En varias ocasiones he publicado distintos artículos que me han enviado mis lectores, sobre temas diversos. El otro día me escribió Juan Luis Rodríguez, que se define como seguidor de este blog y que ha participado en iniciativas políticas locales (ATyS) que hace un año llevaron a este pueblo a dar un cambio a la política municipal; y me adjunta un artículo en el que hace una exposición y comentario sobre las últimas elecciones generales celebradas en España. Como ya he repetido en varias ocasiones, me gusta dar la palabra a mis lectores, con solo dos condiciones: que firmen sus artículos y guarden un mínimo de respeto y decoro en la exposición de sus premisas.
Este es el artículo de Juan Luis, que ha titulado:
"NUESTRA HISPANA VENEZUELA"
"A todos los españolitos y españolitas.
Ya pasaron las elecciones generales en España, esta vez parece que definitivamente, hasta dentro de otros cuatro años, toda una eternidad para un país en caída libre social y de decencia. Nuestros estimados gobernantes, adalides de ruinas democráticas, pueden respirar aliviados de cualquier deber de dar cuenta o responsabilidad ante su pueblo teniendo la incómoda amenaza de unas urnas cercanas.
Bye-bye al populacho español durante una larga temporada, ya se ha contado con vosotros "democráticamente", olvídense de sus políticos, retírense a sus dependencias, búsquense la vida como puedan, que nosotros, los políticos (los de siempre), quedamos muy ocupados en retomar nuestros quehaceres habituales que indeseables periodistas airean en forma de goteo incesante de escándalos y corrupción. Nos anotamos esta vez tener mucho más cuidado por intentar anular con los métodos que sean necesarios cualquier intento sedicioso de quienes puedan tener por mala costumbre remover la conciencia de un pueblo.
Estos viejos políticos y algunos nuevos, de nombre que no de principios, que ahora sí o sí vuelven a quedar abocados a dirigir a su país, se escandalizaban en meses pasados de las injusticias y carencias democráticas que ocurrían en algunas partes remotas del mundo. Eso sí, sólo en algunas, que tampoco se puede marear al populacho e intentar enseñarles geografía con un largo listado de lugares donde la falta de libertad y persecución política es norma habitual, máxime si resultan ser además países donde nuestras "bien" trabajadas relaciones comerciales han tenido su fruto divino, bendecidas dictaduras si es así.
Estos que ahora nos tienen que volver a gobernar no gastaron pereza en viajes, utilización de poderes fácticos, recurrir a ex-presidentes, recursos públicos, etc . . . para hacernos ver las carencias democráticas en lugares lejanos. Sin embargo en nuestro país, nuestra hispana Venezuela, lo denominado por ellos como democracia, no les merece ni el más mínimo de sus cuidados y preocupación. Su intento de exportación democrática resulta un insulto a la decencia y una estafa mercantil, pongo sólo algunos ejemplos de atropellos democráticos consentidos más propios de repúblicas bananeras:
- Un país con un ministro del interior que actúa con métodos mafiosos y de persecución contra sus rivales políticos desde el manejo de las instituciones y los recursos públicos sobre los que tiene el poder, dejado en completa evidencia, nos hace colocarnos a la altura democrática de la antigua RDA que veíamos en las películas de la guerra fría, en España ya tenemos nuestra particular Stasi.
- Un país con más de dos millones de expatriados (forzados en su gran mayoría), como salidos de una postguerra, a los que se les niega de facto el derecho al voto, poniéndoles todas las trabas habidas y por haber en pleno siglo XXI y que elección tras elección lejos de ser un problema resuelto, es conocido, tolerado y "no afecta al resultado", debería llamarse fraude electoral y debería conllevar la impugnación automática de las elecciones hasta que no haya un sólo español que se quede sin votar solamente si ese es su deseo.
- Un país cuyo marco legislativo de referencia otorga derechos escritos civiles que quedan incumplidos sistemáticamente por órdenes judiciales y actuaciones policiales contra incluso niños, enfermos y discapacitados, debería llamarse estado fallido o ilegal, aparte de inmoral.
- Un país donde la competición política en elecciones "democráticas", cuya consecuencia demostrada es el secuestro del poder, basa el juego limpio en el cumplimiento de una legislación electoral que vela por la igualdad de las oportunidades democráticas de las diferentes opciones políticas, y que durante décadas se ha demostrado vulnerada, debería de haber impugnado resultados electorales por trampas demostradas en el juego. La democracia con fraude es inexistente.
- Cualquier organización política con prácticas delictivas y corruptas evidenciadas judicialmente, debería ser apartada y disuelta, sin la más mínima posibilidad de poder volver a participar con el mismo nombre o personas responsables en sucesivas citas electorales, exactamente igual que con partidos políticos asociados a violencia antidemocrática en el pasado. No nos pueden gobernar delincuentes.
- Un país donde los medios públicos (llámese TV), quedan a disposición del gobierno y son utilizados de forma partidista (que no pública) para hacer mantener a quien está en el poder y perseguir a los oponentes políticos, es el más puro reflejo de un estado dictatorial y corrupto.
- Un país donde aparece la sombra de la compra de votos recurrente en lugares y situaciones públicamente conocidos sin que se tome la más mínima investigación, control y sanción, como el conocido caso de Melilla, donde se documenta en los recuentos electorales la aparición de billetes de 50 euros dentro del sobre en vez de una papeleta electoral demuestra a cuánto se cotiza el voto en el mercado de la corrupción política y lo que se puede deducir de la estadística; esto sólo puede suceder en una España ilegal y caciquil persistente o en repúblicas bananeras a las que queremos dar lecciones democráticas.
- Un país donde el valor de dos votos es totalmente diferente y por tanto altera por completo el resultado, es lo más antidemocrático que puede haber por muy legal que se nos quiera hacer ver. El principio de un español-un voto es anticonstitucional en este "democrático" país, hipócritamente se nos habla de nuestra supuesta igualdad de derechos vivamos donde vivamos, ¿acaso hay ciudadanos que también tienen 4 ó 5 veces más deberes que otros por el hecho de vivir donde viven?
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Por todo ello y mucho más, Sres. políticos y futuros gobernantes: no busquen por el mundo carencias de libertad y delitos democráticos que ya nos tocan de cerca aquí, las amenazas del país esta vez si que no están en desiertos remotos ni en montañas lejanas".
Fdo.: Juan L. Rodríguez