El castillo de Chenonceau (en francés, château de Chenonceau), también conocido como el castillo de las mujeres, es un castillo de estilo residencial del siglo XVI situado en la comuna francesa de Chenonceaux, en el departamento de Indre-et-Loire, y que forma parte de la serie de castillos comúnmente conocidos como castillos del Loira.
Por otra parte, se trata del Monumento Histórico en manos privadas más visitado de toda Francia, e incluye varios jardines, un parque y una plantación vitivinícola.
El castillo, que sustituyó a otro anterior, no sólo posee importancia en tanto que obra de arte, sino que además ha gozado de una activa presencia en la Historia de Francia.
El castillo presenta una planta cuadrada, con un vestíbulo central al que se abren cuatro habitaciones, una por cada lado. En la planta baja hay una capilla, junto con la habitación de Diana de Poitiers y el gabinete de trabajo de Catalina de Médicis. Desde el final del vestíbulo se accede a la galería que se encuentra sobre el río Cher. La galería existente en la planta baja cuenta con un enlosado clásico en plan hipodámico, en forma de tablero de ajedrez en colores blanco y negro, siendo la parte del edificio que durante la Primera Guerra Mundial albergó un hospital militar. En la planta baja se encuentran igualmente la habitación de Francisco I y el salón Luis XIV.
El castillo de Chenonceau cuenta con dos jardines principales: el jardín de Diana de Poitiers y el jardín de Catalina de Médicis, situado cada uno de ellos a un lado de la Tour des Marques, único vestigio de la primitiva fortaleza desaparecida con la construcción del castillo actual.
La decoración floral de los jardines, que se renueva cada primavera y verano, requiere el aporte de 130.000 plantas, que se cultivan en el propio dominio de la finca, en el huerto.
Y con estas sugerentes imágenes de un bosque en una tarde de mediados del otoño francés, termino esta serie de reportajes recorriendo el valle del Loira y sus castillos y catedrales.
Y también quiero recordar a Juana, que hoy cumpliría ciento siete años, así como felicitar a mi amigo Jesús.