sábado, 6 de diciembre de 2008

LA DESTRUCCION DE CHINCHON POR LOS FRANCESES EN OCHO JORNADAS. II


JORNADA DOS: Cuatro soldados franceses mueren en la plaza de Chinchón.

No existe en el archivo histórico ningún documento que narre los hechos que iban a ser el desencadenante de todo lo ocurrido. Tampoco se dice nada en los libros capitulares. Sin embargo, la tradición oral nos ha trasmitido lo ocurrido en la plaza mayor de Chinchón, el día 26 de diciembre de 1808. Y recogiendo esta trasmisión oral, así lo narra el historiador Narciso del Nero: “El miércoles 26 de diciembre, aproximadamente a las cuatro y cuarto de la tarde, llegó a Chinchón una partida de soldados franceses para tomar el camino de Aranjuez, a los que servía de guía un guarda de la vega de Colmenar de Oreja, seguidos en actitud hostil por un grupo de vecinos de dicho pueblo hasta la plaza pública que por ser día festivo se hallaba muy concurrida.Entonces el guarda, a voces, dijo: “A ellos que vienen de huida”, al mismo tiempo que con su escopeta mataba a dos. A la vista de los odiados invasores y enardecidos con este suceso, a tiempo que un soldado desenvainaba el acero, estos habitantes se lanzaron sobre ellos y a pedradas acabaron con otros dos, logrando huir los restantes, sin que para desgracia de la villa lograran evitar tales hechos las diversas personas, entre ellas el párroco don José Robles, que desde los primeros momentos se personaron en la plaza tratando, aunque inútilmente, de apaciguar los ánimos”.
De forma similar lo cuenta Simón Viñas Roy: “Obscurecía uno de estos días, cuando entraron en Chinchón ocho franceses que se dirigían a Aranjuez, en donde se concentraban para dar la desgraciada batalla de Ocaña(1), pero habiendo llegado a Colmenar de Oreja, los vecinos de esta villa, en vez de dirigirlos al real sitio, los dirigieron a Chinchón con el fin de desorientarlos. Estos vecinos llevados por la indignación producida por la inmotivada invasión, los acometieron y mataron dos soldados, escapando los demás a uña de caballo y llegando a Aranjuez contaron lo que les había sucedido y la suerte cabida a sus dos compañeros”.
(1) La batalla de Ocaña, a la que hace referencia se produjo un año después, en el año 1809. En ella las tropas francesas derrotaron a las españolas, lo que supuso dejar abierto el camino hacia Andalucía. Este error es lógico, puesto que, como hemos indicado anteriormente, Viñas Roy sitúa los hechos un año después de cuando realmente ocurrieron.
Tanto en estas descripciones, como en la tradición oral, siempre se ha hecho hincapié en que el instigador de la matanza fue un guarda de la Vega de Colmenar de Oreja, y en esta circunstancia se basaba el tradicional encono y rivalidad entre los habitantes de los dos pueblos. Esta contienda se acentuó años después, cuando en 1834 se hizo la organización administrativa de la provincia, quedando Chinchón como cabeza de partido judicial, título que reclamaba para si Colmenar de Oreja. En la actualidad está, afortunadamente, superada y olvidada esta rivalidad.
Tenemos además un testimonio gráfico de lo que allí pudo ocurrir. En el grabado número 3 de los desastres de la guerra, titulado: “Lo mismo”, Goya retrata el ataque de un grupo de paisanos a un patrulla de franceses. En el mismo se puede apreciar el ensañamiento de unos pueblerinos, armados con hachas y piedras, con unos soldados franceses que intentan defenderse con sus sables. No hay ningún detalle que identifique esta escena con Chinchón. Goya siempre evitó esos detalles identificativos para hacer más universal sus dibujos, pero es muy posible que cuando lo estaba pintando oía las palabras de su hermano Camilo narrando lo ocurrido en la plaza, esa fría tarde de invierno.
La repercusión de estos hechos estaba ya prevista por las ordenanzas militares francesas y se contemplaba en el bando que había publicado el General Murat a raíz del alzamiento popular del 2 de mayo de 1808 en Madrid, que en su artículo 5º decía textualmente: “Toda villa o aldea donde sea asesinado un francés, será incendiada”.
Sin duda que también las autoridades de Chinchón conocían el contenido de este bando y, por tanto, las consecuencias previsibles. No queda constancia del envío de ninguna misiva de solicitud de perdón, aunque posiblemente se hiciese. Lo que sí se comenta en alguna publicación, recogida de la trasmisión oral y por documentos posteriores, es la huida de algunos hombres, de las mujeres y de los niños a los pueblos cercanos, sobre todo a Valdelaguna.
Por lo que sabemos también huyeron del pueblo las autoridades civiles y religiosas, quedando la población totalmente desguarnecida e indefensa.
En otros dos grabados de Goya tenemos la imagen de esta huida. Son los números 44 , titulado “Yo lo vi” y el 45 con el título de“Y esto también” En ellos podemos apreciar a mujeres que huyen, incluso con animales domésticos, el terror de un niño y la desesperación de la madre, junto a un clérigo que huye abrazado a su bolsa. En el horizonte queda el pueblo que han tenido que abandonar precipitadamente huyendo de los franceses.

Continuará...

viernes, 5 de diciembre de 2008

ARDE LA “CASA DUSMET” EN CHINCHON.Los bomberos no pudieron evitar que se calcinara el tejado del inmueble.

Un incendio calcinó esta noche la cubierta de un edificio protegido del siglo XVII en Chinchón (Madrid), que quedó totalmente destrozada por la virulencia de las llamas, informaron fuentes de Emergencias 112. El incendio no causó daños personales. En la fotografía anterior se puede ver la ubicación de esta casa en Chinchón.

Se trata de uno de los inmuebles que forman parte del patrimonio histórico de Chinchón, un edificio particular cuya estructura es fundamentalmente de madera. Los propietarios no se encontraban en el momento del incendio en la casa, ubicada en la calle Comadre, número 5, y que acoge el taller del pintor Guillermo Muñoz Vera, y es la sede social de la Fundación Arauco.

Las llamas se iniciaron sobre las 20.00 horas del jueves y, tras la llamada de alerta a los servicios de emergencias, fueron movilizadas hasta cinco dotaciones de bomberos de la Comunidad de Madrid. Dos horas después de iniciarse, el incendio había sido controlado, aunque los bomberos seguían trabajando pasadas las 23.00 horas para evitar que las llamas se reanimaran.Los bomberos concentraron sus primeros trabajos en evitar que el fuego se propagara a las plantas inferiores del inmueble y a los edificios contiguos a éste en la calle Comadre.
Debido a la virulencia de las llamas y a la carga de fuego, la cubierta de este edificio del siglo XVII se desprendió rápidamente, sin que los efectivos de extinción pudieran evitar que se calcinara el tejado.Por el momento, los agentes se encuentran retirando toneladas de escombros.
Sobre la puerta de esta casa se encuentra un escudo de un solo cuartel con castillo mazonado, dos leones enfrentados, encima, cruz flordelisada y otra cruz de Santiago. El escudo está timbrado con corona de marqués, que recoge las armas del apellido León, del que no tenemos información.

La casa en que se encuentra el escudo, fue conocida como "Casa Dusmet", porque en ella vivió esta familia.
D. Juan Bautista Dusmet fue el primer vecino de Chinchón con este apellido. Era natural de Malines (Flandes), teniente de las guardias walonas, hijo de don Andrés Dusmet y de doña Catalina Tereza, y biznieto de Juan Dusmet que había nacido en el año 1580 y era Coronel y gentilhombre de cámara del Duque de Nixemboux.
Don Juan Bautista se casó el 14 de julio de 1712 con doña Teresa Antonia de Laiseca y Gutiérrez de Alvarado, que era natural de Chinchón. Desde 1728 fue el administrador del Condado de Chinchón, con poderes del conde Sforcia.Otros personajes de este apellido son: Blas Manuel Dusmet, administrador del condado de 1771 a 1778. Juan José Dusmet y Sesma, D. Estanislao José Dusmet, Joaquín María Dusmet, Brigadier de Estado Mayor, que murió en Chinchón en el año 1888, y don José María Dusmet Alonso, de la Real Academia de Ciencias, que fue el último representante de este apellido en Chinchón.
La casa que estaba en un lamentable estado de conservación fue adquirida a finales del siglo XX por la Fundación Arauco, realizando una cuidada y total rehabilitación de la misma, que ahora el indencio ha destruido.
Según fuentes consultadas, afortunadamente se han salvado la mayoría de los cuadros y obras de arte que había depositados en la casa.

Las dos fotografías panorámicas en las que se puede apreciar el incendio por la noche, me las ha enviado Lucia Alarcón.

Gracias Lucía.

CINCO CARTAS AL PAPA. II


Madrid, 2 de Noviembre de 2006.
Su Santidad Benedicto XVI.Ciudad del Vaticano.Roma.(Italia)


Santo Padre:
Le hablaba en mi carta anterior del mandamiento de amor que Jesús había dejado, y cómo eso era lo que podía hacer al evangelio liberador. Eso lo debieron entender así los primeros discípulos y nos cuentan que llevaron ese amor hasta las últimas consecuencias, viviendo en común y compartiendo todo lo que tenían y además, eso, era lo que más impresionaba a los no creyentes y lo que hacía que muchos se apuntasen a esa religión que predicaba y ejercía el amor al prójimo.
Y eso es casi lo único que, aún hoy en día, nadie discute a los católicos. La madre Teresa, el padre Vicente Ferrer y tantos otros que trabajan por los más necesitados, son indiscutibles ejemplos que tratan de imitar muchas gentes que, porque no comparten otros dogmas y morales del catolicismo, se apuntan a oenegés para intentar hacer el bien a los demás.
Sin duda que no se puede relativizar todo, pero deberíamos hacer un detenido exámen de conciencia, partiendo de este único mandamiento de Jesús, para determinar lo que es verdaderamente incuestionable para poder seguir a Cristo, y seguro que en eso íbamos a estar de acuerdo mucha más gente.
En el espectáculo que nos ofrecieron, durante los días que duró el cónclave para la elección de S.S., todas las cadenas de televisión, era difícil poder descubrir el mensaje fundamental de los seguidores de Jesús. Había mucho boato, demasiada pompa, bastante fanatismo más propio de un campo de fútbol, mucha curiosidad y una desmesurada parafernalia que en nada recordaba al niño desvalido y pobre que había nacido en un portal, rodeado de un pobre carpintero y una virgen jovencita que no tenían casa donde refugiarse.
Los comentaristas de estas cadenas, entre los que no faltaban insignes representantes de la jerarquía eclesiástica, hacían conjeturas sobre las tendencias que iba a seguir la iglesia en el nuevo pontificado, y se debatía si sería el nuevo papa conservador o progresista, y al paso, se aprovechaba para anatemizar a todo el que pensara de diferente manera. Yo en estos días he oído hablar más bien poco de amor y comprensión, y mucho de dogmas y morales, buscando más la confrontación que el acercamiento.
Santidad, tengo que confesarle que muchas veces nos es difícil reconocer el mensaje de Jesús en las palabras que nos llegan de la Jerarquía de la Iglesia.
Esperando su bendición,Un católico al que le asaltan las dudas.

jueves, 4 de diciembre de 2008

LA DESTRUCCION DE CHINCHON POR LOS FRANCESES EN OCHO JORNADAS.I

A primeros de mayo publiqué una historia novelada en tres capítulos en los que narraba los hechos ocurridos en Chinchón en los últimos días de 1808. Ahora, que se cumple el 200 aniversario de los hechos, y como autoridades de Chinchón no parece que quieran organizar ningún acto de recuerdo de lo ocurrido, dejo aquí mi personal y humilde aportación al recuerdo de la historia - esta vez desgraciada - de nuestro pueblo, haciendo una reconstrucción histórica de lo que entonces ocurrió en Chinchón.
Durante 0cho jornadas vamos a recordar aquellos lamentables hechos históricos que todo el pueblo de Chinchón tuvo que padecer. Como en esas fechas estaremos celebrando las Navidades, he pensado que estos acontecimientos no eran los más adecuados para ser recordados en esos días, y por eso lo adelanto a primeros de diciembre.


JORNADA UNO: Antecedentes.


El 30 de julio de 1803 el Cardenal Luis María de Borbón y Vallábriga renuncia a sus derechos sobre el condado de Chinchón y se los cede a su hermana María Teresa, que hereda el Mayorazgo, el Condado con las villas que comprende y el Señorío de Bobadilla con sus propiedades y jurisdicciones.
Años después, el 17 de marzo de 1808, cuando estalla el Motín de Aranjuez, que conduce al encarcelamiento de Godoy y a la abdicación de su primo Carlos IV, María Teresa, la ya Condesa de Chinchón, ve la oportunidad de abandonar a su esposo después de tantos años de humillación, deja a su hija Carlota, a la que nunca había querido porque le recordaba a su padre, con los depuestos reyes, y se traslada a Toledo junto a su hermano el Cardenal.
El 2 de mayo de 1808 se inicia en Madrid el alzamiento popular contra los franceses; el 10 de mayo Fernando VII abdica en favor de Napoleón y éste en su hermano José I. El Cardenal Luis María de Borbón se ve obligado a reconocer al rey José. Entre mayo y junio, sin autoridades legítimas, el pueblo asume el ejercicio de su soberanía mediante la creación de las juntas provinciales, que se ocuparon de dirigir y organizar la resistencia al invasor. En julio la tropas del general Castaños vencen en Bailén y en agosto recuperan Madrid, los franceses pierden en todos los frentes.
El 25 de septiembre de 1808, los delegados de las Juntas se reunieron en Aranjuez y decidieron asumir el poder con el nombre de Junta Central Suprema, presidida por el conde de Floridablanca. En noviembre, Napoleón llega al frente de un importante ejército y durante 1809 ocupa toda la península a excepción de Cádiz (protegida por la Armada española y británica). Luis María y su hermana María Teresa huyen de Toledo a Andalucía con la comitiva de la Junta Central y toman parte activa en los acontecimientos liberales.
Por tanto, a partir de noviembre de 1808 las tropas francesas habían tomado el control de todo el territorio a los alrededores de Madrid. Se había acantonado en Arganda y Aranjuez el primer Cuerpo de Ejército de España, al mando del Mariscal Víctor. Los pueblos cercanos a los acuartelamiento de los soldados estaban obligados a suministrar a éstos los víveres y suministros necesarios para su abastecimiento. Esta obligación era efectiva y periódicamente los soldados encargados de la intendencia del ejército pasaban por los pueblos a recoger estos suministros. Estaba establecido que los ciudadanos cobrarían del ejército el precio fijado para cada uno de los productos, pero en muchas ocasiones estos pagos se dilataban más de lo esperado. Según consta en un documento del archivo histórico los ciudadanos se veían obligados a dirigirse a las autoridades locales para que éstas reclamasen el pago al ejército, lo que llegaba a producir tensiones entre los particulares y los responsables municipales. Pero los soldados no se conformaban con estas provisiones y aprovechaban cualquier oportunidad para saquear corrales y graneros, lo que ocasionaba frecuentes denuncias de los sufridos campesinos que veían cómo tampoco las autoridades podían poner freno a tales desmanes. Al ser Chinchón cabeza del condado siempre vivieron en el pueblo las personas que se ocupaban de gestionar los intereses de los condes. Además, desde mediados del siglo XVIII algunas familias de alcurnia se asentaron en Chinchón, para estar cerca de la corte de verano en Aranjuez, ya que la familia real no les permitía vivir en el Real Sitio.
Entre estas familias no faltarían afines a los intereses de los invasores, y aquí vivía Pedro Casagne, de origen francés, que tuvo una participación activa en los hechos que estamos estudiando.Todas estas circunstancias, sobre todo el malestar de los ciudadanos por las tropelías de los franceses, abonaban la posibilidad de cualquier altercado entre ellos. Y desgraciadamente ocurrió. Pero eso se lo contaré mañana.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

CINCO CARTAS AL PAPA. I

Navegando por Internet he encontrado estas cartas dirigidas a Benedicto XVI, que me han parecido curiosas. Os las voy a trascribir en varios días. Esta es la primera:

Madrid, 2 de Noviembre de 2005.
Su Santidad Benedicto XVI.Ciudad del Vaticano.Roma.(Italia)

Santo Padre:
He dejado pasar esta semana, y que S.S. haya podido descansar de estos días, que supongo habrán sido demasiado ajetreados para un hombre de su edad, para enviarle mi empatía y mi deseo sincero de que sea feliz en el desempeño de esta ardua tarea que le ha caído sobre los hombros. Le entiendo cuando decía a sus paisanos que había rogado a Dios que le librara de esta carga, porque hace falta mucha fuerza para sobrellevar todo lo que supone el gobierno de un estado, aunque sea pequeñito, y la dirección espiritual y material de tan gran cantidad de fieles que dicen pertenecer a la Iglesia Católica.
En primer lugar quiero decir a S.S. que no se preocupe por lo que dicen muchos, que le critican por su trayectoria, pero que también dicen que ellos no creen ni son católicos. Es lógico que no compartan sus ideas porque tampoco comparten sus creencias, así que no se preocupe por ellos, porque no se podía esperar de ellos otra reacción diferente.
Sin embargo, sí quiero trasmitirle la preocupación de muchos que sí se consideran católicos y, por lo tanto comparten sus creencias, y que no se sienten demasiado integrados con las doctrinas que emanan de la jerarquía. Cuando hablaba en la homilía de la misa “pro eligendo papam” de la dictadura del relativismo que impera en la sociedad actual, me hacía pensar en que podemos estar asistiendo al, tantas veces citado, efecto péndulo. Es posible que se pueda estar pasando a relativizar “todo” porque, durante mucho tiempo, se ha mantenido “todo” como verdades y costumbres permanentes e inmutables.
Tengo que confesarle que no lograba entender muy bien cuando se decía que el evangelio era la buena noticia porque traía la liberación a los hombres, y se decía que, entre otras cosas, la predicación de Jesús traía la ruptura de las ataduras en que se había convertido la religión para los judios. Una religión que aún hoy sigue anclada en normas minuciosas que se fijan más en el exterior que en lo interno, más en la circunstancia que en lo realmente sustancial.
Pero un día descubrí porqué el evangelio de Jesús podía ser liberador. En sus enseñanzas venía a decir que nos olvidásemos de los antiguos diez mandamientos de la ley de los judios y que a partir de ahora Él nos dejaba sólo dos. Amar a Dios y amar al prójimo, o lo que es lo mismo amar al prójimo por amor a Dios. Era así de fácil, o si se quiere, así de difícil.
Pero no le quiero cansar más, reciba mi afecto y la solicitud de su bendición,
Un católico algo descreído.

martes, 2 de diciembre de 2008

CHINCHONENSES POR EL MUNDO.


Uno de los objetivos que me propuse al empezar este blog fue el de hacer llegar las noticias de Chinchón a muchas personas que viven por el mundo y que tienen algunos lazos de unión con nuestro pueblo. Ya conocía de mi etapa en la redacción de FuenteArriba cómo las noticias de aquí se recibían con ilusión y cariño por los descendientes de paisanos nuestros que emigraron y que posiblemente no conocen casi nada de Chinchón, pero que guardan el recuerdo que les dejaron sus antepasados.
Por eso, el correo que he recibido hoy me llena de satisfacción. Me escribe Mauricio Navarro Villalobos desde El Torreón, una ciudad de México situado en el norte del país en el Estado de Coahuila, que con otras ciudades del estado de Coahuila y de Durango forman la llamada Comarca Lagunera.
Me cuenta que su antepasado, don Eduardo Villalobos Marcillat fue fundador de la Benficencia Española de La Laguna, y me pide le envie datos de su familia de Chinchón. Además me envia este recorte de prensa que dice:
"En 1906 residía en Torreón don Eduardo Villalobos, nacido en las proximidades de la capital de España (Chinchón), dedicado a las actividades del comercio, que ejercía en la zona lagunera, donde había logrado obtener una posición económica y social. Hombre de extraordinaria sensibilidad, quiso remediar la situación de numerosos compatriotas que se encontraban enfermos por el excesivo trabajo en las labores del campo y con frecuencia sin recursos económicos para atender a su enfermedad. Para atenuar este problema, habilitó dos habitaciones de su casa convirtiéndolas en “hospital” provisional, mientras se adoptaban acuerdos colectivamente por los españoles residentes en la Comarca Lagunera. En las piezas de su hogar, transformadas en Sanatorio, recogió a los españoles que se encontraban enfermos y sin recursos, a los cuales atendían personalmente tanto él como los miembros de su abnegada familia. Este proceder del Sr. Villalobos pronto fue compartido por el resto de los hispanos que comprendieron la necesidad de fundar la Sociedad de Beneficencia Española, como se había hecho ya en otros lugares de la República, y poco tiempo después se iniciaba la creación de la sociedad citada, que tuvo su primer local bien acondicionado, con la asistencia médica precisa, en la calle Oriente de la avenida Juárez, en el número 708. Asistían a los enfermos doce monjas de la orden de las josefinas, estando el cuerpo médico formado por los doctores Lope Nuño, Gómez y Fischer. El primer presidente de la Sociedad fué don Joaquín Serrano y vicepresidente don Eduardo Villalobos”.
Por la partida de bautismo de este señor sabemos lo siguiente:
"Febrero 17 de 1861. Eduardo Modesto, hijo de Justiniano Villalobos y de Josefa Marcillach. En la Yglesia Parroquial de esta Villa de Chinchón, Provincia de Madrid, Arzobispado de Toledo, el día diez y siete de febrero de mil ochocientos sesenta y uno Yo el sr.D.Miguel de Llamas, cura propio de la misma Bauticé solemnem(en)te a un niño que nació en esta Villa el día doce de dicho mes y año, a las cuatro de la tarde, hijo de Justiniano Villalobos y de Josefa Marcillach su legítima mujer, naturales y vecinos de esta Villa: nieto paterno de Victoriano (Villalobos) y de Petra López: y materno de Luciano (Marcillach) y de Josefa Sagastume: a el que puse por nombre Eduardo Modesto. fue su padrino Teresiano Villalobos, en nombre de su hermano Valerio Villalobos, ambos solteros, tíos del bautizado, a quien advertí el parentesco y obligación contraída, siendo testigos Antero de las Heras y Lucio Platas, y lo firmé. (Rúbrica)".
Don Eduardo Villalobos Marcillat casó con la Srta. Regina Nieva Sedas en 1897, poco después de instalarse en la Villa de Torreón. El matrimonio tuvo diez hijos, todos nacidos aquí, y que fueron troncos de muy apreciables familias laguneras. En 1901 nació Emilio Villalobos Nieva, quien a su vez casó con la Srita.María Luisa González P. De este matrimonio nació doña Rosa María Villalobos González de Navarro, donadora del fondo documental citado.

Como se puede ver fueron muchos los chinchonenses que cuando salieron de Chinchón, siguieron fomentando y colaborando en obras benefico sociales, muchas de ellas han llegado hasta nuestros días, como es el caso de esta "Beneficencia Española" cuyo hospital sigue en pleno rendimiento.

A mi vez, le he aportado los siguientes datos:
En un libro titulado “Chinchón” cuyo autor es D. Simón Viñas Roy. Biblioteca de la Revista Ilustrada “LA PROVINCIA”. Madrid, 1890, aparecen los siguientes datos, referidos a los apellidos Villalobos y Marcitllach.“Para el servicio de viajeros de las carreteras que a Chinchón afluyen, una vasta empresa, la casa de don Atenodoro Marcitllach, manda coches diarios a Aranjuez, Ciempozuelos y Colmenar. Ninguna carretera de éstas es antigua, puesto que en el año 1847 se decía que los caminos existentes eran pocos e intransitables.
Hay dos grandes almacenes de géneros coloniales y manufacturados, propios de los señores D. Atenodoro Marcitllach, D. Afrodisio Villalobos”
En el libro “La Mojona” Sociedad de Cosecheros de Vino Vinagre y Aguardiente de Chinchón: 1853-1938. Aparecen estos datos:
"Nueve años después de la promulgación de la ley de 1887, los miembros de la Sociedad de Cosecheros de Vino, Vinagre y Aguardiente de Chinchón, deciden legalizar su situación, y se dirigen al notario del Colegio de la Audiencia de Madrid, con domicilio en Chinchón: D. Valerio Villalobos López, y con fecha 7 de junio de 1896 firman el acta notarial de constitución de la Sociedad de Cosecheros de Vino, Vinagre y Aguardiente de Chinchón. Firman el acta, como socios fundadores, los siguientes señores: José Monterroso y Rubio. Pantaleón de la Peña y Camacho. Telesforo Camacho y Recas. Manuel Prados y García. Maximiano Camacho de la Peña. Gilberto González y Ortiz de Zárate. Felipe de las Heras y Soria. Gregorio López Velasco. José María Aguirre Plazaola. Ignacio García García. Daniel Galán y Vara. Arturo González y Ortiz de Zárate. Jacinto de la Peña y Camacho. Jesús Camacho y Recas. Agustín Villalobos López. Manuel Vega Sáez. Francisco Díaz Vara. Victoriano Roldán López. José Roldán López. José García Bendicho. Trifón Vega Mayor. Rufino Cañaveras Susiac. Atenodoro Marcitllach Iglesias. Teódulo de la Peña y Díaz. Isidoro de la Peña y Marcitllach. Pedro José Carretero y Carretero. Nereo del Nero y de la Peña. Martiniano Freire y Marcitllach. Aurelio Serrano y Sáenz de Tejada. Francisco Martínez Navarro. Julián Mayor y Leache. José Freire y Serrano. Tiburcio Aguado Barroso y Ramón Mesegar Sáez".

Para terminar, "El Siglo del Torreón.com", publicaba el pasado día 24 de septiembre de 2008 esta noticia:

"Recuerdan a la Beneficencia Española.
El 15 de septiembre el R. Ayuntamiento de Torreón rindió homenaje a la memoria del señor don Eduardo Villalobos Marcillach, fundador de la Beneficencia Española de La Laguna, otorgándole la presea Post-Mortem, por su trascendente labor en beneficio de la comunidad torreonense, habiendo recibido el reconocimiento su nieta Rosa María Regina Villalobos de Navarro, estando presentes también su bisnieta Rosa María Navarro Villalobos, sus tataranietos Mario, Giovanna, Brenda Montserrat y Luis Fernando Gutiérrez Navarro, así como el señor Gaspar Navarro Hernández y el doctor Mario A. Gutiérrez García. Otros descendientes de don Eduardo Villalobos Marcillach radican en diversos lugares de la República y en el extranjero, los cuales han sido notificados de este grato acontecimiento.

Publico esta información porque pienso que es una satisfacción para todos, el conocer la vida y las aventuras de nuestros paisanos por todo el mundo.
Quiero animar a todos los que lean el blog y tengan informaciones de este tipo, las compartan con todos nosotros.

lunes, 1 de diciembre de 2008

ASI FUE LA INAUGURACION DE LA EXPOSICION SOBRE LA CONDESA DE CHINCHON

El sábado dia 29, a las 5 de la tarde, en el Teatro Lope de Vega de Chinchón, tuvo lugar la inauguración de los actos programados por el Colectivo de Artistas de Chinchón, (Cach) en torno al Proyecto La Condesa de Chinchón: Fusión de Historia y Arte.
Hizo la presentación la Presidenta del Colectivo que agradeció la colaboración recibida del Ayuntamiento de Chinchón, de la Caixa y del Parador de Turismo de Chinchón, para la organización de estos actos.
Comunicó que los autores y el Colectivo Cach, habián acordado donar al Pueblo de Chinchón su obra de Recreación de la Condesa de Chinchón.
Seguidamente Paloma Olmedo y Raúl Alonso pronunciaron una conferencia sobre la vida de doña Teresa de Borbón y Vallabriga, la Condesa de Chinchón, y sobre la obra pintada por Francisco de Goya.
El Conjunto de clarinetes "Kalamus Ansamble" ofreció a continuación un concierto de música barroca, acorde con la época que se estaba evocando.

La Señora Alcaldesa de Chinchón, doña Luisa María Fernández, cerró el acto agradeciendo la donación de la obra, que indicó sería colocada en un lugar preeminente del Ayuntamiento de Chinchón, para que pudiera ser admirado por todos los que visiten la casa consistorial. También agradeció la participación de todos los artistas y se comprometió a seguir colaborando por la cultura y el arte en Chinchón.













Después todos los asistentes se trasladaron a la Sala Capitular del Parador de Turismo de Chinchón y a la Casa de Cultura "Manuel Alvar" para admirar las dos exposiciones que recogían los 65 cuadros presentados, inspirados en la obra de Goya, La Condesa de Chinchón.








En el salón de actos de la Casa de Cultura, fue ofrecido por el Ayuntamiento de Chinchón un "vino español" que fue servido por el Restaurante "La Columna".


A pesar de las inclemencias del tiempo, hubo una gran participación, con la unánime impresión de la alta calidad de las obras exhibidas y el excelente montaje de las exposiciones.
Fotos: Juan Vazquez.

VUELVO A GRANADA.

Sin duda, cuando vuelves a Granada, lo primero que evocas es el Palacio de la Alhambra. Allí los guias te dicen que es el ejemplo más genuino de la arquitectura nazarí, que constituye el final de una época de esplendor que comenzó en la Córdoba de los Omeyas en el siglo VIII. Esta arquitectura no se vería muy influenciada por los arquitectos que desarrollaron la mezquita cordobesa, muy anterior a la Alhambra, aunque sí presenta algunos de los elementos típicos de la arquitectura andalusí, como el arco de herradura con alfiz (marco amplio cuadrado en el que se envuelve al arco), las albanegras (enjuta de arco de forma triangular), además de elementos propios como el capitel de las columnas de la Alhambra.
La mayor preocupación de los arquitectos de la Alhambra era cubrir decorativamente cada espacio, por pequeño que fuese. Cualquier elemento decorativo resultaba escaso. La mayoría de los arcos interiores son falsos, no sustentan ninguna estructura, simplemente decoran, las paredes están recubiertas de cerámica o yeserías, hemosísimas y muy ricas, las cubiertas presentan armazones de madera labrados de manera exquisita, etc.
A pesar de tener prohibido el arte musulmán la representación de figuras, los temas de decoración en la Alhambra son muy variados. Se utiliza la clásica decoración caligráfica, en concreto escritura cursiva y cúfica, en la que se pueden leer, además de las palabras de Zawi ben Zirí (fundador de la dinastía nazarí): «sólo Dios es vencedor», poemas de distintos poetas de la corte.
El elemento decorativo más utilizado por los arquitectos granadinos será el ataurique, o decoración vegetal, y, en menor medida, la lacería y las redes de rombos. En la Alhambra se emplea un tipo de columna propio que no aparece en ninguna otra construcción. Es una columna de fuste cilíndrico muy fino, con una base que presenta una gran moldura cóncava, y adornada por anillos en su parte superior. El capitel, dividido en dos cuerpos, presenta en el primero, en forma de cilindro, una decoración muy sencilla y sobre él un prisma con los ángulos de la base redondeados, decorado de ataurique.

Uno de los elementos decorativos más impresionantes utilizados en la Alhambra es la bóveda de mocárabe, que está compuesta por celdillas o alveólos superpuestos, destacando por su utilización la Sala de los Abencerrajes y la Sala de las Dos Hermanas.
Sin embargo, cuando vuelves a Granada, y te paseas por el Sacromonte, te parece estar escuchando el “Romance Sonámbulo” de Federico García Lorca, que recita un gitano a la vuelta de cualquier esquina:

Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas la están mirando
y ella no puede mirarlas.
Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha,
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.
¿Pero quién vendrá?
¿Y por dónde?
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soñando en la mar amarga.
--Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando,
desde los puertos de Cabra.-
-Si yo pudiera, mocito,
este trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.-
-Compadre, quiero morir,
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de holanda.
¿No ves la herida que tengo
desde el pecho a la garganta?--
Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Tu sangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.-
-Dejadme subir al menos
hasta las altas barandas,
¡dejadme subir!, dejadme
hasta las verdes barandas.
Barandales de la luna
por donde retumba el agua.
Ya suben los dos compadres
hacia las altas barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas.
Temblaban en los tejados
farolillos de hojalata.
Mil panderos de cristal
herían la madrugada.
Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
Los dos compadres subieron.
El largo viento dejaba
en la boca un raro gusto
de hiel, de menta y de albahaca.-
-¡Compadre! ¿Dónde está, dime?
¿Dónde está tu niña amarga?
¡Cuántas veces te esperó!
¡Cuántas veces te esperara,
cara fresca, negro pelo,
en esta verde baranda!
Sobre el rostro del aljibe
se mecía la gitana.
Verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene sobre el agua.
La noche se puso íntima
como una pequeña plaza.
Guardias civiles borrachos
en la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
El barco sobre la mar.
Y el caballo en la montaña.

(Fotografías de M.carrasco.M)

domingo, 30 de noviembre de 2008

"EL TIZÓN DE LA NOBLEZA DE ESPAÑA"


El Cardenal Francisco Mendoza y Bobadilla, (1508-1566) era hijo de D. Diego Hurtado de Mendoza y Dª Isabel de Cabrera y Bobadilla, la sexta hija de los Marqueses de Moya y primeros Señores de Chinchón. Era sobrino de Francisco de Bobadilla, Obispo de Salamanca, que había colaborado en la construcción de la Iglesia de la Piedad de Chinchón, quien en el año 1527, en contra de la opinión del emperador, le cedió el cargo de maestrescola o cancelario de la Universidad de Salamanca.
El Cardenal, que firmó inicialmente como Francisco Bobadilla y Mendoza y luego invirtió el orden de sus apellidos, estudió en Alcalá y Salamanca siendo Doctor en Teología y Letras. Fue Catedrático en Evora y Coimbra, Arcediano de Toledo, Obispo de Coria en 1535. Fue nombrado Cardenal en 1544 por el Papa Pablo III, visita Roma en 1546, es nombrado Obispo de Burgos en 1550 y Arzobispo de Valencia en 1556, muriendo al ir a tomar posesión. Estuvo casi siempre en la Corte y está considerado como una de las grandes figuras del humanismo aristocrático.
Era muy culto, llegando a poseer una gran biblioteca de la que regaló 935 libros a Felipe II para la biblioteca de El Escorial. Hostil al Arzobispo Carranza, protegió a los jesuitas y escribió una amplia obra teológica, destacando su doctrina sobre el "Cuerpo Místico". También escribió unos "Comentarios al Libro de los Reyes" y "Sermones de tiempo".
Aplicando la doctrina de Trento, fundó el primer seminario conciliar de España, organizó la curia diocesana y ordenó una labor de estadística con criterios modernos.
Pero su fama no ha llegado hasta nuestros días por ninguno de estos importantes méritos y conocimientos. Aún hoy es conocido porque, enfadado en 1560 por que se cuestionara la "calidad" de la sangre de su sobrino don Diego Fernandez de Cabrera y Bobadilla, III conde de Chinchón, en un tribunal de Ordenes Militares, escribió un memorandum dirigido a Felipe II donde ponía en tela de juicio la limpieza de sangre de la nobleza española, e intentaba demostrar que el excesivo rigor de las órdenes era infundado, toda vez que todas las grandes familias españolas estaban infectadas de sangre judía más o menos cercana. Este memorandum nunca se llegó a imprimir por prohibición expresa del Rey.

Sin embargo, corrió clandestinamente por medio de copias manuscritas, y fue llamado por el vulgo “El Tizón de la Nobleza de España», sin que tal nombre fuera impuesto por su autor, y sorprende que, siendo documento interesantisimo y digno de estudio, no haya sido hasta la fecha objeto de una edición crítica que compruebe la veracidad de sus afirmaciones. Como curiosidad, la mayor parte de la nobleza descendía (por los matrimonios entre ellos) de un judío converso almojarife de la reina Urraca de Castilla llamado Ruy Capón o de una "doncella de alegre vida" llamada Isabel Droklin, manceba del obispo Pedro de Castilla e hija de un albañil inglés y de una "espulga-manteles". No se le pudo perseguir por lo que decía en el libro pues ninguna de las afirmaciones que hacía era falsa.
Este libro está publicado por Heráldica. Genealogía. Historia de España. Barcelona.La Selecta. 1880 8º, 1 retrato, 205 p. Media piel, nervios, tejuelo, gofrados. Es una nueva edición de la obra publicada en 1848 por el Cardenal del Sacro Colegio romano, obispo de Burgos y Arzobispo de Valencia, que revela las bastardías e impurezas que corren por las venas de cada ilustre familia española. Precedida de una biografía del autor, y seguida de las páginas Linaje del Cardenal Mendoza y Aleluyas (Palau, 163884)