jueves, 10 de noviembre de 2022

VIAJANDO EN GOOGLE 8: HERVAS.




Se dice que el tren no llega a Extremadura, pero el Goggle, si; por eso, hoy me he montado en él, y aquí me tenéis en HERVAS. Yo he visitado varías veces Extremadura, pero nunca había llegado a este pueblo, del que me habían hablado muy bien, y hoy, que no tenia mucho que hacer, me he decidido.


Hervás es un bello pueblo de la provincia de Cáceres, en Extremadura. Tiene poco más de 4000 habitantes, es el centro administrativo y comercial de la mancomunidad del Valle del Ambroz, y cuenta con un barrio judío declarado conjunto histórico-artístico, uno de los mejor conservados de la Red de Juderías de España.



El pueblo perteneció a la localidad salmantina de Béjar hasta 1816, cuando se le concedió el título de villa. Hasta 1833 no perteneció a la provincia de Cáceres.


Numerosas casas de adobe con entramados de madera y balconadas conforman el barrio  judio, donde podemos encontrar la calle más angosta de España, la llamada Travesía del Moral, de apenas medio metro de ancho. Destacan igualmente las calles de la Amistad Judeo-Cristiana, la del Vado, donde estaba el antiguo hospital, y la del Rabilero, conocida por sus típicas tascas y tiendas de artesanía.




Junto al río se celebra cada verano el Festival de los Conversos, cuyas representaciones teatrales se realizan con la participación masiva de los vecinos del pueblo.






Una visita a Hervás debe incluir la iglesia castillo de Santa María, construida sobre un antiguo castillo templario, desde donde contemplar unas vistas fantásticas del pueblo, y el museo Pérez Comendador-Leroux, que alberga la obra del matrimonio formado por el escultor Enrique Pérez Comendador y la pintora Magdalena Leroux.


Como otros municipios del Ambroz, Hervás está rodeado de recursos naturales de gran valor y, por ello, cualquier época del año es buena para disfrutar de un valle que cambia de color en cada estación.






En el siglo xv se estableció una importante comunidad hebrea junto al río Ambroz, fundándose con el patronazgo de San Gervasio y San Protasio, que darían nombre al pueblo. Vestigios hebreos importantes que perduran como legado en el municipio, son los entramados de calles y edificios judíos que conforman, la ahora célebre Judería de Hervás.


De importancia fue el castillo de la Orden del Temple en tiempos de la Reconquista por el rey Alfonso VIII de Castilla, época en la que Hervás era una aldea del alfoz de Béjar, pasando a depender del Señorío de Los Zúñiga en 1396. 

Hervás es un pueblo rico en producción maderera y frutícola, siendo actualmente un lugar de gran aceptación para el turismo veraniego. Sus principales árboles frutales son los cerezos que además de los frutos proporcionan una madera excelente para la fabricación de muebles, actividad económica típica en este pueblo.





La principal industria de Hervás desde el siglo XVIII hasta el XIX fue la textil, llegando a contar con hasta cinco empresas textiles a principios del siglo XX. Posteriormente, la industria de la madera, basada en el castaño, fue la que le dio a esta población notoriedad a nivel supraregional. Esta industria, junto con la artesanía sigue, hoy en día, pujante y llena de fuerza. Actualmente, el turismo, con todos los servicios que acompañan a esta actividad, es el principal motor económico de Hervás.


La gastronomía hervasese es rica y variada, con notables influencias de las culturas de las cuales es heredera, como la árabe y la sefardí, además de influencias de la vida pastoril y ganadera, sobre todo en la gastronomía más casera.

Algunos platos tienen ingredientes con denominación de origen de Extremadura, como el cerdo ibérico, la ternera, el cordero, el aceite, el pimentón, el vino, los quesos y tortas, la cereza y la miel.