Si os digo que hoy he comido de aperitivo unos Bolinus brandaris, seguro que muy pocos sabrían lo que eran, si os digo que es un molusco gasteropodo marino que vive en aguas poco profundas, tampoco habré aclarado mucho de qué se trata, pero si os digo que hoy he tomado de aperitivo unas cañaillas, seguro que la mayoría ya sabe de que estoy hablando.
El otro día, en la pescadería del mercado, nos las ofrecieron y además nos hemos explicaron cómo se cocían. Y nos decidimos, porque estos días de aislamiento y confinamiento son propensos a experimentar nuevas propuestas.
No os voy a decir la receta porque está en internet y no es cosa de daros todo hecho; solo deciros que estaban muy ricas y seguro que repetiremos, además de recomendaroslas, porque no son caras y es un aperitivo diferente y de los que, hasta los menos cocinillas como yo, podemos atrevernos a preparar.