Estas son las manos de Eduardo Carretero. Manos aún fuertes cuando se aferran al mazo y al cincel, a la gubia o a la espátula, para seguir haciendo arte. Ahora, que está viviendo los noventa y dos, sigue con el mismo entusiasmo sólo pensando en sus proyectos, e ilusionado con iniciar nuevas obras.
Hace poco, tuvo que pasar unos días en el Hospital Ramón y Cajal, donde está una de sus obras más conocidas, para que le pusiesen un pequeño "remiendo" para poder seguir trabajando, que es lo que más le gusta.
O presentaba, hace unas semanas su última obra, un busto del poeta Miguel Hernández, que ha sido colocado en San Sebastián de los Reyes.
Pero durante los dos últimos años no ha parado de producir arte. Estas son algunas instantáneas de Eduardo Carretero trabajando en su taller.
Pero además le podemos ver atendiendo a la prensa, junto al alcalde de Granada, en la inauguración de "su" monumento a los caídos en la Guerra Civil en el Cementerio de Granada, y en el escenario del Teatro Isabel la Católica de Granada, recogiendo la Medalla de Oro de la Ciudad,el pasado mes de febrero.
Eduardo está viviendo una segunda... o tercera juventud.
Le deseamos que pronto se recupere totalmente para que nos siga ofreciendo su arte, y su sabiduría..