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La plaza de Chinchón. (Historia)
La Plaza Mayor no es, sólo, la
imagen de Chinchón. Fue también la imagen de España, cuando en el año 1960,
paseó por todo el mundo la incomparable estampa de un día de toros en Chinchón,
que sería uno de los reclamos utilizados por la incipiente industria turística
que empezaba a exportar el sol de España. Tiene, además, nuestra plaza la
característica de su gran versatilidad.
La plaza es "ágora griega" que congrega a los ciudadanos para
hablar de la "res pública". La plaza es el patio grande de todas las casas
de Chinchón, donde los niños juegan y los mayores se relacionan. La plaza es
corral de comedias, es coso taurino, salón de baile en las verbenas, estadio en
competiciones deportivas, paseo para mocitas en edad de merecer; es zoco y
rastrillo los sábados por la mañana, terraza gigante y comedor de restaurantes,
paso obligado de procesiones, aparcamiento para coches (¿hasta cuándo?) y,
siempre, punto de encuentro para chinchonenses y forasteros.
La Plaza Mayor está al sur del
primitivo casco de Chinchón, donde se encuentra la ermita de San Antón, y al
oeste del barrio del Castillejo. Se debió iniciar su construcción en el siglo
XV aprovechando una explanada, formada por la cuenca en donde confluían varios
arroyos. La configuración actual de la plaza hace pensar que su construcción se
debió iniciar de forma anárquica, sin planificación previa y con materiales
pobres. Pascual Madoz, en el año 1848, hace mención a que "para evitar la
inundación de las aguas que descienden de los cerros que la circundan por el
norte, este y sur, se construyeron dos grandes alcantarillas subterráneas,
embovedadas de mampostería por donde se da salida a las aguas, sin ser vistas,
hasta muy distante de dicha plaza."
Estas dos alcantarillas, son anteriores a las obras de urbanización que
en el siglo XIX efectuó la Sociedad de Cosecheros.
Desde finales del Siglo XV, al
ser Chinchón cabeza del condado, se hacían mercados y ferias de ganado,
instalándose en la plaza por ser el espacio más amplio que disponían. Desde
entonces, la plaza fue, ha sido y es el centro comercial del pueblo. Los
soportales se debieron construir, sin duda, para que los comerciantes pudieran
ofrecer sus productos a cubierto de las lluvias invernales y de los tórridos
soles veraniegos.
Precisamente por la utilización
de materiales poco resistentes como la madera y por las humedades generadas por
su ubicación en el cauce de varios arroyos han sido necesarias continuas obras
de reparación en la plaza.
Además de las realizadas
particularmente por los propios vecinos, conocemos que en el año 1880 se
realizaron por la Mojona obras de infraestructura para la instalación de un
nuevo tabloncillo que había regalado el diestro Salvador Sánchez
"Frascuelo", del que más tarde haremos historia, para lo cual hubo de
reducirse el ruedo, que hasta entonces ocupaba la práctica totalidad de la
plaza.
En la plaza también nos vamos a
encontrar con dos fuentes públicas:
La actual
"FuenteArriba", o mejor ficho, Fuente de Arriba, se restauró con la
reforma de la plaza de 1970, pero esta fuente tuvo distintas configuraciones.
Sin conocer cuál sería su
ornamentación, en un documento del archivo, del año 1816, se indica la
necesidad de efectuar una reparación en la fuente pública de la Plaza y
abrevadero, por haberse producido un hundimiento; autorizando el Contador
General de Propios y Arbitrios del Reino a que se cobren las exacciones
correspondientes para hacer las obras, que se han de sacar a pública subasta en
el precio de mil cuatrocientos reales.
Sabemos que a finales del siglo
XIX fue canalizada y ornamentada por la Sociedad de Cosecheros, como todas las
demás fuentes del pueblo. Su imagen la podemos contemplar en el telón de boca
del teatro, pintado por Luis Muriel. Además de un gran pilón que servía como
abrevadero para las caballerías, en el que vertían sus aguas dos grandes caños de cobre, tenía un frontal
de piedra, rematado con un frontón triangular, coronado por tres bolas de
piedras. En el centro del frontón, las letras S.D.C., siglas de dicha Sociedad.
A principios del siglo XX se
realizó una transformación, en la que manteniendo el pilón formado por grandes
losas de piedra en fondo y laterales, se suprimió el frontal de piedra y se
colocó una barandilla de hierro forjado. Hay muchas fotografías de la fuente
con esta decoración.
A mediados de ese siglo se
volvió a reformar, quitando la barandilla y haciendo un nuevo frontal de
piedra, parecido al primitivo, también con tres bolas de piedra, pero sin el
frontón triangular. En el centro del frontal se colocó el emblema de la Falange,
el yugo y las flechas de los Reyes Católicos.
En el proyecto de ordenación de
la plaza del año 1966 se incluyó la reforma de esta fuente, planteando una gran
fuente abrevadero en sustitución de la que había, manteniendo, una vez
restaurada, el pilón y cambiando el frente de mampostería, por otro de sillería
moldurada. Se emplean como materiales constructivos la piedra de Colmenar y el
granito, y en el centro del frontal, que ahora se hace rectangular y también
rematado por bolas de piedra, se coloca un escudo en piedra de la Ciudad de
Chinchón, que es que actualmente preside la plaza. En la parte posterior se dispone un pequeño
pilón para poder llenar cántaros, y aprovechando el desnivel de la calle, se
sitúa en el subterráneo, unos servicios públicos, bajo la plataforma posterior
de la fuente.
Enfrente, hay en la plaza otra
fuente, la de Abajo, o "El Pilar", que además tiene un gran pilón
que, antaño, servía para lavadero
público. Está en un recinto cerrado al que se accede por una puerta en la
plaza. Allí, en el año 2000, se construyó la Oficina de Turismo, remodelándose
todo el recinto, conservando la fuente y el lavadero.
Por último, en la plaza también
vamos a encontrarnos con varias lápidas conmemorativas:
En la fachada del Ayuntamiento
hay una placa conmemorativa que dice:
Peña taurina el Tentadero.
Homenaje póstumo a D. Marcial Lalanda. Chinchón, 19.10.1991
Pero no es esta la única lápida
que hay en la plaza dedicada a un torero. Bajo los soportales, entre el
"Bar Flor" y el "Rincón de Frascuelo", nos encontramos otra
lápida de bronce, realizada por Ángel Simón "Quicile", que dice: Peña
taurina El Tentadero. Homenaje póstumo a D. Salvador Sánchez Frascuelo.
Chinchón. 18-11-89.
Y en la fachada del restaurante
de la Virreina, donde estuvo la posada del tío Tamayo, hay un mural de
azulejos, obra de Manolo Gómez Cía., que dice:
"Antigua posada del Tío Tamayo donde
convaleció Salvador Sánchez Frascuelo las muy graves heridas que le infirió un
toro en la capea que se celebró en esta plaza el 25 de julio 1863". Encima
de la efigie del torero hay una orla que dice: "Los hechos del gran
Frascuelo en nuestra memoria están, nos regaló un tabloncillo y a los pobres
les dio pan".
Aún hay en Chinchón otra placa
conmemorativa dedicada al mismo torero. Ésta fue colocada por la Agrupación de
Amigos de Chinchón en la fachada de la casa que perteneció a Frascuelo en la
calle de la Amargura, con motivo del centenario de su muerte.
Dice así: Al matador de toros
Salvador Sánchez Povedano "Frascuelo", que vivió en esta casa.
Agrupación Amigos de Chinchón. 1998.
Pero también quiero dejaros
algunos datos históricos de nuestra plaza:
Los Reyes Católicos dieron
instrucciones para que en todos los pueblos y villas se construyeran edificios
donde se pudiese reunir el pueblo en ayuntamiento general, y siguiendo estos
consejos, en el año 1499, el Concejo compró a Juan Tinajero, vecino de Illescas,
unas casas que tenía en la plaza, para construir el Ayuntamiento.
La evolución constructiva en
casas, fachadas y balcones ha mantenido su carácter popular, realizándose
modificaciones y cambios de forma espontánea por los propios vecinos y generalmente
con materiales pobres. Hasta el año 1683 no queda totalmente cerrada, dejando
sólo el acceso a las distintas calles que confluyen en la plaza.
Y así, poco a poco se fue
configurando lo que es la actual plaza mayor de Chinchón. En el año 1713 se
autoriza a varios vecinos "para poder hacer vistas y claros, entre el
edificio de José Herrera y la cárcel; en el Barranquillo que llaman de la plaza
y en el Barranco que sube a los Espinos, dejando capacidad para que pasen las
procesiones, carros con tálamo y coches con seis mulas".
La celebración de festejos,
sobre todo, teatrales y taurinos, en la plaza, motivó la construcción de los doscientos
treinta y cuatro balcones denominados “claros” que son los lugares más idóneos
y cómodos para asistir a los espectáculos. A este respecto, es oportuno
destacar la peculiaridad legal que se produce en la plaza de Chinchón. Efectivamente, muchos de estos balcones no
pertenecen a los propietarios de las casas, sino que son fincas registrales
independientes que tienen una servidumbre de paso de la que son predio
sirviente las casas donde están ubicados. El origen de esta peculiaridad
jurídica puede estar en que en su día los antiguos propietarios, por los
general los señores que se trasladaban a casas más confortables en el pueblo,
cedían a los nuevos propietarios, muchas veces sus propios criados, la
propiedad de la casa, con la excepción de los balcones que se reservaban para
poder asistir a todos los acontecimientos festivos y religiosos que siempre se
celebraban en la plaza.
La portada de piedra con reja,
que ahora sirve de entrada principal al Ayuntamiento, nos dice que fue colocada
en el año 1863, y la misma debía proceder de la Iglesia de Santa María de
Gracia, que había sido destruida por los franceses.
En el año 1876 se cerró el
portal de la planta baja, para evitar que fuese refugio de mendigos y depósito
de basuras, y se estableció el matadero junto a los corrales que existían para
encerrar los toros.
En el año 1932 se efectúa una
reforma en el ayuntamiento. Se realizan obras para la adecuación de las
oficinas y arreglo del matadero.
En el año 1961 se efectúan
obras, de nuevo, para la adecuación de
las oficinas y las dependencias municipales.
En el año 1966 se presenta un
Proyecto de ordenación de la Plaza Mayor
y acceso a la Iglesia de la Asunción, por el Ministerio de la Vivienda,
Dirección General de Arquitectura. Sección de Ciudades de Interés Artístico
Nacional, que dirigía D. Miguel Ángel García Lomas, que después fue Alcalde de
Madrid, y a quien se le concedió el "Ajo de Oro" de la Asociación de
Amigos de Chinchón, en el año 1971.
En el año 1967, cuando se hace
la reforma general de la plaza, en el edificio del Ayuntamiento se proyecta la
sustitución total de la fachada, dejando un soportal en la planta baja, con
columnas de piedra, zapatas, carreras, antepechos de galería y pies derechos de
madera y aleros con canecillos.
En el año 1974 la Ciudad de
Chinchón fue declarada "Conjunto histórico-artístico", y en la
memoria justificativa se destaca, entre otros valores, la famosa plaza, que
define como "uno de los más valiosos ejemplos de plazas españolas, genuina
representación de arquitectura popular".
Con este decreto, todos los
monumentos de Chinchón quedan bajo la tutela y conservación del Estado.
Así, en el año 1988 la
Dirección General del Patrimonio Cultural asume la necesidad de afrontar una
restauración integral de este singular elemento de su patrimonio que es la
plaza mayor de Chinchón.
En el año 2007 terminó la
enésima restauración de la plaza, llevada a cabo por la Comunidad de Madrid, en
la que se hizo una concienzuda rehabilitación de toda la plaza poniendo
especial énfasis en la seguridad de sus balconadas. La inauguración oficial de
esta rehabilitación tuvo lugar el día 3 de noviembre de 2008 con la presencia
de Esperanza Aguirre, Presidenta de la Comunidad de Madrid.
Relator Independiente.
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