domingo, 18 de febrero de 2018

EL LEGADO DE EDUARDO CARRETERO.


EL MUSEO “EDUARDO CARRETERO” en la CASA DE LA CADENA.

En estos días en el que se está hablando de los posibles usos de la Casa de la Cadena, una vez rehabilitada, sería conveniente recordar el legado que dejó a Chinchón el escultor Eduardo Carretero, para ello podemos hacer un poco de memoria.

En el año 2005 el Ayuntamiento de Chinchón acuerda conceder a Eduardo Carretero el nombramiento de “Hijo adoptivo” de la Ciudad, y con ese motivo se organiza una exposición de varias de sus obras en la Casa de Cultura “Manuel Alvar”, entregándosele el título ese mismo día. Eduardo comunica a las autoridades su deseo de donar una amplia muestra de sus obras al pueblo de Chinchón, para que se pueda hacer un museo que las recoja y que lleve su nombre. Días después hace el ofrecimiento por escrito y el Ayuntamiento, por acuerdo del pleno, acepta la donación y se compromete a buscar el lugar idóneo para albergar estas obras de arte.

En ese momento, no se especificaron cuáles eran las obras concretas que donaba el artista. Había que nombrar una comisión que se encargase de hacer la selección, tratando de que el futuro museo fuese un fiel reflejo de toda la obra de Eduardo Carretero, partiendo de que la mayor parte de las obras disponibles eran bocetos y estudios que se había reservado el artista, ya que las obras terminadas, en su mayoría, estaban en poder de los que las habían encargado.

En esta selección, habría que intentar que estuvieran representados todos los temas, todas las técnicas, todos los materiales y todas las épocas de una larga trayectoria que había durado más de 75 años de vida profesional.

Pero pasaron los años y a su muerte ocurrida el 3 de Octubre de 2011, los responsables municipales no hicieron estas gestiones, por lo que no llegó a realizarse la selección definitiva.

Me consta que sus herederos, y así lo manifestaron en diversas ocasiones, eran los más interesados en que se divulgase y promocionase de la obra de Eduardo, estando dispuestos a crear un Patronato que lo llevase a cabo.

Sin duda que este cometido supone un gran esfuerzo económico para unos particulares y sin duda que verían con sumo interés que las Autoridades Municipales de Chinchón, les ofreciesen una ubicación idónea para poder instalar estas obras y, sin duda, la Casa de la Cadena sería la sede más emblemática para recoger el legado de Eduardo Carretero, que de esta forma promocionaría y revalorizaría toda la obra del escultor, uno de los más importantes del Siglo XX en España.

Durante los últimos años de su vida, visité a Eduardo Carretero en su casa y con la supervisión del artista fui fotografiando toda su obra con el fin de realizar una catalogación de la misma, que no se llegó a terminar.

Entre otras cuestiones, hice una selección de las obras que podrían formar parte de su Museo y así se lo transmití a Eduardo, aunque tampoco se llegó a formalizar, como ya se ha indicado, ningún acuerdo con el Ayuntamiento.

Y esta era mi propuesta:

FIGURAS

Aquí podíamos encontrar al Carretero más personal, más libre a la hora de escoger los temas, y más espontáneo para definir la técnica a emplear. La mayoría serán bocetos en barro que hizo para obras importantes durante toda su carrera, y tocará temas como el flamenco, la solidaridad, y la vida cotidiana que tenía a su alrededor.

Y esta podía ser la selección:

























ESCULTURAS RELIGIOSAS

Durante su vida profesional, Eduardo Carretero se distinguió por una gran actividad en esculturas religiosas. Desde los evangelistas para la fachada del Colegio Isabel la Católica de Granada, hasta la decoración de la Iglesia de San Francisco Javier en Pamplona, han sido multitud las obras religiosas a través de su carrera. Sien embargo, ha sido difícil encontrar una digna representación para el museo, ya que, como es lógico, las obras originales están en las iglesias para las que fueron creadas. Tenemos, además, en Chinchón dos ejemplos de esta obra religiosa. Una en la Ermita de San Ana. para la que Carretero esculpió una imagen de la Santa, cuando la iglesia fue rehabilitada. Otra, el Via Crucis que está en las tapias del cementerio.

Por eso, para el museo hemos seleccionado una serie de bocetos en barro que hizo para un Via Crucis, del que se hicieron varias reproducciones para distintas localizaciones.
Además, algunos pequeños bocetos para grupos de imágenes.
Estos son los seleccionados:







MONUMENTO A LA GUERRA CIVIL.

Las obras que siguen a continuación son obras originales, de las que no hay más copias. Son los bocetos, a gran tamaño algunos de ellos, que Eduardo Carretero hizo para un posible monumento conmemorativo de la contienda civil - él dice “incivil”- que asoló España de 1936 a 1939.

Es una obra impresionante que no debía quedar ignorada. Por su fuerza, por su originalidad, por su gran técnica y por su impactante realismo, a pesar de estas concebida en estilo abstracto, debía figurar por méritos propios en este museo.








RETRATOS

Y por último, había que seleccionar una serie de retratos que fuesen una muestra de la gran técnica y maestría que Eduardo Carretero logró a la hora de captar la personalidad y los rasgos de sus modelos.

Y en primer lugar debíamos seleccionar uno de sus autorretratos y el busto de Isabelita, su mujer, que deberían presidir, por mérito propio, este museo. Después los bocetos de Ramón y Cajal, Picasso, Federico García Lorca y otros personajes famosos, conocidos por el gran público. Entre ellos, el retrato original que hizo, en una sola sesión, a Mercedes Sosa, la cantante argentina, un día que vino a visitarle a Chinchón. Y para terminar personas casi anónimas, de las que podemos destacar a nuestro paisano Jacinto Vega, cuyo retrato es, sin duda, uno de los más elogiados del escultor, y que se encuentra también en varios museos.

Esta podría ser la selección definitiva:













Fotografías de m.carrasco.m