Han pasado 43 años.
En París, en mayo de 1968 se produjo una cadena de protestas que fue iniciada por grupos estudiantiles de izquierdas contrarios a la sociedad de consumo, a los que posteriormente se unieron grupos de obreros industriales y, finalmente y de forma menos entusiasta, los sindicatos y el Partido Comunista Francés. Como resultado, tuvo lugar la mayor revuelta estudiantil y la mayor huelga general de la historia de Francia, y posiblemente de Europa Occidental, secundada por más de 9 millones de trabajadores.
La magnitud de las protestas no había sido prevista por el gobierno francés, y puso contra las cuerdas al gobierno de Charles de Gaulle, que llegó a temer una insurrección de carácter revolucionario tras la extensión de la huelga general. Sin embargo, la mayor parte de los sectores participantes en la protesta no llegaron a plantearse la toma del poder ni la insurrección abierta contra el Estado, y ni tan siquiera el Partido Comunista Francés llegó a considerar seriamente esa salida. El grueso de las protestas finalizó cuando De Gaulle anunció las elecciones anticipadas que tuvieron lugar el 23 y 30 de junio.
Madrid, Mayo de 2011. Un grupo de jóvenes, posiblemente organizados o posiblemente sin organización previa, se reúnen en la Puerta del Sol de Madrid, para protestar por la situación económica, social y política del país. Se pone en cuestión, en primer lugar, a los partidos políticos, que siguen enfrascados en su “campaña electoral” cuidando más desprestigiar al contrario que proponer medidas para solucionar los graves problemas de la sociedad.
Se protesta que la crisis económica que padece el País la estén sufriendo, como siempre, los más desfavorecidos, mientras que los que la crearon sigan recogiendo beneficios...
No sé si el Gobierno español ha previsto la magnitud que puede alcanzar esta protesta; posiblemente la mayor parte de los sectores participantes en la protesta no llegarán a plantearse la toma del poder ni la insurrección abierta contra el Estado y dentro de otros 43 años los viejos de entonces recuerdarán con nostalgia estos tiempos...
Lo que sí es digno de ver es cómo los políticos y sus “voceros periodistas” están hechos un lío sin atreverse a dar una opinión coherente a todo lo que está pasando y, como ya es habitual, sólo se preocupan de “saber a quien beneficia o perjudica” todo esto, en vez de tomar nota de que la mayoría de lo que se pide en la Puerta del Sol de Madrid deberían recogerlo en todos sus programas electorales.
Esto sí que es un verdadero espectáculo y no los aburridos partidos del Madrid-Barça.