Decía Rubalcaba que en España enterrábamos muy bien, y con el mismo tenemos el ejemplo. De ser el malvado urdidor de todas las conjuras, a ser el hombre de estado que vivió para su Patria. Afortunadamente tenía razón y en España se entierra muy bien y al final se suele hacer justicia.
Podíamos empezar a hacer justicia y reconocer los valores de las personas antes de que sea ya un poco tarde...