Un extracto del artículo de ALAN BARROSO en Info Libre el 11 de enero de 2023.
“Sin embargo, a pesar de que ahora el Partido Popular haya recuperado a un portavoz que dice las cosas con una sonrisa y una indiscutible amabilidad, eso no los convierte en moderados. Porque la moderación no es votar en contra de todas las subidas del salario mínimo de manera sistemática. La moderación tampoco es haber llamado timo ibérico a la excepción ibérica que ha hecho que tengamos el precio de la energía más barato de Europa hasta el punto de que el resto de países la hayan copiado. La moderación no es haberse opuesto a todos los impuestos a los beneficios extraordinarios de grandes energéticas y bancos para financiar ayudas a quienes peor lo han pasado. La moderación no es llamar comunistas a los sanitarios que protestan por unas condiciones pésimas en Madrid, ni decir que “las familias ya han superado el dolor de la muerte de sus familiares en las residencias de mayores”, ni tachar de “mantenidos subvencionados” a quienes acuden a las colas del hambre. La moderación no es lo que hacen en las comunidades autónomas donde ya gobiernan bajando los impuestos a las 20.000 personas más ricas al mismo tiempo que son las que menos invierten en sanidad y en educación. Nada de eso tiene que ver con la moderación, por mucho que insistan. Más bien tiene que ver con una profunda radicalidad. Una radicalidad en la defensa de los intereses de una minoría.
La moderación para ellos simplemente es un traje apolillado con el que han vestido sus vergüenzas en demasiadas ocasiones y que ya está lleno de agujeros a través de los que todo el mundo puede ver lo que verdaderamente hay debajo: moderación con los poderosos y radicalidad contra los humildes”.