El otro día os contaba la trágica muerte de nuestro paisano Francisco Moreno Huertas en la plaza de toros de La Coruña; datos que había conseguido en un blog dedicado a recoger todas las muertes ocurridas en el mundo de los toros, que se llama "lostorosdanyquitan.com".
En este mismo blog también encontré la reseña de dos muertes ocurridas en la plaza de Chinchón. Así se cuenta en el blog:
PELAYO HERNÁNDEZ (1922)
El 24 de septiembre de 1922, en el desarrollo de una capea en la localidad madrileña de Chinchón, dejó de existir el aficionado Pelayo Hernández. (Fuente: Crónica de don Juan José de Bonifaz Ybarra, de su obra “Víctimas de la Fiesta”, Capítulo7, Página 192)
RICARDO MONROY (1912)
Rehiletero cogido por un toro el 12 de septiembre de 1912 y que falleció a resultas de sus heridas el 2 de noviembre del mismo año.
Don Juan José Zaldívar Ortega, el ilustre cronista, refiere de este lidiador que"fue un novillero y banderillero de novillos, que el 12 de septiembre de1912 asistió a una capea en la Plaza de Toros de Chinchón (Madrid), y un toro, según dice llamado “Morucho”, de la ganadería de Tablada, le cogió y corneó horriblemente, introduciéndole el asta por un ojo, en tarde en la que alternaba con (Agujeta hijo). Trasladado a Madrid, luchando entre la vida y la muerte, estuvo en el Hospital Provincial. Todos los esfuerzos de la Medicina fueron inútiles y falleció el 2 de noviembre de 1912. Se trata de una cornada verdaderamente terrible. "
Por su parte, don Juan José de Bonifaz, refiere en su obra “Víctimas de la Fiesta”, que << toreaba el madrileño Ricardo Monroy Sánchez el 23 de septiembre de 1912 en la típica plaza de Chinchón (Madrid) a las órdenes del novillero Ramón Martínez (Agujetas hijo), cuando un astado de Tablada le corneó en una orbita ocular. Tras luchar con la Parca durante muchas jornadas, acabó sus días, el posterior 3 de noviembre de 1912, en el Hospital Provincial, de la Villa y Corte. "
Refiere "Don Víctor", el dedicado cronista madrileño que mantiene en la Internet el Blog taurino "A los toros", en sus efemérides del 12 de septiembre, que en 1912 en la capea que esa tarde se celebraba en la localidad de Chinchón (Madrid), resultó cogido de suma gravedad el banderillero madrileño Ricardo Monroy. Uno de los astados le cogió y corneó con tan mala fortuna que le introdujo el asta por la región orbital. Fue trasladado al Hospital Provincial de Madrid y allí estuvo luchando entre la vida y la muerte hasta el 2 de noviembre en que se produjo el óbito. Empezó a torear por los pueblos sobre 1908, y fue en la plaza de Tetuán donde finalmente se dio a conocer. A veces actuaba como sobresaliente y fueron varias las ocasiones en que llegó a estoquear novillos.
Dios quiera que no haya que contar más noticias como éstas.