sábado, 13 de agosto de 2022

¿TOMARTE EL PELO, SOLO? NO: ¡ENGAÑARTE!




Yo tenia un problema. Desde el mes de octubre del año pasado me han estado cobrando el suministro de luz de otra persona; aunque no me di cuenta hasta hace unos días.

Resulta que tenia asociado a mi NIF y mi cuenta dos contadores de luz, uno mío y otro de un desconocido que solo se diferenciaban en un solo dígito. Hablé con la comercializadora que me facturaba, hablé con la distribuidora y con los servicios de atención al cliente de todas las entidades que e iban indicando los comerciales que iban atendiendo al teléfono.

Han sido tres días de estar pegado al teléfono, aguantando las introducciones grabadas y las ofertas de las distintas compañías y hablando con robots hasta que conseguía que me hablase un comercial que podía estar en Mexico, Guatemala, Cantabria o sabe Dios donde.

Aparte de que algunos intentaron engañarme, nadie me daba una solución a mi problema. Por fin, me dijeron que la mejor solución era que diese de baja el servicio y aunque yo les indicaba que también quería reclamar las cantidades cobradas indebidamente. Me dijeron que eso lo podría hacer por internet a posteriori. Pero resulta que como ya me he dado de baja, ya no soy cliente y no me “pueden” atender. 

Yo que soy de carácter amable intenté ser educado, aunque después de tres días al teléfono, terminé amenazando a la pobre interlocutora con presentar demandas a diestro y siniestro, lo que me figuro que no le preocupó demasiado porque deben estar acostumbrados.

Así que ahora tendré que buscar una oficina cercana para hacer mi reclamación, donde espero que me seguirán poniendo todas las pegas posibles antes de devolverme el dinero que me han cobrado indebidamente.

Si os dais cuenta no he dado los nombres de las compañías, porque no quiero hacerles publicidad y porque, según me cuentan otras personas que han sufrido casos similares, todas son iguales.

Pero no queda ahí la cosa. Al día siguiente recibí una llamada, me dijeron que de Telefonica, informándome que para darme un mejor servicio de teléfono e internet tendrían que cambiarme el router y que ese cambio me supondría un cargo de 80 euros y un aumento del 12% de la cuota, que me podría ahorrar si me cambiaba a un nuevo sistema por tener más de 65 años. Me empezó a pedir datos, lo que me hizo sospechar que era un engaño. Contacté con Movistar y me dijeron que no estaba previsto ningún cambio de tecnología y que si hubiese que cambiar el router no se repercutiría al cliente como ya había ocurrido en alguna ocasión. Pues nada, otros que me querían engañar... y al final, seguro que alguno lo consigue... yo creo que alguien debería tomar cartas en el asunto, (Por ejemplo, el Ministerio de Consumo), porque ya es demasiado... y parece ser que todo el mundo conoce el modo de actuar de estas compañías.

Un consejo, no os creáis nunca las ofertas que os hacen por teléfono, mienten y os quieren engañar; no dejéis que os tomen el pelo, ni que os timen.