El otro día me envió un amigo una carta que había dirigido un sacerdote católico al New York Times, en la que se quejaba de que dicho periódico había dedicado mucho espacio para denunciar algunos casos de pedofilia entre el clero, que sin duda eran una exigua minoría condenable, y obviaba la gran labor desarrollada por muchísimos sacerdotes católicos en todo el mundo, ayudando a los más necesitados, y detallaba algunos casos heroicos de dedicación e incluso de entrega de sus propias vidas por ayudar al prójimo.
Algo por el estilo se podría decir de los muchos políticos honestos que dedican su tiempo a la “res pública” por altruismo y ciudadanía, y de ellos apenas si se habla en los periódicos. Y los mismo de los buenos profesionales del periodismo y de los médicos entregados a su profesión, y de los maestros, y de los albañiles y de los camioneros, etc. etc, que nunca salen en los medios de comunicación, como no sea para “denunciar” algún hecho reprobable que haya podido hacer algún miembro de estos colectivo que, afortunadamente, suelen ser una excepción.
¿Por qué ocurre esto? Ya se sabe que en la Facultad de Periodismo se dice que la noticia no está en que un perro haya mordido a un hombre, sino que un hombre muerda a un perro. No es noticia que un sacerdote entregue su vida por los demás, es lo normal. No es noticia que un periodista sea estricto en su información, ni que un médico esté siempre dispuesto para si un enfermo lo necesita. No es noticia el político que se preocupa por el bienestar de sus conciudadanos sin esperar nada a cambio, ni cualquier profesional que cumpla con su obligación. En cambio es noticia cualquier anomalía que ocurra fuera de lo que se pueda esperar de cada uno.
Si un periódico se dedicase a dar sólo “buenas noticias” seguro que se arruinaba en unos días. Por eso lo que abunda en los medios de comunicación es la “basura”, lo morboso y lo indigno; y lo malo es que cuando ésto no existe, hay quienes se lo inventan.
Está bien que los medios de información “denuncien” lo que no está bien y gracias a ellos quedan a descubierto los que se aprovechan de sus posiciones para conseguir lo que es ilícito, inmoral y reprobable. Pero, ¿por que no se soluciona nada o al menos eso es lo que se percibe? Yo creo que el problema está en que hay demasiado corporativismo, y que los máximos responsables de los partidos políticos, de las empresas periodísticas, de la iglesia, de los médicos, etc. etc. en vez de cortar por lo sano cuando surge una de estas excepciones, se encargan de intentar taparla y con ello lo único que consiguen es que la corrupción parezca que está presente en toda la sociedad, cuando posiblemente sólo sea una excepción. Si la cúpula de un partido político fuese implacable con sus políticos corruptos, si la Jerarquía de la Iglesia hubiera entregado a los curas pedófilos a la Justicia, si la Sociedad no hiciese la vista gorda con los deshonestos, con los ladrones, con los inmorales, si no se votase a los corruptos, todo sería diferente.
En todo esto, también, hay que exigir TOLERANCIA CERO, y entonces otro gallo nos cantaría... Por otra parte yo creo que tampoco es una noticia importante que un hombre muerda a un perro, porque como decía el Guerra “Hay gente pa to”.