Esta es la
casa donde vivió don Narciso del Nero en la calle Benito Hortelano.
65.- Narciso del Nero Carretero. (Pesonajes)
NARCISO DEL
NERO CARRETERO fue una persona culta, que dedicó su tiempo libre - que debió de
ser mucho- al estudio y a la investigación de la Historia de nuestro pueblo. Se
casó en Chinchón y tuvo una hija a la que sobrevivió. Colaboró
estrechamente con el Secretario del Ayuntamiento don Paulino Álvarez-Laviada y
entre los dos hicieron una importantísima labor en la organización del Archivo
Histórico de Chinchón que les valió de base para escribir dos libros de
Historia: “Chinchón histórico y diplomático” de Paulino Álvarez y “Chinchón
desde el siglo XV” de Narciso del Nero.
Pero además
participó en la vida social y cultural de nuestro pueblo y él fue uno de los
promotores de la traída de las aguas potables desde Valdericeda hasta Chinchón,
y dirigió los estudios previos que realizaron el Comandante de Ingenieros don
Ramiro Ortiz de Zárate y el profesor don Pablo Cámara Moreno. Formó parte de la
Junta directiva de la Sociedad de Cosechero y estuvo presente en las distintas
actividades organizadas en nuestro pueblo, presidiendo la Comisión que se formó
para el homenaje a la Virreina del Perú.
Escudo de la fachada donde vivió Narciso del Nero en la calle Benito Hortelano. Este escudo puede pertenecer a la familia de Juan Carrasco, hermano del Marqués de la Corona.
Efectivamente,
en el mes de enero de 1949 varias personas particulares de Chinchón envían un
escrito al Ayuntamiento para que se organice un acto de homenaje a la Condesa
de Chinchón y Virreina del Perú doña Francisca Enríquez de Rivera, esposa del
IV conde de Chinchón, don Luis Jerónimo Fernández de Cabrera.
Con fecha 21 de
febrero de 1949, el Ayuntamiento nombra una comisión para que se encargue de
realizar este acto, siendo nombrados los siguientes señores: Presidente:
Narciso del Nero Carretero. Vocales: Enrique Pelayo, Marcial Fernández-Sancho,
Juan José Recas, Alfredo Rodríguez y asesor económico don Pablo Rodríguez
Quiza, Interventor del Ayuntamiento.
Se nombró
también un Comité de Honor, formado por las siguientes personalidades: D.
Javier Martín Artajo, don Emiliano Montero Ruiz, don Abrahán Quintanilla Rojas,
don Julián Larroca, don José Sanchiz, Marques de Pescara, don Enrique de la
Vara, don José María Pemán, El Conde y la Condesa de Chinchón, don Felipe Sassone,
don Raúl Porras Barrenechea y don Alberto Martín Artajo, Ministro de Asuntos
Exteriores.
Los organizadores se plantean la posibilidad de solicitar la construcción de un
grupo escolar en honor de la Virreina, así como un parque infantil con una estatua
o monumento a la Virreina que estaría ubicado en los huertos de la calle del
Generalísimo.
Otro de los objetivos era poder traer los restos de la condesa desde Cartagena
de Indias a la Iglesia de la Asunción de Chinchón.
El día 16 de marzo de 1950, se hicieron visitas al Ministro de Asuntos
Exteriores y a la Condesa de Chinchón doña María Belén Morenés y Arteaga, para
entregarles el nombramiento de miembros del Comité de Honor, recibiendo su
aliento, pero no se llegó a hacer nada. (Estos datos están tomados de
la revista nº 4 de “Vida” de abril de 1950, en sendos artículos firmados por
Mateo de las Heras y Narciso del Nero.
En el año 1950, se publicó la
Revista “VIDA”, como hoja parroquial de los jóvenes de
Acción Católica. Su director, Antonio Susiac, decía en su primer número: “Así
también nace con el fin de hacer el bien y para servir al hombre y en él a
Dios, esta humilde hoja que lleva por título lo que es el sostén y la continuidad
de las plantas y de los seres, lo que embellece al mundo en sus múltiples
composiciones y lo que sostiene al hombre sobre la: VIDA”.
En los seis números que duró la “vida” de esta publicación, colaboraron,
entre otros: Mateo de las Heras, Narciso del Nero, Gonzalo Jiménez, Jacinto
Santos, Juan Colmenar, Alfredo Rodríguez, quienes nos dejaron datos sobre la
vida social, con reseña de nacimientos, bodas y defunciones; de los actos
religiosos y deportivos y reseñas históricas, como el descubrimiento de la
quina por la virreina del Perú, y datos sobre la Sociedad de Cosecheros,
conocida como la Mojona.
Pero sin duda
será recodado por los dos libros que escribió:
“El Estado Noble de Chinchón” que publicó en un aparte de la Revista Hidalguía, en el número 19 de
Noviembre-Diciembre de 1956, en el que hace un estudio detallado de todos los
escudos de Chinchón y de los paisanos nuestros que tuvieron o reclamaron título
de hidalguía.
Y sobre todo,
el ya comentado “Chinchón desde el Siglo
XV” que terminó de escribir en el año 1935 pero que no se publicó hasta el
año 1963.
Este libro
contiene una importante y amplísima información sobre la historia de Chinchón,
y es la base de la que nos hemos abastecido los que hemos querido ahondar en
nuestra historia, como se puede comprobar si estudiamos las bibliografías de
los libros publicados sobre Chinchón en los últimos lustros.
Narciso del
Nero tuvo una ideología conservadora, como no podía ser de otra forma por su
formación y procedencia, pero hizo méritos suficientes para haber sido
merecedor de algún reconocimiento y distinción que sí recibieron otros,
posiblemente con méritos menores, cuyos nombres figuran en las placas de algunas
calles de nuestro pueblo.
Aunque los
reconocimientos y galardones a título póstumo no tienen ningún valor para el
interesado, sirva esta pequeña crónica de don Narciso del Nero Carretero para
que pueda servir como reconocimiento a su labor cultural, y acicate y ejemplo
para los que se sientan atraídos al estudio de la historia de Chinchón.
Relator independiente.