POLÍTICA: "Por un puñado de votos"
Una columna de Herodoto Gonzalez para El EREMITA.
Yo hoy no voy a entrar en lo del referendum ni en lo de la independencia de Cataluña. Yo sólo quiero poner un ejemplo de lo que es la "casta".
Hace unos meses, los de Podemos acuñaron el calificativo de “casta” y hubo quienes no sabian muy bien lo que significaba. El hecho es que muchos de los que se les aplicaba este calificativo se sentían gravemente ofendidos; otros no tanto.
Se argumentaba que no todos los políticos de los partidos “tradicionales” eran casta. Que había muchos concejales que no cobraban nada por su dedicación a la “cosa pública” y que eran uno mas de sus conciudadanos.
Sobre todo los políticos del PSOE se sintieron muy ofendidos por este calificativo; no así muchos del PP, que en el fondo siempre se habían sentido pertenecientes a una casta superior que les venía de tiempos muy antiguos, incluso anteriores a la democracia, cuando ellos ya se dedicaban a estos menesteres de la gobernación de la gente.
El problema es que la connotación de “casta” tenía muchos matices y era difícil delimitar las características concretas que recogía el apelativo.
Pero, mira por donde, el otro día en el Parlament de Catalunya, don Jordi Pujol nos demostró clara y diáfanamente lo que era eso de la “casta”.
No es que hiciese una definición concisa del término, no. Fue mucho mejor. Nos demostró con su ejemplo cómo se comporta uno que tiene “casta”.
Pujol por los suelos (alegoría)
Sería muy difícil definir, solo con palabras, los gestos, el tono, la entonación de las palabras, las miradas, las gesticulaciones, las amenazas, la cólera, el desprecio, la soberbia, el engreimiento, la altanería y la suficiencia del otrora muy honorable, a la hora de “justificar” su situación puesta en entredicho y posiblemente delictiva. Si no lo vieron, no tienen ni somera posibilidad de imaginar cual fue su comportamiento.
¿Y contestar a esos pobres que sólo eran representantes elegidos por el pueblo? ¡Hasta ahí podríamos llegar! Uno de su casta no se puede rebajar a ponerse a la altura de los “parias” que también son "casta", pero de una "casta inferior", él diría que ínfima, que no entendía cómo tenían el atrevimiento de dirigirse a él.
En fin, que Jordi Pujol, la otra mañana en el Parlament, nos ofreció una lección magistral para que, de una vez por todas, sepamos lo que significa la palabra “casta”.
Nota: También Esperanza Aguirre, en los últimos días, ha dejado unas pinceladas para ilustrar algunos matices de este concepto.