Ya he comentado en otras ocasiones que la gastronomía tradicional de Chinchón se fundamentaba en los productos de temporada y estaba influída por las fiestas y celebraciones a lo largo del año. Lógicamente las Navidades eras unas de esas fiestas que siempre han tenido una clara influencia en nuestra gastronomía y, posiblemente, el plato que caracterizaba a la Nochebuena era el “Pollo en pepitoria”.
Durante todo el año se iba cebando un gallo que campaba a sus anchas por el corral hasta que llegaban estos días. Con los menudillos se hacía el arroz del día de Navidad.
Esta es la receta recopilada por Tanci de las Heras, y que figura en el libro “La Cocina tradicional en Chinchón”, publicado el año 2008.
POLLO EN PEPITORIA
Ingredientes:
250 gramos de pollo por persona.
Un vaso de vino blanco
Unas ramitas de perejil
Una cucharada de postre de harina tostada
Unos granos de pimienta negra
Una cabeza de ajos
Diez almendras crudas
Dos yemas de huevo
Sal
Tres o cuatro hebritas de azafrán
Aceite
Elaboración:
Se parte el pollo en trozos pequeños, se lava y se sala al gusto.
Se cubre de aceite el fondo de una sartén y se va friendo el pollo con unos dientes de ajo, por tandas y sin dejar que se dore.
Se pone en una olla todo el pollo con el aceite en el que se ha frito y se añaden el vino blanco, el perejil, la harina, las almendras picadas y los granos de pimienta negra. Se cubre de agua.
Se machacan en un mortero tres dientes de ajo crudos y unas ramas de perejil.
Se añaden a la olla los ajos y el perejil machacados y el azafrán, se le da el punto de sal y se pone a cocer. Se cuece durante 60 minutos aproximadamente en olla tradicional a fuego lento o durante 20 minutos en olla a presión.
Una vez cocido y antes de servir, se separa salsa en una taza y se diluyen dos yemas de huevo en ella. Se incorpora la mezcla al resto de la salsa de la pepitoria, sin dejar de remover para que se mezcle bien.
Se sirve muy caliente.
Nota: He puesto hoy la receta para que podáis comprar los ingredientes, si lo queréis hacer para la Nochebuena.
¡BUEN PROVECHO!