En la calle Costanilla segunda de Chinchón, vivió don Manuel Alvar, muy cerca de su amigo Eduardo Carretero, que fue quien le animó a venirse a vivir a nuestro pueblo. Aquí pasó sus últimos años con su esposa doña Elena Ezquerra y rodeado de sus hijos y sus nietos.
El Ayuntamiento de Chinchón inició con fecha 16 de noviembre de 1989 un expediente para nombrarle hijo adoptivo de Chinchón, siéndole entregado el nombramiento en un acto celebrado en el Salón de Sesiones del Ayuntamiento el día 25 del mismo mes.
Falleció el 13 de agosto de 2001, y descansa en el cementerio de Chinchón, junto con su esposa, como ellos habían decidido.
Con su nombre fue bautizada la Casa de Cultura de Chinchón, que se siente orgulloso de haber tenido entre sus hijos a tan ilustre personaje.
Falleció el 13 de agosto de 2001, y descansa en el cementerio de Chinchón, junto con su esposa, como ellos habían decidido.
Con su nombre fue bautizada la Casa de Cultura de Chinchón, que se siente orgulloso de haber tenido entre sus hijos a tan ilustre personaje.
"El interés de esta muestra de nacimientos, dice Gonzalo Alvar Ezquerra, es poder admirar en la tranquilidad de este pueblo "hermoso y sobrio" como lo definió nuestro padre, las pequeñas obras de arte de multitud de artesanos esparcidos por todo el mundo que con su sensibilidad y su alma han imaginado y representado la misma imagen del Nacimiento desde las faldas de los Andes a Tierra Santa, desde el altiplano etiópe a Ciudad del Cabo, desde los rincones más discretos de Rabat hasta una humilde tienducha adosada a una iglesia de Chichicastenango, desde Estremoz, pasando por Mallorca, hasta Nápoles".
Entre todos los nacimientos, nos encontramos con esta caja con bajorrelieves del nacimiento de Jesús, obra de Eduardo Carretero, que hace años regaló a sus amigos y vecinos y que ahora se expone para todos nosotros.
Esta exposición quiere ser también el homenaje y una muestra de agradecimiento y admiración a todos esos menestrales que perduran y luchan en esta sociedad tan fríamente tecnológica.
Os he querido dejar una serie de fotografías de estos belenes, que desgraciadamente no muestran toda la belleza de estas figuras, porque ya se sabe que la realidad siempre es mucho más bella que su representación en fotografía.
Con mi agradecimiento a Carmen Alvar Beltrán, Comisaria de la Exposición y a Gonzalo Alvar Exquerra, artífices de esta cuidada muestra, que invito a visitar a todos los que hasta el día 8 de enero próximo pasen por Chinchón.
FIN.