lunes, 4 de julio de 2011

OBJETIVO: LA SUPERVIVENCIA.


Por lo que he podido deducir de vuestra última comunicación que me ha llegado con muchas interferencias, no habéis recibido las fotografías ni el video que os he mandado. Parece ser que tan solo disponemos del canal de audio para comunicarnos. Os tengo que ratificar que he llegado al destino previsto y me encuentro en perfecto estado. Ya he tomado contacto con los habitantes de este planeta, aunque me es casi imposible entenderme con ellos, porque aquí se hablan muchos idiomas diferentes y según he podido deducir tienen dificultad para entenderse entre ellos mismos. No sé si podré explicaros todo lo que he visto sin el soporte de las imágenes. Todo es demasiado diferente a lo que nosotros conocíamos hasta ahora. Ni en las películas de ciencia ficción habían llegado a vislumbrar lo que es aquí la realidad. 
La mayoría de los habitantes de este planeta son demasiado grandes, con una morfología que nada tiene en común con la nuestra. Pero también en la forma  y en el tamaño son muy diferentes entre sí. Unos apenas si se mueven, otros se desplazan con mucha rapidez y lo que es más extraño, unos se comen a los otros. Yo, hasta ahora, debido a mi pequeño tamaño, he podido pasar desapercibido y he logrado camuflarme. La nave la tengo escondida detrás de una edificación en ruinas que parece que está abandonada, aunque merodean por allí unos seres no demasiado grandes que tienen un aspecto aterrador. Uno de ellos se acercó mucho a donde yo estaba y creí que me iba a descubrir, pero afortunadamente pasó de largo sin detectarme. Por lo que he podido deducir, también utilizan el olfato para orientarse.
Como os decía, todo aquí es de grandes dimensiones. Hay edificaciones altísimas que sin duda han sido construidas por los habitantes de este planeta, aunque también hay otras que parecen creadas por la propia naturaleza, formando paisajes muy diferentes. Algunos de los habitantes, los de menor tamaño, viven en cuevas excavadas en el suelo; otros están siempre quietos y no parece que puedan comunicarse con los demás. A estos nadie los hace caso, incluso, en ocasiones, sirven de comida para los otros. He descubierto que algunos tienen la capacidad de volar y son muy rápidos. Estos son los más peligrosos porque deben tener una visión telescópica y en varias ocasiones han estado a punto de descubrirme en mi escondrijo. El vocabulario de estos seres voladores es estridente y parece que solamente lo utilizan para dar órdenes a los que vuelan a su lado. Los habitantes más numerosos que viven en las edificaciones, son de tamaño medio y se desplazan más lentamente. Deben tener alguna dificultad motriz porque a menudo utilizan máquinas para trasladarse de un lugar a otro. Estas máquinas son muy veloces y deben regirse por una sincronización muy precisa porque andan y se paran al unísono cuando se encienden y apagan unas señales luminosas, aunque todavía  no he logrado determinar su cadencia que, parece ser, va en función de lapsus de tiempos irregulares en función del lugar donde están ubicados.


Estos habitantes, lo que se desplazan en las máquinas, tienen formas irregulares y la epidermis de distintos colores y texturas que suelen intercambiarse frecuentemente. Son de forma cilíndrica irregular, con dos largos apéndices en su parte inferior y otros dos laterales, todos ellos terminados en una especio de pinzas con cinco latiguillos. Las extremidades inferiores, las suelen llevar embutidas en unos receptáculos que deben tener la función de preservarlos mientras se desplazan.  En la parte superior, una especie de esfera oblonga en la que deben estar ubicados los sensores para captar el video y el audio y también un altavoz  con el que trasmiten sus ondas sonoras. Esta especie de esfera suele tener en su parte superior una vellosidad muy acusada y está unida a la parte cilíndrica por un estrechamiento por el que deben pasar todas las conexiones internas de estos seres.
Hay otros habitantes, algunos más grandes y otros más pequeños, todos ellos de una morfología muy diferente y que generalmente están alejados de estas grandes edificaciones o recluidos en recintos cerrados. A mi me da la impresión que los tienen encerrados, aunque no entiendo la causa, porque da la impresión de no ser demasiado peligrosos, aunque se desplazan apoyando en el suelo los apéndices inferiores y los laterales y emiten ruidos guturales a los que no he encontrado ningún sentido.
Aquí la temperatura es más bien baja. Yo he tenido que ponerme toda la ropa que he traído conmigo, aunque he descubierto que el aire es también respirable para nosotros, por lo que de vez en cuando me quito la escafandra, aunque me la tengo que colocar rápidamente, porque no puedo aguantar el ruido que hay en este planeta. He descubierto que las máquinas de trasladar a los habitantes, producen un ruido muy desagradable, además de gases tóxicos que expelen a ras de suelo, con lo que tengo que tener mucho cuidado para no ser asfixiado por ellos. 
Lo que aún no he logrado determinar, desgraciadamente, es su forma de reproducción. No llego a diferenciar ningún rasgo común de lo que pueda ser su órgano reproductor. Cualquier apéndice de cualquiera de los habitantes de este planeta sería demasiado grande para nosotros. Y los que tienen un tamaño adecuado al nuestro, que también los hay, todos tienen un aspecto monstruoso, no se comunican con los demás y son tan diferentes a nosotros que no me veo copulando con ellos. Me temo que el principal objetivo de nuestra misión no se va a poder cumplir, y vamos a tener que seguir buscando otro planeta donde encontrar seres con quien aparearnos para salvar nuestra especie.