EDUARDO CARRETERO.
Eduardo Carretero, granadino de la Plaza Bib Rambla, está considerado uno de los mejores escultores del siglo XX y entre sus famosas esculturas se encuentra el gigantesco busto de Ramón y Cajal que preside las instalaciones del hospital madrileño. También se le ha definido como el heredero de la Generación del 27 y su obra ha sido encuadrada dentro de la vanguardia de posguerra y el informalismo.
Eduardo Carretero Martín se formó artísticamente en su ciudad natal. Desde su juventud trabajó en proyectos de esculturas integradas en la arquitectura, campo en el que ha ido dejando lo más significativo de su obra. Así lo atestigua la noble estatuaria del tipo historicista realizada para la decoración del Colegio Mayor Isabel la Católica, conjunto por el que fue galardonado por la Universidad de Granada.
PICASSO. LORCA. RAMON Y CAJAL. ABERTI
Asimismo son conocidas sus esculturas ornamentales para la Iglesia de San Francisco Javier, en Pamplona, y para el Instituto Nacional de Colonización en Madrid, y la ya mencionada cabeza de Ramón y Cajal junto al Hospital que lleva su nombre. Tiene, además escultura pública en las ciudades de Salamanca, Almería, Jaén, Talavera, Lérida, Pamplona y Badajoz. En su juventud Eduardo Carretero aprendió a modelar y a tallar dentro de una escultura entendida a la manera tradicional, académica. Pero desde sus comienzos supo también prestar una atención prioritaria al juego de los volúmenes, supeditando la descripción de las formas de la figuración verista a la importancia intrínseca de esos valores volumétricos, tridimensionales. Su lenguaje evolucionó del figurativo hacia un carácter expresionista de renovado vigor. Dentro de este estilo están los bustos de Rafael Alberti, Gabriel Celaya y la cabeza de Picasso, obras conmemorativas en las que se evidencia la facilidad del escultor para la captación psicológica propia del género del retrato.
MARIANA PINEDA
Vive en Chinchón por su pasión a la piedra. Eduardo Carretero eligió el lugar definitivo de su vida porque está apenas a unos kilómetros de las canteras de Colmenar, en donde él consigue el material para su obra, sus esculturas. En el año 2005 fue nombrado hijo adoptivo de Chinchón, celebrándose una exposición retrospectiva de sus retratos de personajes famosos, como Federico García Lorca, Gabriel Celaya, Picasso, Rafael Alberti, Mercedes Sosa, Ramón y Cajal, su esposa Isabel Roldán García, y Mariana Pineda, una de sus últimas obras que se ha colocado en la universidad de Granada y en Bruselas. Mantiene aún su fuerte acento granadino en una voz cálida y suave y su aire rebelde. Sólo ha perdido un poco de oído, pero todavía se le puede ver empuñando con firmeza la maza y el cincel, mientras asevera que la escultura es el arte más duradero, pues de las antiguas civilizaciones sólo nos quedan los restos de las estatuillas y tanagras, además de las impresionantes estatuas de piedras... Pero enseguida confiesa que a él no le importa demasiado la posteridad. Dice que anda ya viviendo los 90 años, pero es capaz de trasmitir su fuerza y su viveza, que mezcla, como buen granadino, con un inconfundible sentido del humor. Para celebrar esta redonda honomástica, se han celebrado varias exposiciones, como la celebrada a principios de año en Leganés, donde se ha colocado en unos de sus parques el busto de Picasso, realizado por Carretero y la actual de Chinchón. En breve le será entregado el nombramiento de académico de honor de la Universidad de Granada.
Don Moisés. Maria del Carmen Díaz. El gato de la costanilla
José Mayo. Charo Cabrero. Javier Vinader.
Dos vistas generales de la exposición de esculturas que se está realizando en la Casa de Cultura Manuel Alvar de Chinchón, desde el día 8 al 31 de agosto de 2009.
Con el detalle de todas las obras expuestas.
El abuelo. Adelaida. José Antonio
Lola de Dios. Eduardo 1945. Manolo Gómez-Zía.
Tito Lozano. Pili Palacios. Alfredo Rodriguez.
Luisa. Isabel. Jacinto. Maria del Pilar.
En la exposición también podemos contemplar cuatro esculturas de JOSE ANTONIO MARTINEZ, un gallegos nacido en San Juan de Aznalfarache (Sevilla ) y que reside en Chinchón desde 1968. Ha iniciado tardiamente su aprendizaje en el arte de la escultura, pero cuenta con los sabios consejos del Maestro Eduardo Carretero, que le ha querido aconger como discípulo.