Cuando llegamos a la ciudad de A Coruña, una visita obligada es La Torre de Hércules. Es una torre y faro de 57 m de altura, 1 2 sobre una colina, y data del siglo I. Tiene el privilegio de ser el único faro romano y el más antiguo en funcionamiento del mundo. El 27 de junio de 2009 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Hay varias leyendas relacionadas con su construcción. Una de ellas cuenta que Hércules llegó en barca a las costas que rodean actualmente la Torre, y que fue precisamente allí el lugar donde enterró la cabeza del gigante Gerión, después de vencerle en combate. Esta leyenda representa la continuidad del legado romano de Hércules sobre el legado tartésico-fenicio de Gerión.
La sombra de la torre es alargada
Asimismo, historiadores identificaron la torre como el lugar donde pudo haber estado situada la Torre de Breogán, una torre mitológica que aparece entre otros en el ciclo mitológico irlandés La mitología dice que «hubo un gigante llamado Gerión, rey de Brigantium, que obligaba a sus súbditos a entregarle la mitad de sus bienes, incluyendo sus hijos. Un día los súbditos decidieron pedir ayuda a Hércules, que retó a Gerión en una gran pelea. Hércules derrotó a Gerión, lo enterró y levantó un túmulo que coronó con una gran antorcha. Cerca de este túmulo fundó una ciudad y, como la primera persona que llegó fue una mujer llamada Cruña, Hércules puso a la ciudad este nombre»
La Torre de Hércules fue construida por los romanos como faro de navegación en el siglo I d. C., comprendida la construcción entre los reinados de Nerón y Vespasiano.
La fachada actual de la torre es el fruto de la remodelación neoclásica efectuada en el siglo XVIII. En el año 2007, fue elegida candidata para engrosar la lista de bienes culturales Patrimonio de la Humanidad.
Desde aquí parece que nos asomamos al fin de la tierra, porque parece imposible que nadie haya podido surcar este mar océano, que aún en días de calma parece sumirse en la bruma de lo desconocido.
Y dejamos la Torre del Hércules que empieza a desdibujarse en la bruma del ocaso, detrás de la estatua de Breogán, el padre de la raza galaica. Una excursión recomendable a la hora del atardecer, siempre que el tiempo en Galicia lo permita, como en este sábado de principios del mes de marzo.
Fotografías: m.carrasco.m.