Va ya para tres lustros que me disfracé de Eremita y me retiré al desierto virtual desde donde he tenido un contacto casi diario con mis lectores. En todo este tiempo, y después de casi 4000 publicaciones en el blog, han sido muchos los acontecimientos que han ocurrido y los temas que he tratado.
Mi presencia en el Ciberespacio ha sido correspondido con más de 1.600.000 páginas visitadas por lectores de todo el mundo.
Inicialmente, permití que mis lectores pudieran opinar en mi propio blog, admitiendo comentarios, pero desgraciadamente tuve que eliminarlo porque muchos, amparados en la impunidad del anonimato, lo aprovechaban para volcar su inquina y mala educación en insultos, llegando incluso a las amenazas; cosa que entonces parecía novedoso, pero que ahora vemos cómo se ha hecho cotidiano en las redes sociales.
Durante este tiempo, efectivamente, ha nacido Facebook, Whatsapp, Instagram, y demás plataformas, que nos permiten estar informados de todo lo que pasa a nuestro alrededor y también en todo el mundo. Ahora conocemos al momento los actos que se programan en Chinchón y hasta podemos ver los plenos del Ayuntamiento, aunque lo de oírlos es un poco más difícil.
Ahora vemos las fotografías antiguas y modernas que se suben a la red, aunque muchas veces no sabemos si tienen autorización de los autores para hacerlo y muy pocas veces se ocupan de dar más información que la de ponerlas sin indicar, siquiera, de donde las han sacado.
Repasando el blog del Eremita, podemos ver una crónica diaria de los acontecimientos más importantes ocurridos en Chinchón y en el mundo durante este ya largo período de tiempo, y se puede comprobar el trabajo de investigación realizado.
Ahora ya, el Eremita ha dejado de ser el referente diario que informaba y opinaba de lo que ocurría en nuestro pueblo. Información y opinión que, como es natural, nunca era del gusto de todos, y que me hizo tener mis “pequeños enemigos” (bien es verdad que pocos, y muchos menos que los amigos) pero que aún conservo con cariño, porque no somos nadie si solo tenemos amigos, sin ningún enemigo que contabilizar en nuestro haber.
Ahora, recluido aún más en mi desierto virtual, apenas si me apetece abrir la ventana de la televisión, para enterarme del asalto de los ganaderos ultras al Ayuntamiento de Lorca; de quienes son las Tanxugueiras, Chanel y la teta de Rigoberta Bandini; si por fin Putin va a invadir Ucrania, o si a Casado le gustan o no las macrogranjas.
Así que no os preocupéis demasiado si acudo con menos asiduidad a mi cita con vosotros. Ahí queda todo lo publicado para que os podáis seguir informando de la historia y de la cultura de nuestro pueblo, y de vez en cuando abriré la puerta de mi blog para seguir en contacto con todos vosotros.
Como siempre, un abrazo, virtual claro, del
Eremita.