jueves, 3 de marzo de 2011

CHINCHÓN TAMBIÉN TIENE POESÍA.XII

Pero mi añoranza no era sólo de tus campos y tus calles, era, sobre todo, de tu gente: de los que daban vida a esas calles y trabajaban esos campos. ..
Alguna vez bajé con ellos a la Vega o visité a aquellas mozas ( apenas niñas algunas de ellas ) en los numerosos telares que había entonces en Chinchón. A unos y otras, con emocionado cariño, dediqué estas canciones.
José Manuel de Lapuerta.





Canción del labrador.
Roma 13 de Diciembre de 1958



Cuando vuelve el labrador
después de arar en la vega
y va subiendo hacia el pueblo
donde su moza le espera,
la cuesta, blanca de polvo,
apenas se le hace cuesta,
y el fuerte sol del agosto
parece que no calienta...
porque va pensando en ella..


Coplas de la niña que teje.

Deja el telar, niña mía,
deja el telar,
que tus ojos se hacen tristes
y me tienen que mirar.
Deja el telar.

Deja el telar, niña mía,
deja el telar,
que si están tus manos lacias
no sabrán acariciar.
Deja el telar.

Deja el telar, niña mía,
deja el telar,
que si no es malo el tejer
es mucho mejor amar.
Deja el telar.

Deja el telar, niña mía,
deja el telar,
y vamos a ver al cura
que nos tiene de casar.
Deja el telar.

Ilustración: Olivos de J.P. Wilians.
Esta entrada va dedicada a un seguidor fiel y tempranero que hoy celebra su cumpleaños.