sábado, 13 de febrero de 2021
viernes, 12 de febrero de 2021
LA PRIMERA COMUNIÓN
Revolviendo entre el disco duro del ordenador, me encontré estas tres viejas fotografías de la primera comunión. La primera es del año 1953 y las otras dos deben ser de dos o tres años después.
En la primera, estamos en el patio del Colegio de Cristo Rey; habíamos hecho la primera comunión en la Parroquia y después, todos juntos nos trasladamos hasta el colegio, donde nos iban a dar el desayuno. En las otras dos, están en la sacristía de la Iglesia, también después de hacer la primera comunión, pero ahora el desayuno se iba a servir allí mismo, en la sacristía.
Con los niños sentados en torno a unas mesas colocadas a lo largo de la estancia, presidían el acto las autoridades civiles, militares y eclesiásticas, con la asistencia de una amplia representación del claustro de profesores del Grupo Escolar. Allí estaba Don Juan Rodríguez, el señor alcalde y Juan González, como representante de la corporación municipal, don Valentín Navio, el cura párroco y don José Manuel de Lapuerta, el coadjutor; don Lorenzo Nava, director del Colegio de los Grupos y Jefe del Frente de juventudes, doña Matilde y su marido don Ramon, el Comandante de puesto de la Guardia Civil, y dos maestro más, de cuyo nombre no logro acordarme, y también estaba doña Ana Tovar Lermos, la directora del Colegio y de la Sección femenina, aunque no aparece en la fotografía.
El desayuno era preparado por las catequistas y consistía en una taza de chocolate con unas tortas, magdalenas y churros, que representaban todo un manjar digno del acto que habíamos celebrado.
Después, ya con nuestras madres que nos estaban esperando, era el momento de intercambiar los recordatorios con los demás niños y acercarnos a casa de los abuelos y de los tíos para que nos vieran con los trajes nuevos y darles también el recordatorio y recibir los pequeños regalos, que no solían pasar de unas pesetas que los niños guardábamos en los bolsillos y las niñas en la limosnera, y que cuando llegábamos a casa se las entregábamos a nuestra madre para que nos las administrase.
Después comeríamos en casa con los más allegados, no sin antes quitarnos el traje para no mancharlo, porque tendría que valer para la procesión del Corpus.
Nada de los regalos que ahora se suelen hacer en estos casos ni mucho menos, ir a comer a un restaurante como ahora también es costumbre.
Ya digo que estos días, quizá por el aislamiento, estoy un poco nostálgico... debe ser por eso...
jueves, 11 de febrero de 2021
miércoles, 10 de febrero de 2021
DIOS NO TIENE LA CULPA.
Procesión de los flagelantes. Francisco De Goya.
De pequeños, cuando nos enseñaban los Díez mandamientos, aprendimos que los diez, se encerraban en dos: Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos.
Después pudimos ver en los evangelios que cuando le preguntaron a Jesús cómo se podía amar a Dios, contentaba en las bienaventuranzas, que lo que hacíamos a los más necesitados era como si se los hiciéramos a Dios mismo.
Así pues, podríamos deducir que el único mandamiento de la Ley de Dios, y por tanto, el más importante para los cristianos, es amar al prójimo, y lo demás sólo son añadiduras.
Lo que pasa es que con el transcurso de los siglos, el mensaje evangélico ha ido degenerando y las enseñanzas de las Jerarquías, no se ajustan demasiado a las enseñanzas de Jesús, en lo verdaderamente fundamental.
Y los partidos políticos que se confiesan cristianos no tienen ningún reparo en abrazar la doctrina liberal y el capitalismo, que entre sus postulados no está la defensa de los más necesitados, sino potenciar que el mercado sea el único que regule las relaciones entre las distintas fuerzas sociales.
Romería del Rocio. Salvador Viniegra y Laso De la Vega.
Claro está que después también defienden las procesiones, las romerías, las luces navideñas y toda la parafernalia de que se ha rodeado la religión, que si nos fijamos bien no tiene demasiado que ver con lo que predicaba Jesús hace dos mil y pico años.
Y yo me pregunto, ¿Qué es más cristiano, cortar la luz a la Cañada Real o aprobar el ingreso mínimo vital? Si, eso que algunos llaman “paguita”.
¿Qué es más cristiano, “salvar la Navidad” o evitar unos cuantos miles de muertos? Porque lo de salvar la Navidad no era más que un eufemismo para no decir “salvar las ganancias, o sea “la pasta”.
Y también habría que preguntarse qué catequesis han recibido los cristianos que apoyan con sus votos a esos partidos que dicen abiertamente que están en contra de las políticas de ayudas a los más necesitados.
Y es que esos partidos han logrado transmitir, con todos los medios a su alcance, que los que defienden lo público, o sea, lo de todos, son unos “rojos” unos bolivarianos, unos progres desaseados, unos comecuras y unos despreciables comunistas que sólo pretenden socavar los cimientos del Estado; cuando la realidad es que los auténticos antisistemas son los que no quieren admitir el ordenamiento jurídico vigente al que de boquilla dicen defender, aunque sólo en lo que les interesa.
Pero de todo esto no tiene la culpa Dios, que está en el Cielo soportando las chorradas de los que dicen defenderlo y es tan paciente que no les manda a sus ángeles con sus espadas flamígeras par callarlos de una vez.
martes, 9 de febrero de 2021
LA HISTORIA DE LA CASA DE LA CADENA, CONTINÚA.
lunes, 8 de febrero de 2021
PAN NEGRO
Se llama pan negro al pan de centeno. Ahora es uno de los muchos panes que te ofrecen las panaderías y por cierto nada baratos. Entonces, cuando yo era niño, el pan negro era más barato que el pan blanco, el de harina de trigo y solo se comía en las casas más pobres. Yo lo comía cuando iba a merendar a casa de mis primos y me gustaba; claro está, cuando estaba tierno, porque duro, no había quien le Incase el diente, en el sentido mas literal de la palabra.
Es que aquellos tiempos eran tiempos de carencias y necesidades. En aquellos tiempos, aunque en las casas de los agricultores no se solía pasar hambre, tampoco había muchos lujos.
Estoy hablando de mediados del siglo pasado, cuando allá por el año 1954 nos llegó a España la primera ayuda de Unicef, que se concretó en el envío de leche en polvo, dentro de la campaña del Plan Marshal, que nos llegaba desde Estados Unidos.
Entre 1954 y 1968 llegaron más de 300.000 toneladas de leche en polvo. Un total de 3.000 millones de litros una vez preparada para su consumo. Cáritas Española fue la encargada de distribuir el alimento, y se repartía en los colegios, a la hora del recreo.
También nos mandaron queso, de un color amarillento, casi anaranjado, muy parecido al actual queso de bola, que venían en latas de color dorado, y mantequilla.
Cuando hacía buen tiempo lo repartían en el campo de baloncesto, y hay que decir que la leche no tenía demasiada aceptación; el queso y la mantequilla, si. Era un suplemento alimenticio que nos venía muy bien en aquellos tiempos de carencias, cuando todo lo que se podía comer era bienvenido.
No sé por qué hoy me he acordado del pan negro.. debe ser, como decía el otro día, que ya estoy mayor y en estos años se vive mucho de los recuerdos.... sobre todo si estamos medio confinados.