hacer el camino de La Pasión de Chinchón traspasando las escenas que en el itinerario se representan, a una interpretación de realidades de la sociedad actual, en las que el pregonero encuentra analogía o paralelismo suficiente para pensar que hace 2.000 años, también murió para ayudarnos a encontrar soluciones a estos problemas de hoy.
La última cena, se representa en el balcón del Ayuntamiento.
El primer Ayuntamiento de Chinchón se instaló en las casas compradas a un vecino, Juan Tinajero, y anteriormente el Concejo se reunía en el pórtico de la Iglesia de Santa María de Gracia, o debajo de un álamo cercano al cementerio.
Los tiempos han cambiado. Afortunadamente no tanto para la Plaza donde se ubica el Ayuntamiento, plaza originariamente del arrabal, destinada a las ferias del ganado, y que a finales del siglo XV ya estaba en el centro de la población. En esta plaza, auténtica joya representativa de la arquitectura popular, dejaron la huella de su genio Juan de Herrera y Juan Bautista de Toledo, y de su inicial destino de feria de ganado, pasó a ser el centro de todas las actividades sociales, culturales y económicas, sirviendo de punto de reunión, de lugar de esparcimiento, de escenario teatral, de lugar donde impartir justicia, y por supuesto, de espacio para la venta y para las corridas de toros. Tradición muy arraigada desde aquella corrida en honor de Felipe el Hermoso.
Si trasladamos las escenas de La Pasión a nuestros días, el recorrido, el camino lo iniciamos con el problema del hambre en el mundo. El Banco Mundial estimaba que en 1.990 había 1.000 millones de pobres. En la actualidad esta cifra ha aumentado para convertirse en 1.300 millones. Es decir, casi la cuarta parte de la población mundial pasa hambre o está mal nutrida. Se considera que un dólar diario es el umbral para medir los niveles de pobreza absoluta, por debajo del cual, no es posible obtener una dieta mínima adecuada.
Recalco que estamos hablando de subsistir con menos de un euro diario.
No es problema de escasez, es problema de distribución. El mundo produce suficientes alimentos para todos. Es más, hoy en día, cada persona podría disponer de un 40 % más de cereales que en 1.960, asegurando 2.700 calorías por individuo. El 10 % de los excedentes agrícolas almacenados en el mundo, bastaría para erradicar la malnutrición en nuestro planeta.
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Pero el pregonero está seguro que hace 2.000 años, también murió para ayudarnos a resolver estos problemas.
Del camino, pasaremos a las ciudades. Detengámonos por un momento en Chinchón. Las viejas ciudades, al igual que los antiguos castillos o iglesias, contienen el genio de la casta, y el testimonio de su esplendor. Chinchón ha sabido conservar su belleza y su carácter, donde lo noble, lo rural y lo artístico se conjugan a la perfección. Así podemos estudiar historia en las ermitas de su Patrón San Roque, en la de San Antonio Abad, en la de Ntra. Sra. de la Misericordia o San Galindo. En la Iglesia de la Asunción. En conventos, como el de Santa Clara, el de los Agustinos (hoy parador Nacional) y en donde en los siglos XVIII y comienzos del XIX se impartían estudios humanísticos de teología, gramática y latín. Tras la desamortización de Mendizábal cambia su misión para convertirse en juzgado y cárcel, siendo restaurado modernamente para darle la misión actual. También es historia la Iglesia y Monasterio de la Inmaculada Concepción, fundada por el Conde de Chinchón y cuya primera abadesa fue Sor Juana de la Santísima Trinidad del convento de las Descalzas Reales de Madrid. Años después en l.702, también desde el convento de las Descalzas Reales de Madrid, el Padre Piquer, con las limosnas de las cajitas de las ánimas y donativos, fundó el Monte de Piedad, origen de Caja Madrid. Las travesuras que a uno se le vienen a la memoria, invitan a pensar, qué hubiera sucedido si estas dos fundaciones hubieran sido alteradas la una por la otra.
Forma parte de la historia que los Reyes Católicos concedieran a D. Andrés Cabrera y a D. ª Beatriz de Bobadilla el Señorío de Chinchón y, que posteriormente, en 1505 se permitiera fundar el Mayorazgo de Chinchón. En 1.520 Carlos I concede el título de Conde de Chinchón. El tercer Conde de Chinchón fue ministro de Felipe II, y el cuarto virrey del Perú (trajo la quina a España, que allí curaba el paludismo).
Hemos de destacar, la Casa de la Cadena, en donde se alojó Felipe V, y firmó en 1.731 la pragmática por la que se concedía a Chinchón, los títulos de Muy Noble y Muy Leal Villa. Tampoco podemos pasar por alto el Castillo de Casasola donde se celebraron una seria de reuniones claves para la proclamación de Alfonso XII como rey de España. Lamentablemente también es historia la triste noche del 25 de diciembre de 1.809 en que la ciudad es saqueada e incendiada por las tropas francesas.
Toda esta historia, aconsejó que en 1.974 se declarase a Chinchón, conjunto histórico - artístico. Que tenga el título de ciudad desde 1.916, y el de Excmo. el Ayuntamiento diez años después. Pero una ciudad como Chinchón, es habitable. No sucede lo mismo con las grandes ciudades o megalópolis. Veamos cuáles son estos problemas, porque también estoy seguro que hace dos mil años pasó su Pasión y murió por ayudarnos a resolverlos.
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Hace unos días, un amigo conferenciante y periodista, serio, profundo en sus juicios y gran conocedor de la materia sobre la que escribe, me preguntó mi opinión sobre el último periódico puesto en circulación en España. La razón de esta pregunta, es que él cambió sus colaboraciones a este periódico dejando otro importantemente consolidado. Le contesté que había dejado radicalmente de comprarle, desde el momento en que vi, que a toda página aparecía una sección dedicada a emular a "la prensa del corazón",dirigida por un periodista, que se ha hecho famoso por sus incisivas, inoportunas e impúdicas preguntas y narraciones. Acabó dándome la razón.
Los valores morales de honradez, de respeto preferente a la persona, al ser humano, de equidad y justicia en las relaciones, de decir la verdad y de no engañar, de respeto al más débil, son principios que no pueden ser olvidados ni atropellados.
Por el contrario, parte de nuestra sociedad sigue con atención obsesiva, la miseria impúdica de los programas de televisión especializados en el cotilleo de los famosos, e igualmente, todas las semanas compra las revistas que nos explican sus cuitas íntimas, sus deseos ocultos, vendiendo embarazos, bautizos, bodas, divorcios, peleas, y hasta los entierros.
Los "famosos" -no se sabe muy bien por qué lo son-, han sido aupados a esa categoría por los medios de comunicación, que los paga cantidades astronómicas y permite su supervivencia, exclusivamente por una ley del mercado. Esto vende, esto tiene audiencia, pues se paga. Y en las pantallas y revistas se venden los escándalos y las infidelidades, y algunos que no hacen más que eso, se convierten en famosos. Todo es cuestión de dinero y de audiencia, y se olvidan los más elementales principios de respeto a la persona, a la moral pública, o sencillamente al "buen gusto".
Pero la sociedad que lo permite, está enferma, es una sociedad erotizada, superficial y consumista. Esto es lo que se está vendiendo en una sociedad que colabora con la estupidez, que hace infinitamente más popular y respetado a un cantamañanas, a un vago, a un golfo o a un hijo de famoso, que a cualquier persona de valía demostrada en la investigación, las artes, las ciencias. Ninguno de estos personajes ha hecho nada positivo, se les paga por lo negativo.
Indudablemente, los medios de comunicación tienen su responsabilidad al dedicar espacios y otorgar un puesto destacado a farsantes intelectuales, a groseros, o a deleznables oportunistas. Pero nuestra sociedad es la última responsable de que esto suceda. Es una sociedad que para curarse debe denunciar la indignidad de estos personajes, no prestarles la relevancia de trato con que se les acoge, y debe descubrir la farsa de este negocio sucio y ruin. Estoy seguro que hace 2.000 años también murió para ayudarnos devolver los valores morales, religiosos y cívicos al lugar que la sociedad les debe otorgar.
Hemos ido pasando escenas de la "Pasión" de nuestros días, y llegamos a la última, la de la esperanza, "La Resurrección".
Cuando la solidaridad resplandece, brilla la esperanza, y hemos visto catástrofes como la del huracán Mitch donde la solidaridad resplandeció, especialmente en el pueblo español.
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Los testimonios de personas que dedican su esfuerzo a los demás, suponen un rayo de esperanza para la sociedad. Sor Emmanuelle nació en 1.908 en Bruselas. A los 21 años ingresó en las Hermanas de Notre Dame de Sión. Durante los 40 primeros años de su vida religiosa dio clases en colegios de niños acomodados, primero en Turquía y más tarde en Túnez.
A los 62 años, reflexionó y dedujo que su vida se evaporaba sin realizar su gran sueño: vivir pobre entre los pobres. Estaba en El Cairo, intentó dedicarse a los leprosos, pero dificultades legales se lo impidieron. Entonces el Nuncio Apostólico la recomendó los zabalín o recogedores de basura.
Sor Emmanuelle se puso a buscar a los zabalín. Los encontró. Vivían en montañas de basura disputando con las ratas los restos de la comida en descomposición. A pesar de su aturdimiento inicial, dijo: Aquí me quedo.
Y se quedó. A los pocos días, un asno portaba una silla, un camastro y una mesa, que Sor Emmanuelle instalaba en una chabola de tres metros cuadrados. Asi empezó su larga aventura.
Al contacto con el tesón, las ilusiones y la audacia de Sor Emmanuelle, fueron apareciendo tímidas ilusiones entre los zabalin, y de las ilusiones, se pudo pasar a algunas realidades: Un jardín de infancia, una escuela, el Centro Salan, etc.
Llevaba 10 años viviendo allí, cuando oyó hablar de otro basurero aún más grande. Pensó que lo iniciado podría ser continuado por sus colaboradores, y a los 74 años se trasladó a Mokattam para comenzar de nuevo la lucha. Y qué lucha para conseguir que aquellos niños harapientos, que con los pies descalzos trepaban sobre las montañas de basura, se lavasen alguna vez y se sentasen en los pupitres de la escuela. Qué lucha para que aquellos padres permitieran que sus hijos buscaran un futuro mejor. Qué lucha con las madres para que cuidaran más la limpieza propia y la de sus hijos, y para que tuvieran una estima más alta de si mismas como mujeres, acostumbradas como estaban a ocupar el último puesto del más degradado de los mundos imaginables.
Sor Emmanuelle dejó El Cairo en 1993, a los 85 años de edad. Actualmente Mokattam, ha progresado y no quedan chabolas por ninguna parte. Todo ha sido edificado rápida y caóticamente, pero con cemento y ladrillos. Los techos son de cemento, sobresaliendo los hierros, para engarzar los materiales que la ilusión de los zabalín hace prever que algún día podrán añadir algún piso más cuando prospere su economía.
La vida de los zabalin, dentro de su dureza, ha cambiado. Salen muy de mañana, a las tres o las cuatro de la madrugada y con sus destartalados carros, se reparten por la ciudad de El Cairo. Tienen sus propios clientes. El 35 % de las basuras son recogidas por los zabalín de casa de sus clientes, tras haber concertado una determinada cantidad por el servicio. A lo largo de la mañana la ciudad de los zabalin se llena de montañas de basura que traen los carros. El olor es intenso. Pero los zabalin ya no recogen las basuras simplemente para acumularlas. Un ejército de hombres mujeres y niños están allí para separar y clasificar la mercancía antes de que se deteriore más. Comestible para el hombre o los animales, abonos, papel, vidrio, madera, metal, objetos de posible reventa. Casi todo es útil, casi todo es reciclable. A diferencia de años antes de que Sor Emmanuelle les prestara su ayuda, Mankattam crece con el próspero negocio de las basuras (ya suponen Vds. que los de próspero está entrecomillado).
Los zabalim se han dejado contagiar por la ilusión de una monja que se fue a vivir con ellos a los 74 años de edad y han comenzado a luchar por su propia promoción material y humana. Tienen cooperativas que explotan plantas de transformación de basuras en abonos, Asociaciones para la protección del ambiente, se imparten cursos a las mujeres y a los jóvenes en donde se les enseña a leer, nociones de higiene y un trabajo manual como tejer, coser o reciclar papel. Niños que durante unas horas del día escarban entre las basuras embadurnados hasta la coronilla, se ven después, con su ropa limpia, sentados en los pupitres de una escuela.
Sor Emmanuelle supo extraer las inagotables capacidades de superación que cada hombre lleva dentro de si, y supo hacer ver a los zabalim que nada que mancha la piel y los vestidos mancha necesariamente la dignidad de la persona.
Muchos de Vds., mientras narraba la anterior historia, habrán pensado que tiene cierto paralelismo con la de Teresa de Calcuta. La Madre Teresa de Calcuta murió dejando tras de si una estela de amor hacia los más desfavorecidos. Más de 4.000 Misioneras de la Caridad, la congregación que ella fundó, siguen su obra en 126 países. La pequeña monja que convirtió el infierno de Calcuta en un tierno abrazo a leprosos, niños abandonados, moribundos y enfermos, levantó más de 600 casas repartidas por todo el mundo para no olvidar a aquellos que no quiere nadie. A los marginados entre los marginados.
Esta si que es una obra de titanes, hecha por una mujer a la que todos recordamos en su fragilidad aparente. Y estas cosas nos ayudan a creer en "La Resurrección". Quedémonos con ella, después de haber hecho un singular recorrido de La Pasión".
Nota: He incluido varias fotografías en blanco y negro de la serie que empezaré a publicar mañana bajo el título "Exposición virtual de la Pasión de Chinchón" que espero que os guste. Las fotografías que publico hoy son de Juan Vázquez.