Racismo, haberlo “haylo”. ¿Por qué vamos a negarlo? Pero en el fútbol, menos. Aunque veamos demasiado a menudo los insultos racistas en los campos de fútbol, si os fijáis bien son insultos a los del equipo contrario: porque aunque en el nuestro haya nativos del Africa profunda, a éstos ni tocarlos.
Por lo tanto, yo creo que más que racismo lo que hay es demasiados forofos para los que todo vale; incluso el insulto, la mala educación y el mal gusto.
Y esos insultos, o similares, también se dirigen a los árbitros, a los entrenadores y hasta a los propios jugadores y directivos cuando los resultados no son los deseados.
Por eso creo que todo es cuestión de mala educación y falta de civismo. Para concienciar al personal, habría que recurrir de nuevo a aquel anuncio de la tele de hace ya muchísimos años, del que seguro solo nos acordamos los más viejos, en el que un energúmeno, en dibujos animados, insultaba desde la grada, y su hijo pequeño, a su lado, le decía: ¡ Qué bochorno, papi !
Claro está, que tampoco ayuda si los profesionales “entran al trapo”, y para eso, creo que los clubs pagan a unos psicólogos carísimos que deberían “ayudarles” a saber comportarse en estos casos; que difícil, hay que reconocerlo, a veces debe ser muy difícil.
Vamos que a Vini Jr. le dan muchas patadas y le insultan; pero eso entra en el sueldo, y si se cabrea y protesta mucho, va en detrimento de su juego. Y eso es lo que quieren los del equipo contrario.
Así que, Vinicius, ¡juega y se feliz!
Y que las autoridades y la Justicia cumplan con sus deberes.