Con esto del confinamiento en casa uno debe buscarse sus hobby’s para matar el tiempo.
Yo, como estáis viendo en el blog, me he dedicado a recobrar los álbumes de fotografías y recordar los viajes que hicimos y que ahora los volvemos a disfrutar con su recuerdo.
Pero hay también otras actividades que te pueden ayudar a pasar los días y ofrecerte grandes satisfacciones.
A mi me gusta ver en televisión los programas de cocina, que dicho sea de paso es de las pocas cosas que se pueden ver sin sobresaltos, si exceptuamos lo de Máster Chefs y a la empalagosa Tamara Falcó. O sea, Carlos Arguiñsano y el Canal Cocina.
Pero lo interesante es meterte en la cocina y hacer tus pinitos cocineros.
Yo, claro, hasta ahora solo me atrevo con los aperitivos, porque el otro día me animé con algo más complicado y fue un rotundo fracaso. Pero para eso tengo a mi mujer que es una excelente cocinera.
Pero a lo que le vamos. El otro día compramos unos mejillones de un tamaño excepcional y busqué la receta para hacerlos en escabeche, aunque a mi como más me gustan es al vapor con unas gotas de limón.
Receta de mejillones en escabeche:
Ingredientes
- 2 kilos de mejillones gallegos
- 1 vaso de aceite de oliva virgen extra
- 1 vaso de vinagre de vino
- 1 vaso de vino blanco (un buen albariño a ser posible)
- Una cucharada sopera de pimentón de la Vera dulce o semidulce
- 2 dientes de ajo
- 3 hojas de laurel
Preparación de los mejillones en escabeche
- Limpiamos bien los mejillones debajo del grifo. Con un cuchillo rascamos las impurezas y arrancamos las barbas que sobresalen por la zona de unión de las conchas. Descartamos aquellos que estén rotos o abiertos. Los mejillones frescos deben estar abiertos un milímetro o dos y cerrarse al intentar abrirlos.
- Colocamos en una olla grande un vaso de vino albariño, dos hojas de laurel y los mejillones. Los llevamos a ebullición con fuego fuerte y tapados.
- Desde que hierve los podemos dejar dos minutos a fuego fuerte (si retirar la tapa) o podemos ir retirando los que van abriendo.
- Escurrimos los mejillones pero reservamos medio vaso del agua de la cocción que colaremos para eliminar impurezas. Ésta estará formada por el vino más el agua de mar que han soltado los mejillones.
- Separamos los mejillones de las conchas, desechando aquellos que no hayan abierto, y los colocamos en fiambreras o en frascos. Dependiendo del soporte en el que vamos a hacer la conserva.
- Fileteamos los ajos y los incorporamos a una sartén con el vaso de aceite de oliva virgen extra a fuego fuerte y una hoja de laurel.
- Cuando el ajo esté dorado retiramos del fuego y añadimos una cucharada sopera de buen pimentón.
- Removemos rápidamente con una cuchara de madera para que no se queme. Sacamos del fuego y añadimos, para enfriar, el vinagre y el agua de cocción que reservamos previamente. Removemos hasta juntar todos los sabores. Reservamos.
- Con esta mezcla cubrimos los mejillones en las fiambreras o en los frascos de cristal. Es importante que queden bien cubiertos de líquido para que se conserven bien y adquieran el sabor del preparado.
- Cuando estén a temperatura ambiente se pueden meter en la nevera. Reservamos 24 horas antes de comerlos, yo los dejo de un día para otro.
Me animé, y dicho sea en honor de la verdad, con la inestimable colaboración de mi mujer, conseguimos... Bueno, consiguió ella, un excelente resultado.
Las fotos son mias, no están bajadas de internet.