martes, 6 de octubre de 2015

EL TÍO AFOBINIO SE DESCONECTA.


Corría el año de gracia del dos mil doscientos cuarenta y cinco, y las ciencias habían avanzado que eran una barbaridad. Después de amplios y agrios debates en todos los Congresos nacionales, hoy se votaba la resolución en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Y es que la polémica suscitada por el tío Afobinio había traspasado nuestras fronteras, incluso las de la Comunidad Europea, para llegar a las más altas instancias mundiales. 
La cuestión era, aparentemente sencilla. Unos cien años antes, los científicos habían ideado un dispositivo que se empezó a implantar a algunos niños de forma experimental, cuando eran recién nacidos; con el cual las funciones vitales del ser humano funcionaban como las de un ordenador. 
En la muñeca del brazo izquierdo, a modo de un diminuto reloj, había tres botones: "ON", "OF" y "RESSET". Como fácilmente se puede deducir, estos botones permitían poner en marcha, parar, e incluso, "resetear" al individuo, en función de sus necesidades vitales. 
El experimento tuvo muchos problemas y casi todos los niños rechazaron el implante, con lo que hubo que retirarlo. Tan solo funciono perfectamente en Afobinio, un niño burgalés, que con el invento llego a alcanzar la mágica cifra de los ciento veinte años y se convirtió en el hombre más longevo de la humanidad. 
Pero un día el tío Afobinio como ya se le conocía en todo el mundo, decidió que iba a pulsar definitivamente el botón "OF" de su muñeca izquierda. 
Primero los obispos, después las autoridades conservadoras que regían las naciones desde hacía décadas, y después la mayoría de los tertulianos de las televisiones se oponían a que el pobre anciano cumpliese su deseo. 
La opinión generalizada era que se hiciese un nuevo "reseteo" y tirase unos añitos mas. 
Él decía que ya no era lo mismo, sus nietos eran demasiado viejos, habían muerto hasta los hijos de sus amigos y ni la televisión ni el fútbol le interesaban ya. Y estaba decidido. 
Y como ya digo, hoy se va a votar en Nueva York si se autoriza al tío Afobinio pulsar el dichoso botoncito. 
Pero han tenido que suspender la votación. La noticia abrió todos los telediarios. "El tío Afobinio, esa misma noche, se había desconectado"