Imitando la idea de diversos programas de televisión, en los que se buscan a los paisanos que están viviendo por esos mundos de Dios, hoy inicio esta serie, con uno muy especial, aprovechando la oportunidad de la celebración de su cumpleaños. Salió hace muchos años de Chinchón hasta llegar a Villafranca de los Barros, en la provincia de Badajoz, donde consiguió el prestigio y el reconocimiento de sus nuevos paisanos.
Hoy comple 80 años. Juan de la Peña García-Tizón nació en Chinchón el día 10 de septiembre de 1929. Desde pequeño, se aficionó a la música, haciendo sus primeros estudios musicales con el maestro PATRICIO PECO.
Entonces vivía en la calle de Morata, y cuentan que en verano, las mujeres que iban a la compra, se paraban delante de la ventana para escucharle tocar el piano, mientras ensayaba.
Con el maestro Peco alcanza un buen nivel, pero se traslada a Madrid para ampliar sus estudios.
En la Villa y Corte entra a trabajar en diferentes orquestas, siendo objeto de sus preferencias las que formaban en las compañías de zarzuela donde, siempre, le adjudican el papel de maestro concertador al piano dadas sus buenas facultades para el cometido.
La preparación musical de JUAN DE LA PEÑA, que pone al servicio de sus actuaciones, le va abriendo huecos en el panorama del trabajo musical madrileño. Era la época de un Madrid con varios teatros dedicados a la zarzuela, la revista y espectáculos folklóricos todos ellos con orquestas en sus fosos. Existían un número considerable de conjunto orquestales con destino fijo y largas temporadas en las salas de fiestas y las boites.
Pero, por aquella época se pusieron en marcha unas disposiciones drásticas desde el sector de los sindicatos verticales que exigían estar en posesión del carnet del Sindicato de los Músicos como condición imprescindible para poder desempeñar la profesión en Madrid. Como afortunadamente el trabajo no le faltaba, no pasó por su cabeza el cumplir con este trámite burocrático del sindicalismo oficial. Sin embargo, debido a la fuerte presión sobre el particular, tuvo que renunciar a seguir trabajando en Madrid. La solución del problema que hubiera estado en realizar las pruebas para obtenerlo, no era posible porque, en aquellos momentos, no había terminado su carrera que era condición imprescindible para obtenerlo.
La imposibilidad de trabajar, que no la falta de trabajo, le aconsejó volver a su Chinchón natal. Fue una decisión inteligente, tras la que inició la preparación de unas oposiciones para conseguir un trabajo que le permitieran vivir una situación transitoria para volver de nuevo a empezar. Aprobadas las primeras a las que se presentó, adquirió la condición de funcionario del Servicio Nacional del Trigo con la categoría de Jefe de Almacén, siendo Toledo su primer destino, donde comenzó a tener relación con personas que se movían dentro y alrededor de la música.
Entra en contacto con los jesuitas y es requerido para tocar en la histórica iglesia de Santo Tomé de la capital toledana. Allí, se entregaba a una serie de improvisaciones al armonio que terminaron siendo objeto de atracción de aficionados que querían escuchar al joven músico de Chinchón.
Como el ensilado y almacenamiento del grano de trigo no era lo suyo, hizo nuevas oposiciones, esta vez a la radio, ya más cerca de la música, y comenzó a trabajar en Radio Toledo. Pronto, en la emisora, hicieron depender de JUAN DE LA PEÑA todo lo que significaba música y gozaron de gran popularidad los conciertos abiertos que él organizó.
Siempre que el trabajo se lo permitía se desplazaba a Chinchón y a Madrid donde contactaba amigos y visitaba los ambientes musicales. Si el tiempo se lo permitía no despreciaba algún o algunos de estos trabajos y con ocasión de estas circunstancias vivió su aventura cinematográfica.
En el año 1955 se rueda en Chinchón la película “LA VUELTA AL MUNDO EN 80 DIAS” protagonizada, entre otros, por Mario Moreno “Cantinflas” y responsables de la producción contactan con JUAN DE LA PEÑA y es contratado para ponerse al frente de la banda que luce en la película.
Le tientan con un atractivo contrato internacional para actuar en el lejano oriente, pero el Superior de los jesuitas en Toledo le plantea la posibilidad de que se traslade al Colegio de San José de Villafranca de los Barros, en el que se encontraba vacante la plaza correspondiente de profesor de música.
JUAN DE LA PEÑA, a sus veintiocho años llega a Villafranca de los Barros (Badajoz) el año 1957. Se integra en la nómina de profesores que han de desarrollar el curso 1957-1958. Su objetivo es integrarse en el ambiente musical villafranqués. Como lo habían hecho sus antecesores en el Colegio, los grandísimos músicos vascos ECHANIZ y GOROSTEGUI, y posiblemente siguiendo su ejemplo, se casa en el pueblo y allí fija definitivamente su residencia.
Es poco conocida en la biografía del maestro DE LA PEÑA el ejercicio del difícil arte del acompañamiento, que es fruto de la serena percepción que tiene del detalle en la música. Cabe destacar, entre los cantantes acompañados, al magnífico tenor, nuestro paisano, ENRIQUE DE LA VARA y en algún festival a MARCOS REDONDO.
Buen músico al servicio del clarinete, es sin embargo el piano, el instrumento de sus amores.
El año 1963 comienza a dirigir la banda municipal de Villafranca de los Barros, cargo que ocupa durante veinte largos años, hasta que el día 5 de diciembre de 1981 presenta su dimisión. Con fecha 1 de mayo de 1965 se le había nombrado Director del Servicio Municipal de Cultura y Arte de Villafranca de los Barros.
Se debe también a JUAN DE LA PEÑA la creación de dos tunas femeninas en los Colegios de Hermanas Carmelitas de la Caridad y Hermanas de la Cruz bajo nombre genérico de TUNA DE RONDALLAS.
Un hijo suyo, JOSE IGNACIO DE LA PEÑA nacido en 1971, ha seguido sus pasos, iniciando sus estudios musicales con su padre y continuandolos en el Conservatorio Superior de Música de Badajoz. Estudia Composición en Sevilla y obtiene Premio de Honor de Grado Medio y Premio Fin de Carrera de Composición. En 1997, becado por la Junta de Extremadura, participa en INJUVE. Fundador de Canac (Compañía de Arte Nuevo), su música ha estado presente en numerosos festivales y ciclos de música contemporánea. Es profesor de Armonía y Fundamentos de la Composición en el Conservatorio de Mérida.
Estos datos están resumidos de una extensa biografía que contiene el libro “Historias de la música en Villafranca de los Barros”, del que es autor Juan Martinez Carrillo.
Recientemente, en reconocimiento de todos sus méritos personales, y como agradecimiento de su importantísima labor en pro de la música y de la cultura del pueblo, el día 10 de febrero de 2009 el pleno de la Corporación Municipal de Villafranca de los Barros acordó poner su nombre a una calle de la zona de La Herrera.
Desde este humilde blog, me quiero unir a su familia y amigos, para enviarle la felicitación de todos sus "viejos" paisanos que nos alegramos, desde Chinchón, de su larga vida cargada de éxitos.
¡FELICIDADES!
En las fotografías podemos ver a los maestros Juan de la Peña y Patricio Peco y al tenor Enrique de la Vara, todos ellos nacidos en Chinchón.