La Delegación Nacional de la Sección Femenina, editó un libro de cocina bajo el título de MANUAL DE COCINA-RECETARIO que recopila una extraordinaria muestra de recetas que recogen lo mejor de la cocina tradicional española y que fue el “vademecum” de todas la amas de casa novatas de mediados del siglo pasado. En casa tenemos la edición número 17 del año 1967.
En sus paginas 157 y 440 en la que aparecen las recetas de “Pimientos rellenos” y “Pimientos rellenos a la bilbaina”, entre sus ingredientes encontramos los pimientos “encarnados”.
Entonces, a nadie le extrañó que se cambiase el adjetivo de “rojo” por el de “encarnado”, aunque muchos pensarían que no dejaba de ser una horterada.
Pero ha pasado el tiempo, y me ha sorprendido la campaña que se ha montado en la prensa por llamar “La Roja” a la selección Española de Fútbol, que tampoco deja de ser una horterada y que no sé a quién se le ocurrió, pero que tampoco es cuestión de rasgarse las vestiduras a estas alturas del siglo XXI, como no sean algunos que aún añoren aquellos años de la Sección Femenina.
Por de pronto, esperemos que el próximo viernes ganemos a Chile y nos clasifiquemos para octavos; después, Dios dirá.
Yo he buscado los sinónimos de rojo y he encontrado: encarnado, escarlata, bermejo, colorado, granate, grana, púrpura, rubí, carmesí, bermellón, corinto...
Lo de bermejo no, porque recuerda al ministro socialista; lo de escarlata tampoco, porque alguien se iba a acordar de “Lo que el viento se llevó”; lo de corinto parece griego, lo de rubí o carmesí resulta muy cursi; colorado es premonitorio de lo que posiblemente ocurra cuando nos tengamos que poner todos así por el fracaso; lo de grana nos trae a la memoria las películas no toleradas de nuestra juventud; lo de encarnado nos recuerda los pimientos, y lo de púrpura se parece al oropel. Así que nos queda “La granate”, que da un tono demasiado oscuro, y la Bermellona”...
¡Qué coño, entre todas estas, yo me quedo, con ¡LA ROJA!!