Vista del conjunto del edificio del Convento de las MM.Clarisas, ya restaurado.
Hoy se ha procedido a la inauguración de la iglesia del Convento de las Madres Clarisas de Chinchón, que ha sido restaurado por la Comunidad de Madrid. 
Vista del coro de la Iglesia que no ha sido incluido en la restauración.
También hay disparidad de datos en la fecha de terminación del convento. Hay qienes lo sitúan en el año 1663, y otros, diez años antes. Según esta versión, se cuenta que el 28 de octubre de 1653, el señor conde elige como primera abadesa a Juana de la Santísima Trinidad, en el siglo, Dª. Juana Fernández de Pacheco y de Portugal, natural de Escalona, hija de los Marqueses de Villena, nieta de los Infantes de Portugal y prima de los condes fundadores, que había profesado en el Convento de las Descalzas Reales de Madrid, en el año 1617.
La fundación, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Concepción, fue dotada para treinta y tres religiosas, reservándose el conde el derecho de presentación de doce de ellas.
En el año 1752 había en el Monasterio veintisiete religiosas de velo negro.


Hay que destacar la expléndida restauración del retablo que ha realizado Miguel Angel Laguna Villalobos.

Vista interior de la Iglesia , con el retablo restaurado.
La Fundación de este Convento se atribuye a los primeros señores de Chinchón y Marqueses de Moya, don Andrés de Cabrera y doña Beatriz de Bobadilla, pero fue su hijo Fernando de Cabrera y Bobadilla, primer conde de Chinchón, quien muestra su deseo de fundación y al no conseguirlo, pide a su hijo Pedro, que se encargue de ese cometido. Ni éste, ni su esposa doña Mencía de Mendoza y de la Cerda, los segundos condes, cumplen el encargo.
Fue, por tanto, el III Conde de Chinchón, don Diego Fernández Cabrera Bobadilla y de su esposa doña Inés Pacheco, hija de los Marqueses de Villena, quienes hicieron realidad el deseo de sus abuelos, aunque tuvo que ser el V conde de Chinchón, don Francisco Fausto Fernández de Cabrera y Bobadilla, quien lograse terminarlo.
Fue, por tanto, el III Conde de Chinchón, don Diego Fernández Cabrera Bobadilla y de su esposa doña Inés Pacheco, hija de los Marqueses de Villena, quienes hicieron realidad el deseo de sus abuelos, aunque tuvo que ser el V conde de Chinchón, don Francisco Fausto Fernández de Cabrera y Bobadilla, quien lograse terminarlo.
Vista del coro de la Iglesia que no ha sido incluido en la restauración.También hay disparidad de datos en la fecha de terminación del convento. Hay qienes lo sitúan en el año 1663, y otros, diez años antes. Según esta versión, se cuenta que el 28 de octubre de 1653, el señor conde elige como primera abadesa a Juana de la Santísima Trinidad, en el siglo, Dª. Juana Fernández de Pacheco y de Portugal, natural de Escalona, hija de los Marqueses de Villena, nieta de los Infantes de Portugal y prima de los condes fundadores, que había profesado en el Convento de las Descalzas Reales de Madrid, en el año 1617.
La fundación, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Concepción, fue dotada para treinta y tres religiosas, reservándose el conde el derecho de presentación de doce de ellas.
En el año 1752 había en el Monasterio veintisiete religiosas de velo negro.

La presidenta de la Comunidad de Madrid en una rueda de prensa improvisada a la puerta de la Iglesia.
Por diversas causas y por el paso del tiempo, la iglesia había llegado a un estado grave de deterioro, que hacía indispensable su rehabilitación.

La Comunidad de Madrid, acometió esta restauración con cargo al 1% cultural, con una inversión total de 1.018.103 Euros.
Hay que destacar la expléndida restauración del retablo que ha realizado Miguel Angel Laguna Villalobos.
La inauguración ha estado presidida por la Presidenta de la Comunidad y el Obispo de Getafe, acompañados por las autoridades locales y con la asitencia de muchas personas de Chinchón.
Después de la inauguración oficial el Sr. Obispo de Getafe D. Rafael Zornoza Boy. ofició una misa, acompañado por diversos sacerdotes de la comarca.
Finalizada la misa, distintos restaurantes de Chinchón, ofrecieron, en el patio del Convento, un vino español a todos los asistentes.
Patio del Convento, con a entrada a la clausura, sobre la que se puede ver el escudo de los Condes de Chinchón.





Pero no hay que preocuparse, porque aunque España no pueda, 









En 1808, tras la invasión francesa de la Península Ibérica, se constituyó en Soria una Junta de Armamento y Defensa que organizó el regimiento o Batallón de Numantinos activo en los frentes de Logroño y Sigüenza. El 20 de noviembre de 1808 las tropas francesas se presentaron a las puertas de Soria y se entregaron al saqueo. La ciudad quedó en llamas y hubo que esperar a la segunda mitad del siglo XIX para que recuperara sus índices de población y riqueza.
En la actualidad Soria puede definirse como una capital pequeña (39.344 habitantes), pero activa gracias a la industria del turismo, que conserva en parte su carácter histórico y medieval, y rincones, que rezuman esa magia que ha seducido a los viajeros de todos los tiempos. La ciudad trata de rentabilizar la pátina literaria otorgada por su protagonismo en varias de las Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer o en los versos de Antonio Machado y Gerardo Diego.




y3º) por el noveno centenario de la muerte del Obispo que restauró la Diócesis: San Pedro de Osma.Además de estas ideas se desarrollará con obras procedentes de todas las diócesis de Castilla y León el tema del Paisaje interior.La segunda parte, o segundo momento de la exposición, ya en el claustro, será más una explicación del sentido del claustro y del arte románico que introdujeron los sembradores de la fe en estas tierras. 








