Ya han empezado a aparecer por los medios sociales adelantos de los programas electorales para las próximas elecciones municipales. Yo he recibido por Whatsapp un documento que decía ser de Vox, aunque tal como proliferan las fake news, ya no te puedes fiar de nada ni de nadie.
En ese documento se hace referencia a las propuestas de ese partido a nivel nacional y también se hace mención a distintas propuestas para Chinchón.
Entre ellas, se habla de modificar los horarios de los autobuses de línea, cambiar el alumbrado público, asistir a más ferias de turismo, hacer más eficiente el servicio del Ayuntamiento, crear más aparcamientos, modificar el empedrado de las calles, mejorar las carreteras y rehabilitar y recuperar los edificios históricos de Chinchón.
Es posible que si se matizasen algunas de las propuestas, la mayoría de los partidos podrían suscribirlas; sin embargo, esto no es un programa electoral, esto no dejan de ser unos deseos más o menos aceptables, pero que todos sabemos que no tienen casi ninguna posibilidad de ser realizados, más que nada porque las competencias sobrepasan a lo que se puede hacer desde un Ayuntamiento; como no sea, como decía el Viejo Profesor Tierno Galván, que los programas se hacen para no cumplirlos.
Además, no se habla de financiación, ni de quien debe hacer frente a los gastos que estas iniciativas conllevarían.
Me ha llamado mucho la atención la iniciativa de rehabilitar y recuperar los edificios históricos de Chinchón. ¿A que edificios se refieren? Además de la Casa de la cadena, está el Castillo, las Iglesias, el Parador, además de varias casas blasonadas... La mayoría de estos edificios son de titularidad privada...
¿Quien debería asumir el coste de su rehabilitación? ¿Para qué se quieren recuperar? Posiblemente no fuera eso lo que quieren decir; por eso es necesario que en los programas electorales se concreten las propuestas y sobre todo se cuantifique su coste.
Como a partir de ahora y hasta el próximo mes de mayo, vamos a recibir los programas electorales de todos los partidos, me atrevería a pedirles que se lo “curren” un poco más y nos digan la repercusiones, económicas y sociales que sus propuestas conllevarían.
Estaremos atentos, y estudiaremos con detenimiento todas ellas con el fin de que nuestros votos sean más responsables, y como es de desear, entre todos elijamos a los mejores. Amén.