sábado, 15 de julio de 2023

PACTOS Y PALABRAS.



Dicen que las palabras se las lleva el viento y que si es necesario hay que pactar hasta con el diablo. Y es verdad; lo estamos viendo cada vez que terminan unas elecciones políticas, aunque muchos se rasguen las vestiduras si quienes olvidan sus palabras y pactan con el maligno son los otros.

Vamos a ver; en las elecciones se lucha por conseguir el poder, y todos los contendientes que participan lo hacen de forma legal y tienen derecho a recibir los votos de los electores; y son esos votos los que les confieren la posibilidad de gobernar. Por tanto, los que obtienen la mayoría de esos votos son los que pueden ostentar el poder de forma legal y legítima. Sean quienes sean; nos gusten más o menos, sean de los nuestros o de los otros. Sean los votos de Bildu o de Vox. Y lo que se dijo durante la campaña no tiene mayor trascendencia - todos lo sabemos - lo hayan dicho unos u otros, que todos lo van a decir alguna vez. 

Así que ya va siendo hora que aceptemos los resultados de las elecciones, aunque no nos gusten, a dejemos de llamar ilegales o ilegítimos a los resultados que favorecen a los otros. 

¿Por qué no van a pactar PP y VOX si sus programas dicen prácticamente lo mismo? ¿Por qué no puede pactar el PSOE con Sumar, con Bildu o con quienes tengan algunos intereses comunes? Todos son pactos absolutamente legales, aunque a nosotros no nos gusten. Y vamos, de una vez, a aceptar las reglas de juego, que para eso están. Y no es cuestión de acordarnos ni de ETA, ni de Franco, ni siquiera de Indibil y Mandonio para argumentar la ilegalidad de esos pactos, ya que Eta y Franco deberían estar tan olvidados como los caudillos Indibil y Mandonio, los de las segundas guerras púnicas.

La cuestión está en que los “analistas políticos” y los “programas de opinión” tienen que “llenar” horas y horas de sus programas que es lo que les da de comer, y la única forma de conseguirlo es creando polémica, aunque sea ficticia, porque además, es lo que les “piden” sus amos, o sea, los que reparten el dinero, que a la postre son los que siempre mandan.

Otra cosa muy distinta es lo que votamos cada uno. Y si lo que votamos es lo que de verdad es lo mejor para todos, o al menos para nosotros; o es lo que nos han hecho creer las campañas de manipulación a que estamos expuestos, y que estamos recibiendo por todos los medios. 

Porque al final, van a ser nuestros votos los que faciliten los pactos de gobierno, sin importar demasiado las palabras que hallamos escuchado a los candidatos de todos los partidos.

Así que, solo recapacitad un poco, antes de introducir el voto en la urna o mandarlo por correo.

miércoles, 12 de julio de 2023

PROVOCA QUE ALGO QUEDA.



Los últimos nombramientos de los representantes de VOX en las Comunidades Autónomas no son casualidad. Un torero franquista, una antiabortista ultracatolica, una anti feminista, un maltratador y un negacionista. No, no son el prototipo de todos los votantes de VOX; yo diría que son más un estereotipo escogidos para provocar; para que se hable de lo anecdótico y no se hable de lo verdaderamente importante. Todos ellos, en sus declaraciones a la prensa, parece que están compitiendo para ver quien dice la barbaridad más grande, que poco o nada tiene que ver con el cargo para el que han sido elegidos.

Conozco a votantes de VOX y a ellos, aparte de el postureo impostado, no les importa demasiado aquello del feminismo, la unidad de España, el aborto, el matrimonio homoxesual ni el PIN parental, y a sus dirigentes, muchísimo menos. A estos lo que de verdad les interesa es la “pasta”. Su verdadera doctrina es el neoliberalismo económico, lo privado y cargarse lo público. Todo lo demás, el torero, el maltratador, la antiabortista y compañía, no son nada más que señuelos, para que se hable de ellos y se desvíe la atención de lo que a ellos verdaderamente les interesa. 

Y si no, ya me lo diréis cuando vaya pasando el tiempo.

lunes, 10 de julio de 2023

¡YA ES MALA SUERTE!


Nota: (Aunque el Eremita está de vacaciones, no me he resistido a volver, haciendo un paréntesis, para dar mi opinión en esta Campaña electoral algo atípica, a la orilla del mar y con unos cuantos grados de más en los termómetros).


“Hay días que sería mejor no levantarse de la cama. Pues uno de esos días ha sido la última legislatura de Pedro Sánchez. 

Después de la repetición de las elecciones, y casi in extremis, logró formar un gobierno en que casi nadie creía, que muchos lo calificaron de ilegal y que le llegaron a llamar “Frankenstein”. 

Y luego, la pandemia del Covid 19, la borrasca Filomena, el volcán de la Palma y para rematar, la guerra de Ucrania. Y ya es mala suerte que todo esto te ocurra en una sola legislatura.

Y, sin embargo, mucho después y casi milagrosamente, la mayoría seguimos vivos; hemos recuperado los niveles económicos del año 2019, la economía, a pesar de los más negros augurios, ha remontado, la inflación parece que se está conteniendo, las previsiones son optimistas y el empleo sigue creciendo a pesar de la denostada reforma laboral y de la subida del salario mínimo que iba a destruir, decían,  tantos puestos de trabajo.

Pero, a pesar de todo esto, hay una consigna con vistas a las próximas elecciones generales: ¡Hay que desmontar el “Sanchísmo”!

Enfrente, la libertad de tomarse unas cañas de Ayuso, la negación de la violencia de género, la resurrección de ETA que proclama el PP y que cacarean sus medíos afines y poner la maceta en los balcones para solucionar el cambio climático, mientras se renueva el Consejo del Poder Judicial... si ganan los suyos en las próximas elecciones, claro.

¿Cómo se explica? No, no tiene explicación. No tiene sentido querer explicarlo. Quien no lo entienda es que no lo quiere entender.

El resultado, el próximo 23J... 

¿Os habéis preguntado cómo estaríamos todos ahora con un gobierno conservador? 

Si, un gobierno como aquel, cuando la hija de Fabra en las Cortes, dijo aquello de “Que se jodan” refiriéndose a los más desfavorecidos...

Desde luego, no tiene explicación... Y ya es mala suerte.”