sábado, 6 de junio de 2020

CHINCHÓN EN LA POSGUERRA. I




Es historia de Chinchón y es historia reciente. Algunos de nosotros lo vivimos, y considero que es bueno que los más jóvenes también lo conozcan. En siete capítulos vamos a hacer un recorrido por lo que fue y supuso la posguerra en Chinchon. Están tomados del libro “CRÓNICA DE CHINCHÓN” de Manuel Carrasco Moreno. Editorial MAN- 2011. 
Aunque oficialmente la posguerra duró hasta el año hasta el año 1952, fecha en la que terminó el racionamiento del pan, aquí en Chinchón, la posguerra duró un par de décadas más. Espero que lo consideréis interesante.

CAPITULO I.

Se había acabado la guerra y se estaba termInando la década. Una década perdida para siempre que había cortado de raíz la evolución paulatina, que se había iniciado en el siglo anterior, hacia una modernización de la sociedad y hacia una situación de normalidad democrática.
España había vuelto a los postulados del "antiguo régimen" y se blandía como razón "la legalidad nacida del triunfo de las armas". Durante los próximos treinta y cinco años se impone el "nacional-catolicismo" que es una mezcla explosiva de una concepción integrista de la religión y los postulados fascistas de Falange Española.
El nuevo régimen llamado el "Movimiento Nacional" que había nacido sin una base ideológica propia, promulga los "Principios Fundamentales del Movimiento" que deben ser acatados y firmados por cualquiera que pueda tener alguna relación con el Estado, que a la larga eran todos los españoles que quisiesen trabajar por cuenta ajena.
Si la situación de España después de la guerra era ya caótica de por sí, el inicio de la segunda Guerra mundial iba a agudizar los problemas que había que vencer para la regeneración económica del país.
Una de las cuestiones prioritarias del Gobierno era el mantenimiento del orden y el control y la depuración de los enemigos, para lo cual era necesario una ejército fuerte y una policía eficaz. Por esta causa se produce el llamamiento a filas de los jóvenes que habían luchado en la guerra y que de nuevo se tienen que alistar en el ejército durante tres o cuatro años más.
Si la situación de abandono de las tierras de labor durante la guerra requería un sobreesfuerzo para ponerlas de nuevo en producción, esta circunstancia agravó más el problema.
En el mismo sentido, otra circunstancia tuvo una influencia fundamental en la evolución económica en la posguerra. El hecho de que Chinchón hubiese estado durante la guerra en zona republicana motivó que se perdiesen prácticamente todos los ahorros de sus habitantes, al no ser reconocido por los vencedores el dinero emitido por la República. Si hemos visto que a finales del siglo XIX en Chinchón había invertido en Deuda del Estado más de 8 millones de reales, al terminar la guerra civil se tenia que partir de cero, con lo que las inversiones en mejorar las industrias y las explotaciones agrícolas tenían que esperar a la generación del capital necesario. En la Zona de Madrid, sólo se mantuvo, parcialmente, el valor del dinero depositado en la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid, que para poder atender al reintegro de los depósitos de los clientes tuvo que vender gran parte de su patrimonio.
Cuando se inicia la segunda guerra mundial, aunque España no entra en la contienda, se envía una división de soldados para luchar al lado de los alemanes en el frente de Rusia, era la "División Azul" y en ella se alistaron varios chinchonenses entre los que cabe destacar a Baldomero Martínez Peco, que por este motivo cesa como alcalde el día 15 de julio de 1941. Le sustituye el 23 de agosto don José Recuero López hasta que regresa el 27 de mayo de 1942, haciéndose cargo nuevamente de la alcaldía hasta el 12 de septiembre de ese mismo año en que es nombrado Jefe de Almacén del Servicio Nacional del Trigo.
El 12 de diciembre es nombrado alcalde don Clementino Clemente Catalán y el 26 de septiembre del año siguiente, don Juan Rodríguez Ortiz de Zárate.
El nombramiento de Alcalde lo realizaba el Ministerio de la Gobernación, a través del Gobernador Civil, y durante los años de la posguerra nombraron a personas de total adhesión a la causa del Movimiento, que funcionaba como partido único y canalizaba toda la participación política posible. La persona que mejor encarnaba el perfil exigido era Baldomero Martínez Peco que estuvo a frente de la Alcaldía en tres etapas, que se iniciaron en el año 1940 y llegó hasta el año 1968.