martes, 4 de mayo de 2021

NORMALIDAD



Ayer ya reflexionamos, hoy vamos a votar, y mañana sabremos los resultados. Pero, pase lo que pase, habrá que volver a la normalidad.

Es verdad que hasta el día 9 de mayo está vigente el estado de alarma en todo el País y por tanto hasta ese día no habrá normalidad plena; pero la otra, la normalidad política y social debe volver desde mañana día 5 de mayo. Mañana, como ya decía el otro día, más o menos la mitad de los madrileños amanecerán contentos y el resto contrariados, pero unos y otros deberemos aceptar los resultados, sean cual sean. El Gobierno de la Comunidad de Madrid será el gobierno legítimo que hemos decidido por mayoría y se merece el respeto de todos, que es la base para poderle exigir después que gobierne para todos los madrileños, para los que les votaron y para todos los demás. 

Y los perdedores tienen la obligación de, primero, aceptar el resultado, y después ejercer una oposición responsable colaborando en la gobernanza para hacer más fácil la vida de los madrileños y que haya un clima de colaboración que contribuya a una paz social que es imprescindible para el progreso de todos.

Y esto, dicho antes de saber cuáles han sido los resultados, sea quien sea el presidente o la presidenta de la Comunidad, nos guste más o menos, o incluso nos disguste. 

Luego, después, dentro de dos años, volveremos a las urnas y entonces será el momento de pedir responsabilidades y de premiar o castigar con nuestros votos la labor de gobierno durante estos dos años.

Vamos a olvidarnos de los desagradables apelativos que hemos escuchado durante la campaña, dejémonos ya de “nazis”, “bolivianos”, “fachas”, “extremistas”, “filoetarras” y demás lindezas que tanto hemos escuchado, y que reine la cortesía y la buena educación, que tanto estamos echando en falta, y que podamos volver a la normalidad total, porque ya ha terminado la campaña electoral y también hayamos sido vacunados la mayoría y nos podamos empezar a olvidar ya del maldito covid19.

Si no es así, y los perdedores no son consecuentes con su deber democrático y los ganadores se aprovechan de las circunstancias para beneficio propio y no para el de todos, entonces si se podrá decir que en este País no hay democracia. 

Y para conseguir esta normalidad es imprescindible la colaboración de todos; ciudadanos, periodistas ( ¡ Estos periodistas ¡ ) y políticos; todos. Aunque pudiera parecer una redundancia, en este caso se debería pedir a los responsables políticos una aceptación por escrito de los resultados de las elecciones, porque ya venimos viendo que no en todos los casos suele ocurrir así, y algunos quieren conseguir por medios espurios lo que no pudieron en las urnas o por los medios legales establecidos por la ley.

Un ruego, vamos a dejarnos ya de insultos; por favor y, sobre todo, los políticos y periodistas, que sean un poco más comedidos y se dejen de insultar en vez de argumentar. 

Por eso, volvamos a la normalidad, ¡por favor!