sábado, 18 de julio de 2015

DESDE LOS SOPORTALES: TRANSPARENCIA.


He faltado unos días de Chinchón, y además estaba sin cobertura de internet, por lo que apenas si me he enterado de lo que pasaba por aquí. Cuando he vuelto, me he dado un paseo por los soportales para enterarme de las noticias y he comprobado con satisfacción que ya no es necesario recurrir a "Radio Macuto" porque hay suficiente información oficial,   para saber lo que esta pasando en el Ayuntamiento. Parece ser que ya si hay transparencia.
Escribía hace poco en este mismo blog sobre lo que es gobernar en minoría y comentaba:
"Nunca entendí que la oposición se "opusiese por sistema" a cualquier propuesta del gobierno. Y es que creo que eso de "oposición" no está suficientemente entendido; como tampoco entiendo que un gobierno no tenga que aceptar una propuesta lógica y coherente de la oposición.
La oposición está para evitar los excesos del gobierno y que se tomen decisiones que lesionen los intereses de los ciudadanos. El gobierno debe proponer las medidas que crea necesarias, pero también debe asumir las propuestas de la oposición, si son lógicas y encaminadas al bien general.
Por lo tanto, considero que es bueno un gobierno en minoría. Eso obliga al que gobierna a presentar sus propuestas de forma razonada y a la oposición a apoyarlas o rechazarlas responsablemente".
Por lo que he leído, en el primer pleno extraordinario celebrado el pasado día 7, la oposición en pleno se negó a aprobar las propuestas del equipo de gobierno en materia de retribuciones a pesar de que el gasto por este concepto representaba una reducción de casi el 15% sobre los gastos anteriores. He leído en Facebook  los argumentos del grupo que sustenta el gobierno, donde justifican los gastos propuestos y también lo que dicen en su página "Los Populares de Chinchón" donde se argumenta que el nuevo equipo de gobierno no ha pactado de antemano las propuestas, pero no he visto ninguna causa razonada por la que se oponen a las mismas, como no sean las poco claras comparaciones con los emolumentos del anterior equipo de gobierno. El PSOE, que yo haya visto, no ha dado su versión de los hechos.


Espero ver pronto la redacción de todo el pleno para conocer que otras propuestas no se aceptaron y las que "merecieron" la aprobación de la oposición.
Por cierto, no me parecen elegantes algunos comentarios que he leido en Facebook acusando a los antiguos ediles de hechos que podrian ser delitos, sin aportar ningun dato que los corroboren. No se puede ir por ahí haciendo insinuaciones, porque eso es difamar. Cuando alguien tiene información de que se ha cometido un delito, solo tiene un camino: el Juzgado de Guardia.
También me parece muy interesante que los dos partidos de la oposición hayan formado un frente común en la dirección de su voto en este caso; con la transparencia, poco a poco, iremos conociéndonos mejor, y esto es importante.
Lo dicho, es para congratularse por parte de los ciudadanos de que al Ayuntamiento de Chinchón haya llegado la transparencia.

miércoles, 15 de julio de 2015

ÉCHAME A MI LA CULPA...


No conozco a nadie que asuma, por las buenas, su culpabilidad. Todos somos propensos a echar la culpa a los demás, de lo que nos pasa. Y esto es así porque, en caso contrario, seria tanto como admitir que nosotros somos los malos de la película. 
Y siempre encontramos excusas para culpar a los demás de lo que nos pasa o para justificar nuestras "malas" acciones. Somos propensos a ser condescendientes con nosotros mismos y propensos a no perdonar las acciones de los otros, aunque en el fondo pensemos que realmente no era para tanto. 
Y es que la autocrítica es difícil de practicar, y si no logramos acusar a nadie del fracaso, siempre encontraremos las circunstancias que expliquen el por que de nuestros fallos. 
Y en esta actitud esta el germen de las relaciones fallidas en la familia, con los amigos o en la relaciones profesionales. 
Sin embargo, aunque lo dicho anteriormente es aplicable a la generalidad de las personas, hay que reconocer que hay individuos mas propensos a culpar a los demás de sus cuitas y del fracaso de sus relaciones personales. Esos para los que todo el mundo es malo, los que se sienten perseguidos por todo y por todos, o los que no tienen reparo en culpar a los demás de la quiebra en sus relaciones. 
Esos que después de romper con diez novias, seguirán culpando a todas ellas de ser la causa de sus ruptura. Los que no tienen ningún amigo porque todos los que tuvieron traicionaron su confianza. Los que no se hablan con sus hermanos porque todos ellos son unos egoístas. Los que terminaran solos al final de sus días, pero seguirán culpando de ello a los demás, y no pensaran nunca que algo de culpa, posiblemente, habrán tenido ellos mismos.
Por eso a mi me gusta la letra de aquella canción, con la que encabezó este artículo:
"Échame a mí la culpa/ De lo que pase,/ Cúbrete tú la espalda/ Con mi dolor. 
Y allá en el otro mundo /En vez de infierno /Encuentres gloria, /Y que una nube de tu memoria /Me borre a mí."

El que lo escribió debía ser muy generoso. Lo que ya no tengo tan claro es si el destinatario lo llego a apreciar, o si solo se reafirmó en la creencia de que el malo era el otro. 

Pues eso, que si no sabes a quien culpar, "Échame a mi la culpa".

lunes, 13 de julio de 2015

LOS GRACIOSILLOS.


Lo popularizaron los "guiñoles" de Canal Plus. La formula es muy sencilla: se trata de fijarse en un personaje, hacer su caricatura y luego ironizar y sacar su aspecto más chistoso y humorístico para, generalmente con mucho ingenio, reírse de lo divino y de lo humano. Después la formula se ha querido imitar, cambiando los muñecos por actores caracterizados, pero ya sin tanto ingenio y mucho menos gracia.
Pero la idea de hacer critica humorística de las noticias serias ya era clásica desde hace mucho tiempo. Desde la literatura satírica a la novela picaresca se basaban mas o menos en esta misma fórmula. 
Ahora, posiblemente, es el Gran Wyoming el mejor ejemplo de esta práctica en televisión. Y el ejemplo esta siendo seguido, aunque sin llegar al original, por otros muchos. Se trata de ser agresivos, de reírse de situaciones, de personajes y de hechos, buscando su aspecto más risible y tratando de poner a los personajes en evidencia, haciendo preguntas incómodas, y muchas veces rayando la impertinencia y la falta de educación.
Generalmente tienen gracia... Para el espectador, porque maldita la gracia que debe hacerles a los afectados.
Por lo tanto no es extraño que sea tan denostado por sus "enemigos" políticos y jaleado por sus "amigos".
Pero hay que recordar que este sistema se viene practicando -en la prensa escrita- desde ya hace tiempo por los conservadores.


Antonio Burgos, Alfonso Usia, Carlos Herrera, es un poner, llevan mucho tiempo contándonos sus "ocurrencia" y mostrando su "gracejo" para tratar de asuntos serios. 
Y es que es un trampa eso de descalificar y ridiculizar cualquier planteamiento sin entrar a rebatirlo sin argumentos, sino solamente haciendo un chiste ingenioso o un juego de palabras, y luego soltar una patochada, cuanto más grande mejor, aunque no se se sostenga en una mínima racionalidad. 
Y el caso es que algunas veces tienen gracia y son ocurrentes, pero otras, son patéticos, porque es muy difícil estar todos los días a la misma altura.
A mi no me gustan los "graciosillos" de turno; pero mucho menos cuando Marhuenda, Federico Jimenez Losantos o Eduardo Inda, por ejemplo, se quieren "hacen los graciosos".