sábado, 9 de mayo de 2020

500 ANIVERSARIO DEL CONDADO DE CHINCHÓN



Fernando, el segundo hijo de don Andrés de Cabrera y doña Beatriz de Bobadilla y señor de Chinchón, estaba por estos días, hace ahora quinientos años, en la ciudad de La Coruña, donde estaban convocadas las Cortes Generales de Castilla, que se celebraban allí porque el Rey don Carlos I, iba a partir hacia Alemania para hacerse cargo del trono que había quedado vacante por la muerte de su abuelo Maximiliano I, ocurrida un año antes.
Entre otros asuntos menores, en las cortes de Castilla se iba a votar si se le concedía al Rey poder disponer del dinero del Reino de Castilla, para comprar las voluntades de los príncipes alemanes y poder ocupar el trono de emperador de Alemania.
Lógicamente, el Rey se apresuró a colmar de honores a todos los que tenían que participar en la votación. Así, don Fernando de Cabrera y Bobadilla se vio investido con el título de Conde de Chinchón, por Real Cédula de 9 de mayo de 1520, unos días antes de la partida del Monarca hacia Alemania.
En realidad, este nombramiento no tenía demasiada trascendencia para Chinchón, sino solamente para Fernando, que ascendía de ser titular de un Señorío al de un Condado.
Sin embargo si tuvo trascendencia para Chinchón el que sus tierras fueran segregadas de la Ciudad de Segovia para crear un Señorío, con que los Reyes Católicos quisieron premiar a sus amigos los Marqueses de Moya, en el año 1480, cuarenta años antes.
La presencia en Chinchón, de los Señores, primero, y de los Condes, después; hizo que se construyesen muchos edificios, que de otra forma, difícilmente se hubieran construido.
En primer lugar el castillo, aunque bien pudo ser la ampliación de una fortaleza que ya existía anteriormente, de tiempos de los Caballeros quiñoneros.
Después el Palacio de los Marqueses de Moya, en la plazuela que por eso se llama de Palacio y que según cuentan las crónicas era espectacular, tanto por las construcciones como por los jardines que le rodeaban. 
De aquella magnífica edificación, sólo nos queda el recuerdo en el Teatro Lope de Vega que se construyó en una parte de lo que fue el Palacio.
Luego están los conventos de las Madres Clarisas, y el Convento de los Padres Agustinos, que sería desamortizado en tiempos de Mendizábal, y actualmente es Parador de Turismo.
Y está la Iglesia que se tardo casi un siglo en construirse, con aportaciones de los Condes y también de los fieles, y que por falta de recursos se dejó sin terminar la torre.
No cabe duda de que gracias a los Condes, Chinchón tiene un patrimonio monumental que posiblemente no existiría de otra forma. 
En cambio, el municipio perdió la propiedad de sus tierras, y  no dispone de terrenos propios, como ocurre en otros pueblos cercanos.
Este año, se estaban organizando actos culturales para conmemorar este importante aniversario, pero las circunstancias del estado de alerta que nos tocado vivir, aconsejó posponerlo a mejores circunstancias.
Esperemos que cuando esto llegue, además de las celebraciones oficiales, también se organicen charlas y conferencias en las que los expertos nos hagan una panorámica de lo que ha representado la existencia del Condado de Chinchón.

viernes, 8 de mayo de 2020

V CENTENARIO CONDADO DE CHINCHÓN



La Biblioteca de Chinchón envía el siguiente comunicado:
“El 9 de mayo de 1520 se concedió el título de I Conde de Chinchón a Fernando de Cabrera y Bobadilla.  Este año teníamos preparados una serie de eventos para conmemorarlo durante todo el mes de Mayo, que hemos tenido que aplazar debido a la crisis sanitaria que estamos pasando. 
Sin embargo no hemos querido dejar pasar la oportunidad de celebrar esta fecha tan importante históricamente para nuestro pueblo y el próximo sábado 9 de Mayo a las 18.00 horas vamos a realizar un encuentro virtual que, aunque breve, nos servirá para para ilustrar los orígenes y la creación del título del Condado de Chinchón.
Tendrán lugar dos pequeñas intervenciones por D. Santiago Rodríguez Guillén y D. Jorge Arteaga a través de videoconferencia por lo que para poder participar debéis apuntaros en el correo biblioteca.archivo@ciudad-chinchon.com para que os sean facilitadas las claves de acceso. 
Os animamos a participar y conocer un poquito más sobre nuestra historia”.

Desde el Eremita quiero unirme a esta iniciativa, que es la única posibilidad que tenemos de poder celebrar esta onomástica.

D. Santiago Rodríguez Guillén y D. Jorge Arteaga Gómez, fueron profesores de historia en el Instituto Carpe Diem de Chinchón y ambos han seguido ligados a las actividades culturales de nuestro pueblo. 
D. Santiago Rodríguez Guillen es autor del trabajo “EL FERROCARRIL DEL TAJUÑA y LA LLEGADA DEL TREN A CHINCHÓN: 1864-1902” en el año 2005, y “LOS ORÍGENES DEL SEÑORÍO DE CHINCHÓN (De la Tierra de Segovia al marquesado de Moya)” en el año 2011.
D. Jorge Arteaga  Gómez es autor del trabajo “BREVE PANORÁMICA HISTÓRICA SOBRE LOS EXCLUIDOS DE LA VILLA DE CHINCHÓN EN EL ANTIGUO RÉGIMEN. (1600-1833) en el año 2007.
Estos tres trabajos obtuvieron el Primer Premios en el concurso de investigación sobre Chinchón y su entorno, que convoca anualmente el Ayuntamiento de Chinchón.
Felicitaciones por esta iniciativa y para los que van a participar en ella.

Nota: Aprovecho la oportunidad para comunicar que desde mañana, día 9 al 23 de mayo publicaré en este blog del Eremita una serie de 15 artículos dedicados al Condado de Chinchón, para unirme a la celebración de su QUINTO CENTENARIO.

jueves, 7 de mayo de 2020

¡QUE DIOS NOS COJA CONFESADOS!


Hay que pedir urgentemente que se abran todas las iglesias, que todos los sacerdotes disponibles se sienten en los confesionarios y todos, todos; los creyentes y no creyentes, los ateos, agnósticos, descreídos, tibios, y los que no se puedan catalogar en ninguno de estos apartados, pero hace siglos que no pisan por la iglesia; ya digo, todos, pero todos, debemos correr a confesarnos, porque lo que puede pasar, a partir de hoy, es conveniente que nos coja a todos confesados.
Pero no, lo de las confesiones lo podemos aplazar, por los menos dos semanas más, porque parece ser que sus señorías lo han pensado mejor y han decidido que lo del estado de alarma es el plan menos malo, o al menos, menos peligroso para afrontar la situación. 
Tendríamos que preguntarnos qué motivaciones podrían tener los del PP, VOX, ERC, el PNV, y el reto de los nacionalistas, para votar en el mismo sentido. Dese luego, no las mismas, y desde luego, no pensando en el bien común.
En esta ocasIon los partidos políticos tenían la posibilidad de plantear planes alternativos a la propuesta del gobierno para ser sometidas a votación. Y las propuestas, todas, reconocían implícitamente que el plan del gobierno era lógico, y lo único que proponían era quitarle el mando único, y la posibilidad de controlar la movilidad y la reunión de las personas, que son la base de la desescalada que se propone.
Porque lo de dar prioridad a la salud o a la economía, es una cuestión demasiado peliaguda y nadie se atreve a plantearlo abiertamente, no sea el caso que sigan apareciendo muertos que tirarse a la cara.
El PP ha decidió abstenerse, porque el sentido de su voto ya era irrelevante, conociendo lo que van a votar los demás. Pero si de verdad estimaban que la propuesta era inadmisible, como venían pregonando, debían votar que no, para ser consecuentes; pero es más cómodo seguir nadando (léase criticando o poniendo trabas al gobierno) y guardando la ropa; por si acaso esto funciona y no es cuestión de ponerse más en evidencia, que con lo de hasta ahora ya es suficiente.
Pero todo esto no ha hecho nada más que empezar, y no echéis en olvido lo de acudir al confesionario.

miércoles, 6 de mayo de 2020

¿EL DESCONFINAMIENTO NOS LLEVARÁ AL DESASTRE?



Un artículo de Jose Luis Uriz Iglesias.

Los dos últimos fines de semana, con el desconfinamiento paulatino primero de los niños y después de los mayores, estamos poniendo a prueba la eficacia de la apertura de manos de nuestras instituciones por un lado, y la sensatez y responsabilidad de la ciudadanía por otro.
Era una prueba de fuego para el sistema político y social, ante la que surgen numerosas preguntas, en un tiempo de mayores interrogantes que certezas.

¿Están acertando las autoridades al desconfinar tan rápido? Recordar por ejemplo que en China lo hicieron a los más de 70 días y nosotros a los 42 niños y 49 mayores.
Quizás dentro de unas semanas recordemos esos veintitantos días de diferencia.
Pensemos también que Alemania, con una sociedad más disciplinada y responsable, ha tenido que hacer correcciones.
Las imágenes vistas en ambos fines de semanas ponen los pelos de punta. El riesgo que estamos asumiendo es muy elevado, porque nuestro carácter latino nos ha llevado a situaciones de irresponsabilidad extrema.
España e Italia no son China y mucho menos Alemania, Holanda, Austria o Finlandia y eso nuestras autoridades deben tenerlo en cuenta y tengo la sensación de que la presión social, de algunos partidos políticos y presidentes de comunidades autónomas nos puede llevar al desastre, a todos y todas.
Observar el paseo de la playa de la Barceloneta más repleto que cualquier día de verano, o los de Valencia, Sevilla, Donosti, o Pamplona, todos ellos sin respeto a las normas dadas, especialmente las distancias de seguridad, aunque no fuera la mayoría, indicaron que con normas que dejan en manos de la responsabilidad social el control, NO funciona.
Los botellones de adolescentes en las calles, los atascos en las salidas de las grandes ciudades, no todos cumpliendo las normas, o los corrillos de madres y padres (uno, que debe salir uno con los niños) mientas sus chicos juegan al fútbol indican que, así no!
Además se han producido fallos de bulto en esas normas. Que el sábado pudieran coincidir y mezclarse, como fue mi experiencia, el grupo con más riesgo y vulnerable; los mayores de 70 años, con el resto que o bien iban a comprar o paseaban al perro "hábilmente" en el tramo que entendía menos masificado, supone un riesgo inasumible y alguna medida correctora se debería tomar.
La más fácil, porque lo de la compra es mucho más complejo por los horarios actuales de los comercios de alimentación, sería obligar a que los paseos de los perros se realicen en el tramo de cada edad. Eso en los lugares con mucha densidad de mascotas supondría una disminución del riesgo.
Tras esta experiencia debemos reflexionar, que después de la locura humana cometida estos días podrían ocurrir dos cosas; o bien que traiga consecuencias trágicas con un repunte de la pandemia, lo que obligaría a medidas más duras con consecuencias sociales y económicas por evaluar.
La segunda opción sería que no ocurriera nada, lo que indicaría que tenemos la pandemia controlada, probablemente porque el número de personas inmunes es mayor de lo que nos imaginábamos.
Quizás al mismo tiempo demostraría lo que algunos venimos defendiendo desde hace tiempo, en especial al observar los comportamientos humanos insensatos; que esto acabaría cuando la naturaleza quisiera y no por la responsabilidad de los humanos.
Quizás esta naturaleza que tanto maltratamos, como ha quedado demostrado en este periodo en el que la hemos dejado relativamente tranquila, nos quiera dar una nueva oportunidad, puede que la última.
Convendría tenerlo en cuenta.
Veremos…



martes, 5 de mayo de 2020

LAS GRANDES PANDEMIAS DE LA HISTORIA


Datos actualizados a 4 de mayo de 2020 (11.00 hora peninsular española)

Diagnosticados
Muertos
Curados
Mundo
3.507.969
247.661
1.130.353
Europa
1.546.886
144.245
579.167
EE UU
1.158.041
67.682
180.152
España*
218.011
25.428
121.343
Italia
210.717
28.884
81.654
China
83.964
4.637
78.684
Los datos de infectados son cifras acumuladas e incluyen a las personas curadas.
Estos son los datos actualizados al día de hoy, que muestran la expansión de la pandemia del coronavirus.

¿Esto es mucho? No es mucho; es muchísimo.
Claro, que depende de con que lo comparemos.

Porque la gran pandemia de la peste negra que afectó a Eurasia en el siglo XIV y que alcanzó un punto máximo entre los años 1347 y 1353 (6 años) y está considerada como la más devastadora en la historia de la humanidad, aunque es difícil poder cuantificar el número de fallecidos, unas estimaciones realizadas recientemente, calculan que sólo en Europa pudieron fallecer más de 25 millones de personas; lo que supondría, aproximadamente, un tercio de la humanidad.

Desde 1817, siete pandemias de cólera se han extendido desde Asia al resto del mundo. La última de ellas ocurrió el año 1961 y afectó entre 3 y 5 millones de personas por año, muriendo alrededor de 120.000 personas.
En España, las epidemias de cólera fueron una serie de brotes de cólera morbo que ocurrieron desde el primer tercio a finales del siglo XIX. En total fallecieron unas 800.000 personas a lo largo de las cuatro pandemias que afectaron a España en este siglo.
Las sucesivas pandemia que sufrió España provocaron una recesión económica, así como una oportunidad de cambio profundo en la sanidad e higiene de España. No estuvo exenta de polémicas, tanto por el empleo de las vacunas como por la forma de combatir la enfermedad, así como por las políticas empleadas para abordar la misma. Cabe mencionar que el terror causado en la población, debido a las muertes ocasionadas, fue motivo de revueltas populares e inestabilidad social.
Concretamente, en la epidemia del año 1834 en Chinchón se contabilizaron 1450 infectados y un total de 179 fallecidos. Lo cual no deja de ser una verdadera barbaridad, porque estuvo afectada casi un 48% de la población y murió cerca de un 5%.
TCon motivo de esta epidemia, la Junta de Sanidad de Chinchón aconsejó que los cadáveres deberían ser inhumados fuera de la población; todavía estaba en servicio el antiguo cementerio junto a las ruinas de la antigua iglesia. Para el nuevo -y actual- Campo Santo se habilitó una parcela rectangular junto a la ermita de Santa Ana, haciéndose el primer enterramiento el día 14 de julio de 1834.

Pero hablando de pandemia nos tenemos que fijar en La Gripe Españolaque mató entre 1918 y 1920a más de 40 millones de personas en todo el mundo. Se desconoce la cifra exacta de la pandemia que es considerada la más devastadora de la historia. Un siglo después aún no se sabe cuál fue el origen de esta epidemia que no entendía de fronteras ni de clases sociales.

Y hemos llegado al Coronavirus. ¿Cuánto va a durar? ¿Qué diferencias hay con las que he mencionado antes? ¿Llegará a cifras similares a las de la gripe del 18?
¿Por qué nadie sabe a ciencia cierta cómo actuar?
Son demasiadas preguntas y ninguna respuesta segura. 
Lógicamente no estamos en el siglo XIV, ni siquiera en el XIX; las condiciones sanitarias son infinitamente mejores; disponemos de más medios y, en teoría, todos los países trabajan en la misma dirección. 
¿Por que está ocurriendo todo esto? 
En primer lugar es un virus nuevo, hasta ahora desconocido, que se está propagando con gran celeridad por la profusión de los medios de transporte y la movilidad de las personas de todo el mundo. Pensemos que en el siglo XIV está propagación fue más lenta por la lentitud de los desplazamientos de las personas lo que hacía que podrían pasar años en llegar de un país a otro.
Y se están dando los primeros pasos, casi a ciegas, y muchas veces en direcciones opuestas. Hacer un escenario de posibles situaciones resulta difícil y ni los técnicos ni expertos llegan a ponerse de acuerdo. Hay que admitir que se está demostrando un alto grado de incompetencia en muchas de las decisiones, pero tampoco nadie aporta soluciones viables a las que acogerse.
Las medidas de aislamiento y paralización de toda la actividad productiva van a ocasionar consecuencias terribles para la economía de todos los países, aunque parece ser que, en líneas generales, todos los políticos están de acuerdo en lo principal, aunque puedan discrepar en algunas circunstancias, a la hora de plantear soluciones.
El Gobierno está proponiendo algunas medidas económicas para paliar los efectos de estos crisis para los mas desfavorecido. La realidad es que el paro se va a disparar y la economía va a sufrir un estancamiento, cuando no un retroceso que costará años en normalizar.
Hablábamos de que con las epidemias del cólera, España sufrió una recesión económica y que esto fue motivo de revueltas populares e inestabilidad social, pero también brindó una oportunidad de cambio profundo en la sanidad e higiene de España.
La respuesta de los ciudadanos a las terribles medidas impuestas para combatir la pandemia no ha podido ser más cívica y responsable. Ahora todos tememos por nuestras vidas y esto es lo principal que debemos salvaguardar.
Pero, ¿Y mañana? Cuando salgamos de casa, cuando muchos se encuentren que no tienen trabajo, cuando no puedan abrir muchas empresas. 
Nuestros políticos deben olvidarse de campañas y de confrontaciones, es necesario un nuevo orden social y económico, porque el que tenemos esta demostrándose incapaz de dar soluciones a situaciones en las que ninguna fórmula económica conocida es capaz de responder. 
Lo mismo que en el siglo XIX, la crisis creada por la aparición del cólera morbo fue un acicate para mejorar la sanidad y la higiene en España, esta crisis tiene que servir para crear un nuevo orden más justo para todos, sobre todo para los más desfavorecidos. 
Siempre, de los grandes retos, pueden salir soluciones brillantes.
Esperemos que así sea.

lunes, 4 de mayo de 2020

CUENTOS DEL CORONAVIRUS. Y 10



Y Cuento numero 10.- Y a Filogonio, por fin, le mandaron a casa.

(Y con este cuento terminan mis “Cuentos del CORONAViRUS”., Sin embargo, hay también muchas otras cosas que ocurrieron en estos tiempos de tribulación, que si se escribieran en detalle, pienso que ni aun el mundo mismo podría contener los libros que se escribirían).

 El protagonista de este último cuento, realmente no se llamaba así, pero ya conocéis esta manía mía de poner nombres raros a mis personajes, y además si pusiese su nombre verdadero, seguro que le ibais a reconocer.

El caso es que Filogonio cogió el dichoso “Covid-19”; empezó con dolores de cabeza, fiebre, malestar general, cansancio y dificultades respiratorias; vamos, que acaparaba todos los síntomas , y su hijo, que también se llamaba Filogonio, aunque tampoco era su verdadero nombre, le llevó a las urgencias  del hospital.
Dentro del caos reinante, y después de permanecer en la sala de prehospitalizacion número uno, le subieron a planta porque el pobre Filogonio estaba realmente muy perjudicado. 
El, que era por naturaleza educado y por educación, afable; no contestaba a las enfermeras, que le trataban con mucho cariño y hasta tuvieron el detalle de aprenderse todas su nombre, a pesar de su originalidad y rareza.
No comía, apenas si podía beber un sorbito de agua, y se iba debilitando por momentos; tanto es así que tuvieron que ponerle unas cuántas botellas de suero para que fuese tirando.
Una noche, cuando ya habían pasado más de quince días desde que llegó, se despertó sobresaltado y por primera vez, en todo ese tiempo, empezó a ser consciente de donde estaba, quien era y que no tenía más remedio que reaccionar para salir de esa situación.
Las malditos pastillas que tanto le costaba tragar, el cariño de las enfermeras y la compañía de su vecino de cama, fueron haciendo su efecto y hasta se animaba a contestar a los Whatsapp que recibía de la familia y amigos con algo más que monosílabos y hasta empezó a permitirse.hacer alguna broma.
Empezó a comer y empezó a cambiar su estado, su ánimo y su percepción de la realidad.
Filogonio, durante estos largos días no era consciente de lo que realmente le estaba pasando, pero tampoco de la angustia de su familia y de sus amigos ( de lo que se enteró mucho después) que no comprendían su estado de apatía y ausencia, que no era normal en su carácter y modo de comportarse,
Y Filogonio, por fin superó la crisis, pero la doctora le dijo que para evitar el contagio de Anesia, su mujer, era mejor que pasase unos días en un Hotel para completar la cuarentena.
Ayer le hicieron el último test de control y hoy, con un poco de suerte, por fin, le van a mandar a casa.

FIN del cuento y de la serie, con la esperanza de que hayáis podido conocer lo que ha estado ocurriendo en este tiempo de pandemia y con el agradecimiento a todos los profesionales, que, no me cansare de repetirlo, han demostrado profesionalidad, altruismo, valor, humanidad y, sobre todo, mucho cariño hacia Filogonio y tantos que fuimos infectados por esa maldición que está arrasando nuestro mundo y nuestras vidas.
Gracias, muchas gracias a todos.



domingo, 3 de mayo de 2020

¿QUOUSQUE TANDEM?


¿Hasta cuando? Seguro que todo esto pasará, que poco a poco, volveremos a nuestros antiguos vicios; que pasado un tiempo, empezaremos a olvidarnos de lo que está pasando, porque tenemos una gran habilidad para olvidar lo que nos desagrada. 
Poco a poco volveremos a socializarnos, los Centros Comerciales empezarán a llenarse, posiblemente con alguna restricción, si; pero volverán a llenarse; las tiendas nos ofrecerán sus productos, y esto es muy bueno porque hay que retomar la actividad productiva. 
Es posible que se mantengan algunas de las nuevas costumbres, que nos olvidemos del besuqueo un tanto ficticio de los saludos, de los abrazos a los desconocidos, de tanto tocarnos las manos y traspasamos alegremente los virus, pero todo esto, seguro, irá pasando. 
Pero ¿Hasta cuándo nos acordaremos de lo que ha pasado? ¿Hasta cuando recordaremos la solidaridad de estos días? ¿Hasta cuando seguiremos pagando el coste de esta pandemia? ¿Hasta cuando pensaremos que la vida que llevábamos no era sostenible y era necesario un cambio en nuestra forma de vivir? ¿Hasta cuando durará la generosidad de los famosos?
Seguro que dentro de un tiempo, posiblemente a medio plazo, empezarán los atascos, la economía mostrará signos de reactivación; iremos paulatinamente recobrando el pulso de nuestras vidas anteriores. El capitalismo volverá a nuestra economía y se empezará a olvidar la necesidad de unos pactos para conseguir que la recuperación sea para todos. 
Y desgraciadamente, después de pasar por todos lo que hemos pasado; después de tantos días de confinamiento, después de tantos infectados, después de tantos muertos, no hayamos aprendido nada.
No hayamos aprendido que podemos pasar sin fútbol, sin toros, sin conciertos, sin cines, sin bares, incluso, sin Iglesias, y que todo esto que pensábamos que era imprescindible en nuestras vidas, nos lo quitaron de improviso, casi a traición, y no pasó nada; nos metimos en casa y se vivieron días en los que afloró la solidaridad con los más necesitados, con quienes eran más dependientes. 
Todos los días, a las ocho de la tarde, nos asomábamos a los balcones y ventanas de nuestras casas para aplaudir la formidable y heroica labor de los sanitarios, pero también para ver a nuestros vecinos, para sentir su proximidad, para sentir que no estábamos solos. Y con los aplausos, estaban también los saludos y la solidaridad. 
¿Hasta cuando lo recordaremos?
Y sobre todo, ¿Habremos aprendido algo de todo esto?