Ya que estamos hablando de los libros escritos por Manuel Carrasco, y después de hacer mención a dos de historia, hoy nos vamos a detener en su primera novela.
"RECONDO -Tiempo de Amargura". Se trata de una novela de unas 400 páginas que podríamos decir que es una novela histórica. Narra las aventuras y desventuras de una familia, durante prácticamente todo el siglo XX.
Después de haber hecho diversos estudios históricos sobre Chinchón durante este mismo periodo, el autor se encontró con que muchos de los acontecimientos que habían ocurrido no se podían contar desde una óptica histórica, porque no había documentos fehacientes que corroborasen las deducciones a la que se podían llegar con lo relatado en los textos originales estudiados. Por eso decidió contarlo como una novela. Los personajes son ficticios, así como algunas de las circunstancias que los rodean, pero otros muchos son históricos y se pueden encontrar en diversas historias narradas por historiadores, si bien en la novela se recogen con protagonistas diferentes.
En primer lugar se publicó una primera entrega bajo el título "Los Velos de la memoria" y posteriormente una segunda con el título de "El amo". Ambas entregas se publicaron por capítulos en este mismo blog.
Pero el autor consideró que aún había algunas lagunas en las narraciones que había que cubrir. Por eso, haciendo un compendio de las dos primeras entregas y añadiendo algunos detalles que consideró necesarios para completar la acción, se conformó definitivamente la novela "RECONDO".
Una persona que leyó la primera entrega que también se publicó en una edición restringida, describía la novela como "Ese pueblo que no es Chinchón, pero es Chinchón".
Efectivamente Recondo no es Chinchón; pero lo que ocurre en Recondo y los lugares y personajes de Recondo nos recuerdan demasiado a Chinchón.
Por tanto, esta novela es el complemento necesario para poder conocer la intrahistoria de Chinchón durante este periodo de tiempo.
Como decía Javier Marías en su discurso de ingreso en la Real Academia Española de la Lengua, titulado "De la dificultad de contar", "Seguramente (los novelistas) seamos los únicos que podemos contar sin atenernos a
nada y sin objeciones ni cortapisas, o sin que nadie nunca nos enmiende la plana ni
nos llame la atención y nos diga:
"No, esto no fue así".
Espero que os guste.