lunes, 8 de enero de 2018

SEMBLANZAS DE CHINCHÓN.XCVII. JUAN DE LA PEÑA.


97.- Juan de la Peña García Tizón. (Personajes)

Juan de la Peña podría ser un ejemplo más de los chinchonetes que tuvieron que abandonar nuestro pueblo en la posguerra para sobresalir en lo que era su vocación: la música.

Juan de la Peña García-Tizón había nacido  en Chinchón el día 10 de septiembre de 1929, y  desde pequeño, se aficionó a la música, haciendo sus primeros estudios musicales con el maestro PATRICIO PECO.

Entonces vivía en la calle de Morata, y cuentan que en verano, las mujeres que iban a la compra, se paraban delante de la ventana para escucharle tocar el piano, mientras ensayaba.

Con el maestro Peco alcanza un buen nivel, pero se traslada a Madrid para ampliar sus estudios.

En la Villa y Corte entra a trabajar en diferentes orquestas, siendo objeto de sus preferencias las que formaban en las compañías de zarzuela donde, siempre, le adjudican el papel de maestro concertador al piano dadas sus buenas facultades para el cometido.

La preparación musical de JUAN DE LA PEÑA, que pone al servicio de sus actuaciones, le va abriendo huecos en el panorama del trabajo musical madrileño. Era la época de un Madrid con varios teatros dedicados a la zarzuela, la revista y espectáculos folklóricos todos ellos con orquestas en sus fosos. Existían un número considerable de conjunto orquestales con destino fijo y largas temporadas en las salas de fiestas y las boites.


Pero, por aquella época se pusieron en marcha unas disposiciones drásticas desde el sector de los sindicatos verticales que exigían estar en posesión del carnet del Sindicato de los Músicos como condición imprescindible para poder desempeñar la profesión en Madrid. Como afortunadamente el trabajo no le faltaba, no pasó por su cabeza el cumplir con este trámite burocrático del sindicalismo oficial. Sin embargo, debido a la fuerte presión sobre el particular, tuvo que renunciar a seguir trabajando en Madrid. La solución del problema que hubiera estado en realizar las pruebas para obtenerlo, no era posible porque, en aquellos momentos, no había terminado su carrera que era condición imprescindible para obtenerlo.
Patricio Peco

La imposibilidad de trabajar, que no la falta de trabajo, le aconsejó volver a su Chinchón natal. Fue una decisión inteligente, tras la que inició la preparación de unas oposiciones para conseguir un trabajo que le permitieran vivir una situación transitoria para volver de nuevo a empezar. Aprobadas las primeras a las que se presentó, adquirió la condición de funcionario del Servicio Nacional del Trigo con la categoría de Jefe de Almacén, siendo Toledo su primer destino, donde comenzó a tener relación con personas que se movían dentro y alrededor de la música.

Entra en contacto con los jesuitas y es requerido para tocar en la histórica iglesia de Santo Tomé de la capital toledana. Allí, se entregaba a una serie de improvisaciones al armonio que terminaron siendo objeto de atracción de aficionados que querían escuchar al joven músico de Chinchón.
Como el ensilado y almacenamiento del grano de trigo no era lo suyo, hizo nuevas oposiciones, esta vez a la radio, ya más cerca de la música, y comenzó a trabajar en Radio Toledo. Pronto, en la emisora, hicieron depender de JUAN DE LA PEÑA todo lo que significaba música y gozaron de gran popularidad los conciertos abiertos que él organizó.

Siempre que el trabajo se lo permitía se desplazaba a Chinchón y a Madrid donde contactaba amigos y visitaba los ambientes musicales. Si el tiempo se lo permitía no despreciaba algún o algunos de estos trabajos y con ocasión de estas circunstancias vivió su aventura cinematográfica.

En el año 1955 se rueda en Chinchón la película “LA VUELTA AL MUNDO EN 80 DIAS” protagonizada, entre otros, por Mario Moreno “Cantinflas” y responsables de la producción contactan con JUAN DE LA PEÑA y es contratado para ponerse al frente de la banda que luce en la película.

Le tientan con un atractivo contrato internacional para actuar en el lejano oriente, pero el Superior de los jesuitas en Toledo le plantea la posibilidad de que se traslade al Colegio de San José de Villafranca de los Barros, en el que se encontraba vacante la plaza correspondiente de profesor de música.
Enrique de la Vara

JUAN DE LA PEÑA, a sus veintiocho años llega a Villafranca de los Barros (Badajoz) el año 1957. Se integra en la nómina de profesores que han de desarrollar el curso 1957-1958. Su objetivo es integrarse en el ambiente musical villafranqués. Como lo habían hecho sus antecesores en el Colegio, los grandísimos músicos vascos ECHANIZ y GOROSTEGUI, y posiblemente siguiendo su ejemplo, se casa en el pueblo y allí fija definitivamente su residencia.
Es poco conocida en la biografía del maestro DE LA PEÑA el ejercicio del difícil arte del acompañamiento, que es fruto de la serena percepción que tiene del detalle en la música. Cabe destacar, entre los cantantes acompañados, al magnífico tenor, nuestro paisano, ENRIQUE DE LA VARA y en algún festival a MARCOS REDONDO.

Buen músico al servicio del clarinete, es sin embargo el piano, el instrumento de sus amores.

El año 1963 comienza a dirigir la banda municipal de Villafranca de los Barros, cargo que ocupa durante veinte largos años, hasta que el día 5 de diciembre de 1981 presenta su dimisión. Con fecha 1 de mayo de 1965 se le había nombrado Director del Servicio Municipal de Cultura y Arte de Villafranca de los Barros.
Se debe también a JUAN DE LA PEÑA la creación de dos tunas femeninas en los Colegios de Hermanas Carmelitas de la Caridad y Hermanas de la Cruz bajo nombre genérico de TUNA DE RONDALLAS.
Juan de la Peña en Chinchón en una visita que hizo un año antes de morir

El 10 de febrero de 2009, en reconocimiento de todos sus méritos personales, y como agradecimiento de su importantísima labor en pro de la música y de la cultura del pueblo, el pleno de la Corporación Municipal de Villafranca de los Barros acordó poner su nombre a una calle de la zona de La Herrera.

El día 9 de septiembre de 2010,  el diario Hoy de Extremadura publicaba esta noticia:

“Villafranca de los Barros llora el fallecimiento repentino del músico Juan de la Peña”.
 
“Villafranca vive conmocionada desde que se conoció el fallecimiento de uno de sus hijos ilustres, el gran músico Juan de la Peña García-Tizón, que falleció de forma repentina a las ocho de la mañana de ayer, festividad de la Coronada, patrona de Villafranca de los Barros. Mañana cumpliría los 81 años.
Aunque nacido en la localidad madrileña de Chinchón, hacía 53 años que vivía en Villafranca de los Barros, donde llegó para integrar la nómina de profesores del Colegio San José, centro en el que trabajó hasta su jubilación en el año 1995” 
El 30 de abril de 2011, según publicó el mismo diario: "Villafranca de los Barros ha dispensado al músico Juan de la Peña (1929-2010) uno de los homenajes más multitudinarios que jamás haya recibido nadie en esta localidad. Los 53 años que pasó en Villafranca sirvieron para que Don Juan -que es como se le conocía- dejara estela de su categoría como persona, como músico, como profesor, como católico practicante y hasta como hincha impenitente del Atlético de Madrid y simpatizante de su homónimo vasco, el Athletic de Bilbao. Como músico se le recordará por haber creado una Agrupación Lírica y haber dirigido la Escuela y Banda Municipal de Música de Villafranca, sin olvidar el descubrimiento de voces de los coros que dirigió, entre las que encontró la de su propia esposa 'Choli' Gómez”.




El Eremita.
Relator independiente.