viernes, 9 de febrero de 2018

FOTOGRAFÍAS CON HISTORIA: EL REGIMIENTO LEON.

FOTOGRAFÍAS CON HISTORIA, 1.- ESCUELAS PRÁCTICAS DEL REGIMIENTO LEON Nº 38 EN CHINCHÓN, ENTRE EL 3 Y 8 DE NOVIEMBRE DE 1922, CON LA PRESENCIA DEL PRINCIPE DE ASTURIAS Y LA POSTERIOR VISITA DEL REY ALFONSO XIII EL DÍA 13 DE NOVIEMBRE DE 1922.



Fotografías: Prácticas del Regimiento de Infantería León nº 38 en Chinchón con la presencia del Príncipe de Asturias, entre el 3 y el 8 de noviembre de 1922. Tomada de "Escuelas Prácticas en Chinchón: Album fotográfico" Imp. Sucesores de Ribadeneyra S.A. 1922. Publicada en el Libro "Chinchón en Imágenes" Edición 2014- 

Tenemos conocimiento de esta visita por una MEMORIA MONOGRÁFICA escrita por el Licenciado D. Paulino Álvarez-Laviada Secretario del Ayuntamiento, que se publicó al año siguiente y que tituló:
VISITAS DE S.M. EL REY DON ALFONSO XIII Y DE S.A.R. EL SERMO. PRÍNCIPE DE ASTURIAS A LA MUY NOBLE Y MUY LEAL CIUDAD DE CHINCHÓN En los días 13 y 12 de noviembre de 1922, con motivo de las ESCUELAS PRÁCTICAS del Regimiento de Infantería de León n.º 38.

A continuación transcribo un resumen del monográfico, respetando literalmente su redacción, aunque he añadido alguna nota personal para aclarar alguna circunstancia que ocurrieron posteriormente.


El día 3 de noviembre llegó a esta ciudad, con objeto de celebrar en este término municipal sus “Escuelas Prácticas”, el regimiento de Infantería de León, número 38, al mando del joven y meritísimo coronel D. Francisco de Zuvillaga y Reíllo.
El día 7, pasó y pernoctó en Chinchón un escuadrón del Regimiento de Caballería de Calatrava, al que se le dispensó la misma cordial hospitalidad que a la infantería de León, no obstante el alojamiento que a ésta veníase prestando, y a pesar de las naturales dificultades para albergar 140 hombres más, con sus correspondientes caballos.
El distinguido jefe de la Brigada de Infantería, general don Leopoldo de Saro, que permaneció en Chinchón desde el día 3 hasta el día 8, y el heroico jefe de la División de Caballería, general Cavalvanti, que se hospedó en esta Ciudad durante los días 7 y 8, al darse cuenta del patriótico comportamiento de estos vecinos con el Ejército, manifestaron a las autoridades que darían cuenta de él a sus superiores; y el teniente general señor Aizpuru, jefe del Estado Mayor Central, que el día 9 estuvo en esta población, informado detalladamente del espíritu de este vecindario y enterado de enternecedores episodios, originados por la compenetración del Ejército y del pueblo; después de encarecer la singular importancia de mantener siempre vivo ese espíritu de armonía y de felicitar a las autoridades locales por las pruebas de afecto al Ejército que, en todos los detalles, está dando esta población, prometió dar cuenta de todo a S.M. el Rey.
Al día siguiente fue anunciada oficialmente la visita del Soberano para el lunes, 13 a las dos y media de la tarde, y al otro día, o sea el 11, a las siete de la tarde, se le comunicó, también oficialmente, al señor alcalde la visita del Serenísimo Príncipe de Asturias para el siguiente día 12, de dos a tres de la tarde.
Tan pronto como se tuvo noticia de la real visita, el Ayuntamiento acordó recibir a S.M. el Rey a S.A.R. el Srmo. Príncipe de Asturias con toda la solemnidad y decoro posibles, sin escatimar sacrificio alguno, para que el nombre de Chinchón quedase a la altura exigida por su tradicional hidalguía. Decidió poner el nombre de “Alfonso XIII” a la calle de los Huertos, por donde habían de pasar ambas personas reales, y el de “Príncipe de Asturias” a la calle Grande, y convocar a Junta de vecinos para que la población sin distinción de clases sociales, coadyuvase al mayor esplendor del recibimiento.
Reunida la Junta de vecinos, nombró de su seno una Comisión, compuesta por los señores: D. Ildefonso Sánchez y Sánchez, cura párroco; D. Emilio Larroca y Ortiz, ex diputado provincial, D. Arturo López González, presidente de la Sociedad “Alcoholera de Chinchón”; don Esteban Recas de la Peña, presidente del Casino de Chinchón, D. Tomás Rodríguez Ortiz de Zárate, presidente de la Sociedad de Cosecheros, y D. Jesús Camacho Sanz del Negro, en representación de la juventud de Chinchón.
La población apareció toda engalanada para recibir a los augustos visitantes, en tal forma, que puede asegurarse que no quedó un solo vecino sin adornar los balcones y ventanas de su casa. La hermosa plaza resultaba verdaderamente pintoresca, mostrando todos sus “claros”, o corredores altos y bajos, adornados con los colores nacionales.
En la calle de los Huertos, designada para la entrada de las reales personas, fueron colocados tres arcos: el primero, elegante y de muy buen gusto, en San Roque, adosado a la ermita del Santo Patrono, con la inscripción: “Los vecinos de San Roque a S.M. el Rey”; el segundo, de follaje, adosado a la esquina de la calle del Espejo, donde se colocó la lápida con el nuevo nombre de la calle, decía así: “El pueblo de Chinchón, a su Rey”, y el tercero, en la Puerta de la Villa, con la inscripción: “Los vecinos de Chinchón a S.A. el Príncipe de Asturias”.


(Nota) El Príncipe de Asturias, primogénito del Rey Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battemberg, había nacido el día 10 de mayo de 1907, y se le impuso el nombre de Alfonso, como su padre. Tenía 16 años cuando visita Chinchón. Son  embargo no estuvo en la línea de sucesión al trono de España, puesto que el día 14 de Junio de 1933 renuncia a sus derechos a la corona para él y para sus posibles descendientes, para contraer matrimonio el día 21 de junio siguiente con la señorita cubana Edelmira Sampedro.

El día 12, a las diez de la mañana, el Regimiento de León, por ser domingo, oyó misa de campaña en la Plaza de la Constitución. El altar fue colocado en el centro de los “Portales”, y asistieron al religioso acto todas las autoridades y grandísimo número de vecinos, resultando todo tan solemne, tan respetuoso y tan ordenado, que la vía pública parecía un engalanado y grandioso templo, no perturbado por otro rumor que el formado por las plegarias que los creyentes elevaban al Altísimo entre los melodiosos acordes de la música, los agudos toques de las bélicas cornetas y el tonante y acompasado ruido de los tambores guerreros.
Una hora antes de la señalada para la visita de Su Alteza Real, todas las campanas de las iglesias y ermitas de la población anunciaron al vecindario la próxima llegada del heredero del trono; y reunidas en la Casa Ayuntamiento las personas de cargo oficial invitadas para la recepción, se formó la comisión que, precedida por el señor alcalde, había de recibir al primogénito del Monarca. Comisión compuesta por los siguientes señores: señor cura párroco, D. Ildefonso Sánchez y Sánchez; señor juez de Primera Instancia e Instrucción, D. José María Castello Madrid; señor representante del Ministerio Fiscal, D. Arturo González y Ortiz de Zárate; señor juez municipal, D. Alfredo de la Peña y Ortiz de Zárate, primer teniente de alcalde, D. Patricio Peco y Quiroga; segundo teniente alcalde, D. Evaristo de Haro y Oreja; señores regidores, D. Juan González Rodríguez, D. Pedro García Carrero, D. Juan Ontalva Terceño, D. Ismael Zazo Minguela, D. Juan Ortega Caraballo, D. José Delgado García, D. Abdón Recio Palacios, D. Raimundo Ruiz García, D. Eugenio Rojo Sáez y D. Antonio Manquillo Comendador; señor secretario de la Corporación Municipal D. Paulino Álvarez-Laviada y Álvarez-Laviada, señor secretario de Primera Instancia, D. Juan Escanellas y Viñas; señor juez municipal suplente, D. Juan Díaz Carretero; señor fiscal municipal, D. Juan González de la Peña; señor presidente de la Junta Local del Censo Electoral, D. Narciso del Nero Carretero; de los señores maestros nacionales, D. Miguel Sánchez Muñoz, D. Vicente Gamero Llorente; del señor administrador de Correos, D. Ventura Ráez, del señor oficial de Telégrafos y Teléfonos, D. Julio Martínez; de los comisionados mayores contribuyentes, D. Faustino Ortego Hortelano, D. Pablo Fernández-Sancho Ballesteros, D. Joaquín Díaz Carretero, D. Telesforo González de la Peña, D. Francisco de Diego López, D. Rafael Dios Rubio, D. Jesús Camacho Sanz del Negro y D. José Sánchez Alarcón; señor presidente del Casino de Chinchón, D. Esteban Recas de la Peña; señor presidente de la Sociedad Alcoholera de Chinchón, D. Arturo López González; señor presidente de la Sociedad de Cosecheros, D. Tomás Rodríguez y Ortiz de Zárate; del señor ex diputado provincial, D. Emilio Larroca y Ortiz, del señor Médico forense, D. Daniel Barroso Muñoz, de los alcaldes de barrio, D. Aurelio Ruiz del Olmo y Alonso y D. Antonio Gómez Marco, del procurador de S.M. y del Real Patrimonio, D. Juan de Dios Ortiz de Zárate y Armendáriz, y del presidente de la Sociedad Obrera “Fraternidad”, D. Evaristo de Haro; dirigiéndose la comitiva a San Roque, para recibir al Serenísimo Príncipe a la entrada de la población, a excepción de una pequeña comisión que se quedó en la Casa Consistorial para recibir en ella a Su Alteza Real.
A las dos de la tarde llegó el Sermo. Príncipe, por la carretera de Madrid, al campamento de las tropas de León, sito en el cerro llamado de “Juan Díaz”, vistiendo el uniforme de cabo del Ejército. Fue ovacionado con delirante entusiasmo por la multitud de vecinos de esta población que, a manera de avanzada, había llegado a dicho sitio para seguir las importantes operaciones del Regimiento, y después de asistir el egregio soldado al desarrollo de un supuesto táctico de especial interés, salió con dirección a esta ciudad, entrando en ella a las cuatro en punto, en automóvil, del que descendió para saludar a las autoridades, presididas por el señor alcalde D. Joaquín López
Al entrar en la Casa Consistorial fue recibido Su Alteza el Príncipe por la comisión de señores que en ella le aguardaban, dándoles a todos la mano, uno a uno, según el señor alcalde-presidente los iba presentando, y acompañado de todos pasó al nuevo, improvisado y elegante salón de sesiones, tomando asiento en su presidencia.
A continuación, al oírse los primeros acordes de la música del Regimiento de León, que regresaba del campamento, se levantó S.A.R., y seguido del Ayuntamiento y autoridades se dirigió al balcón para presidir el desfile de los soldados, siendo verdaderamente imponente la ovación que la apiñada multitud dio al Príncipe y a los soldados que ante él desfilaban en la amplia plaza, llegando dicha ovación al delirio cuando la música ejecutó la Marcha Real.
Terminado el desfile de las tropas, S.A.R. pasó al antiguo salón de sesiones, transformado en regio comedor, y en él fue obsequiado con espléndido “lunch”, servido por la casa Tournié, de Madrid, y costeado por los señores jefes y oficiales del Regimiento de León, que con exquisita galantería hicieron los honores a todos los invitados.
Terminado el “lunch”, a las cinco en punto el Príncipe heredero, seguido de todos los invitados, salió al balcón nuevamente, y el público que llenaba la plaza y todos los “claros” o corredores de la misma, prorrumpió en espontáneas y sentidas aclamaciones y en vítores de entusiasmo al Príncipe de Asturias, al Rey a la Reina, a España, al Ejército y a “nuestro Regimiento” (el de León), vítores que siguieron y se repitieron hasta el delirio cuando S.A., acompañado de las autoridades, bajó a la plaza y tomó el automóvil para regresar a Madrid, sentando a su derecha al señor alcalde, que le acompañó hasta la salida de la población.


El día 13, Chinchón aparece engalanado como en el día anterior. Chinchón puede estar orgulloso de haberse mostrado digno del título de Muy Noble y Muy Leal que blasona su escudo. Reunidas en la Casa Consistorial las autoridades y comisiones de personas invitadas a la recepción, se dirigió la comitiva a San Roque, como en el día anterior, presidida por el señor alcalde, quedando en la Casa Ayuntamiento los precisos para en ella recibir al Monarca.
A las dos y media en punto, S.M. el Rey, que había llegado por la carretera de Ciempozuelos, con uniforme de campaña, llegó al cerro de “Juan Díaz”, donde le aguarda inmenso gentío que le aclamó con vítores de entusiasmo, y después de seguir con el mayor interés y detenimiento las operaciones del supuesto táctico, se encaminó en automóvil a esta población a la que llegó a las cuatro en punto, siendo recibido en San Roque por las autoridades
En el ayuntamiento, donde fue respetuosamente recibido por la comisión que le aguardaba, se asomó al balcón para saludar al pueblo, que le aclamaba incesantemente, e inmediatamente pasó al salón improvisado para recepciones, que le impresionó tan agradablemente como
Su Majestad el Rey, agradeciendo el saludo, y enseguida le hizo preguntas sobre el aseo observado en las calles de su tránsito y en sus laterales, contestando muy atinadamente el alcalde e invitando a S.M. a recorrer la población en cualquier sentido para que viera por sí mismo que el aseo y buena conservación de las calles de esta ciudad y de los caminos vecinales de su término no eran circunstanciales y motivados por la real visita, sino obra permanente de la Sociedad de Cosecheros encargada de tan importante servicio; con este motivo, y para satisfacer la curiosidad del Monarca, explicó a éste el funcionamiento de dicha sociedad, llamada Mojona, indicándole las fuentes de sus ingresos, su buena administración y la ayuda pecuniaria que al Ayuntamiento dispensa, explicación que fue oída con particular interés por S.M. mereciendo su real aprobación a tan meritoria institución y su especial alabanza por el modo práctico y sencillo de recaudar y administrar los 20 céntimos que cobra por cada arroba de vino que se mide en esta población.
Seguidamente se dirigió al antiguo salón de sesiones, convertido en regio comedor, y ocupando la presidencia de la mesa de honor, colocó a su derecha al Excmo. señor presidente del Consejo de Ministros, D. José Sánchez Guerra, y a su izquierda al señor alcalde, mandando pasar a los tenientes de alcalde y concejales, por orden de sus cargos, para sentarlos a la mesa, en la que se colocaron además los señores generales Orozco, capitán general de la región; Miláns del Bosch, jefe del Cuarto Militar de S.M., y Dabán, con las autoridades eclesiásticas y judiciales de la localidad.
El “lunch”, muy espléndido, fue servido por la Casa Lhardy, de Madrid, y costeado por el Ayuntamiento. Cuando S.M. el Rey concedió la venia para que desfilase el Regimiento (que regresaba del campamento), se levantó de la mesa, y colocándose a la derecha de la entra del estrado, desfilaron ante él los señores de la mesa de honor, y una vez pasados éstos, se dirigió al balcón para presenciar el desfile del Regimiento de León. Realizado éste entre las delirantes aclamaciones de la multitud que llenaba la plaza, dirigidas al Rey, a la Reina, a España y al Ejército, y tras una prolongada ovación al sonar los acordes de la Marcha Real, siendo ya las cinco, salió del ayuntamiento para montar en el automóvil que le condujo a Madrid.
El corto trayecto que mediaba desde la puerta del ayuntamiento hasta el carruaje lo recorrió con dificultad y confundido con la gente del pueblo, que frenéticamente aclamaba al Soberano, y al subir al vehículo estrechó con sus dos manos la diestra del señor alcalde, diciéndole que no olvidaría nunca al pueblo de Chinchón y que le diera las gracias por el entusiasta recibimiento hecho a su persona y a su augusto hijo, y por la buena acogida, cariño y hospitalidad dispensados al Regimiento de León.

Nota: Con este motivo, las autoridades de Chinchón decidieron dar el nombre de Alfonso XIII a la calle de los Huertos, el nombre de Príncipe de Asturias a la calle Grande y el nombre de Regimiento León a la calle del Convento. Estos nombres fueron revocados durante la Guerra Civil. El nombre de la Calle Regimiento León fue repuesto posteriormente, hasta que ya en este siglo se volvió al nombre primitivo de calle del Convento, por el que nunca dejó de ser nombrada en Chinchón.
Y ya, para finalizar, una breve acotación. Para tener una visión más completa de lo que pudo representar esta visita del Rey y del Príncipe de Asturias a Chinchón, hay que resaltar que en estas fechas el Ejército Español estaba pasando un período de gran descrédito por la humillante derrota en la Campaña de Marruecos del año anterior.
Unos meses antes, el 8 de julio, se hacía público un informe del general Picasso, sobre las responsabilidades de los desastres militares de Marruecos, que había sido estudiado por el Consejo Supremo de Guerra y Marina, dando orden que dicho expediente pase a la Sala de Justicia. En él se califica de temeraria la actuación del general Silvestre. y de negligente la de los generales Navarro y Dámaso Berenguer, y el Consejo Supremo considera razonable iniciar procedimiento contra el general Dámaso Berenguer, que ostentaba el cargo de Alto Comisionado de España en Marruecos, el general Fernández Silvestre, al que se da por muerto o desaparecido, el general Navarro, prisionero de Abd-el-Krim, los coroneles Araujo, Giménez Royo y Messeguer, varios tenientes coroneles, un comandante de ingenieros y otros jefes y oficiales. El Consejo no se atrevió a pronunciarse sobre el ministro La Cierva, aunque se le considera también responsable, por su condición de civil.
Al día siguiente de la visita del Rey a Chinchón, el Gobierno de Sánchez Guerra decide disolver las Juntas de Defensa o Comisiones de Información, como se les llamaba. Esta decisión del Gobierno estaba motivada por el desprestigio, entre la opinión popular, del Ejército en la Guerra, ya mencionada con Marruecos, y por la contestación que se estaba produciendo desde dentro del mismo ejército. El teniente coronel Millán Astray había anunciado que estaba dispuesto a abandonar el ejército por considerar que en el mismo actuaban dos poderes, el legal de gobierno y el subversivo de las Juntas de Defensa.
En esta situación no es de extrañar que el mismo Rey quisiese apoyar la imagen del ejército, sobre todo cuando tuvo noticias del excepcional recibimiento que los vecinos de Chinchón, estaban dispensando al Regimiento de Infantería de León n.º 38.

Con esta publicación inicio una nueva serie que con el título genérico de FOTOGRAFÍAS CON HISTORIA iré haciendo unas crónicas sobre la historia, basándome en distintas fotografías, más o menos conocidas, pero que sugieren hechos históricos importantes para Chinchón, y en ocasiones, también con carácter más amplio. Como serán más largas, por lo general, de lo que acostumbro a publicar en este blog, las publicaré semanalmente para dar opción a ser leídas con más tranquilidad. Espero que sean de vuestro interés.