lunes, 17 de enero de 2022

RESILIENCIA




Hay palabras que parece que están escondidas en el diccionario y apenas se atreven a salir. Palabras que pasan desapercibidas durante mucho tiempo y cuando aparecen, todos nos preguntamos quiénes son y qué significan. Y algunas de estas palabras, de pronto, se ponen de moda y ahí nos tienes a todos rebuscando en el diccionario para no quedar por ignorantes.

Una de esas palabras es “RESILIENCIA”, que para más colmo tiene una segunda “i” detrás de la “l” que te descoloca y si la olvidas te puede hacer quedar mal, por menos de nada.

Yo creo que la primera vez que me la encontré fue en una viñeta de Mafalda, y recuerdo que corrí al diccionario para ver qué puñetas significaba.

Ahora ya, esta palabra ha debido hacerse mayor y te la puedes encontrar en cualquier sitio, sobre todo en medios progres, y acompañada por “empoderar”, “trauma”, “superación” y otras por el estilo.

Por si alguno, todavía no se ha topado con la palabreja, os diré que significa “Capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas como la muerte de un ser querido, un accidente, etc.".

Claro está que, aunque antes era poco conocida, nosotros utilizábamos más sus palabras gemelas, como: Flexibilidad, capacidad de adaptación, resistencia, elasticidad, fortaleza, solidez... pero hay que reconocer que ahora farda más utilizar resiliencia.

Hace poco me preguntaban, hablando de los tiempos de la posguerra, cómo habíamos superado aquella etapa de opresión y sometimiento, que habríamos necesitado mucha resiliencia....

Yo dije que no; que entonces, todos teníamos tantas carencias que no teníamos ni traumas. Que lo primero que nos enseñaron fue a obedecer, como decía el Catecismo de Ripalda, a “los mayores en edad, saber y gobierno” y que nos hicimos fuertes y resistentes a las carencias, y que con una pelota de goma era suficiente para divertirte jugando al fútbol en las eras, o con unas canicas jugando al “gua” en la plaza.

Después, la vida nos ha ido “dando palos” que hemos tenido que ir superando lo mejor que hemos podido, pero que, gracias a nuestro aprendizaje de entonces, lo hemos ido consiguiendo, aunque muchos de nuestra generación no sabíamos que eso se llamaba resiliencia.