domingo, 8 de marzo de 2015

MEJOR, LO BUENO POR CONOCER.


Nos lo decían de pequeños y nos lo llegamos a creer: “Es mejor lo malo conocido, que lo bueno por conocer”, o “Más vale pájaro en mano que ciento volando”. Y de tanto oírlo llegamos a interiorizarlo y nadie se lo atrevió nunca a cuestionar.
Y es que cuando éramos pequeños, por lo menos en mi pueblo, todos eran muy conservadores  o todos tenían demasiado miedo. Eran tiempos de posguerra y con poco nos teníamos que conformar. Un pájaro en la mano apenas si daba para comer ese día, pero no era poco; mañana, Dios diría, y veíamos cómo se escapaba una hermosa bandada de pájaros volando libremente y sin que nadie les molestase.
Y mira que era malo lo que teníamos que soportar; pero se nos aseguraba que era muchísimo  mejor que lo bueno que podríamos esperar y que nunca llegaba a suceder.
Pero un día, siendo ya un poco mayor, pensé que había que arriesgar y no quise el pájaro que me daban en la mano, cogí un tirachinas y me fui al campo a esperar que pasase la bandada de pájaros. Es día no comí; ni al siguiente, pero al tercero, el hambre me hizo afinar la puntería y ese día si comí pájaro y por cierto que me supo mucho mejor que el que acostumbraban a darme en la mano. Después hubo días en los que comí más de uno e, incluso, de vez en cuando podía invitar a comer a mis amigos.
La experiencia me animó a esperar en el futuro algo mejor que lo que tenía que padecer a diario. Cuando lo comentaba, todos me decían que no; que era demasiado peligroso, que todos eran iguales y que los que ofrecían algo mejor también terminarían engañándote.
Y tuve miedo; me acordé de los días en que me quedé sin comer mi pájaro, y como ya tenía familia, casa y un pequeño olivar, nunca me atreví a esperar algo mejor que lo malo que ya conocía. Pero de un tiempo a esta parte, llevo pensando que podía ocurrir como cuando invitaba a mis amigos a comer los pájaros que había cazado con el tirachinas, y he pensado que posiblemente haya que arriesgarse y que posiblemente sea mucho mejor lo bueno por conocer.